"No moriré hoy, no moriré jamás"

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Miko quien parecía ya inconsciente, cayó al suelo, asustando y alterando a los pobres niños, quienes ya empezaban a llorar pensando que ya no viviría más.

...

Ó- ¡Miko! —grito el azabache buscando a la chica— Carajo, por favor, que no te pase nada. —suplicaba buscando a
Miko—

Óbito ya había terminado su parte, mato al jefe, también arrastro el cadáver a la salida, pero al no ver a Miko empezó a buscarla.

Caminaba, no, corría, corría buscando a Miko tenía miedo de que pasara algo, cuando vio una puerta abierta y con manchas de sangre, fue rápido y se encontró con los niños al rededor de ella mientras lloraban desesperadamente.

Ó- ¿Mi-Mi-Miko? —pregunto asustado—

Óbito se dirigió rápido a Miko y la cargo, salió de la habitación lo antes posible, subió al carro dejando el lugar sin importarle nada, manejo rápido hacia un hospital, el hospital más cercano que había estaba cerrado, por que ya eran las 4 de la mañana.

Fue rápido al hospital más cerca abierto del lugar, entró con desesperación sin importarle que tenía que esperar, se dirigió rápido a uno de los médicos, cuando el médico vio a Miko así se asusto y le dijo que la llevara a una habitación.

...

Las horas pasaban, aún no había respuesta sobre Miko, tenía miedo, no pensó ni dos veces y llamó a Pain contándole sobre la situación.

P- ¿Entonces aun no tienes noticia de ella? —pregunto ocultando su preocupación—

Ó- No, aun no. —dijo con miedo y mas preocupación que nunca—

P- Calma, llegaremos en unos 2 minutos, aún así ponte alerta y no te desesperes demasiado. —había dicho mientra de fondo se escuchaba que estaban manejando a alta velocidad—

Ó- Esta bien. —dijo colgando la llamada—

Ya habían pasado los dos minutos, y como dijo Pain, llegaron en ese mismo instante.

K- ¿¡Como esta Miko!? —dijo asustada—

Ó- No lo sé, aún no me han dicho na- —de pronto un fuerte golpe se escucho en la habitación en donde estaba Miko— ¿Qué carajos? —se pregunto y se dirigió a la puerta de Miko y entró—

Miko ya estaba consiente, pero estaba amenazando a los doctores, de que si la tocaban dejaría este mundo, Óbito dirigió su mirada a un lado y vio a una enfermera tirada en el suelo.

Miko al ver a Óbito, rápidamente se dirigió a una puerta de la habitación y entró, ese era el baño, entró y cerró con "llave" ya que no tenia seguro.

Óbito corrió a ver que Miko hacía y por sorpresa Miko tenía algo en la boca, era un trapo que ella misma se había puesto, se había quitado la ropa y solo dejó su ropa interior, levantando el kunai apuntando hacía donde le habían disparado.

Se clavo el kunai la pierna, gritaba de dolor pero los gritos se contenían gracias al trapo, estaba empezando a llorar por el dolor, sentía el mayor dolor de su vida pero aún así pensaba con muchas esperanzas "No moriré hoy, no moriré jamás", con el kunai clavado en la pierna fue buscando algo que se de un materia parecido al plomo, Konan iba a entrar pero fue detenida por Óbito quien lo sujeto del hombro.

Konan giro la cabeza mirando el rostro de Óbito decidido a no entrar.

Miko aun seguía con lo mismo pero al momento de sentir algo siendo empujado por el kunai, puso todo el coraje he hizo palanca, sacando la bala de plomo.

Se sentía débil, pero aún así quería continuar, saco el trapo de su boca, agarro el saco y saco el pequeño bolsillo, de hay saco una medicina, que era bebible y inyectable, creada por ella misma, busco en los cajones del baño y encontró un jeringa, la jeringa succiono la medicina y luego se lo inyecto en una vena. Se sentía un poco mejor por lo que le pidió algo a Óbito.

M- Ó-Óbito me puedes traer unas vendas. —dijo con poco débil—

Óbito no contestó pero aún así le paso las venda, Miko solo dijo; "gracias" y le dijo que esperaran, que ya salía, luego de que Óbito hiciera lo que Miko le dijo salió, Miko se acomodo bien las vendas en su pierna, dando por finalizado un amarrado fuerte, aplicando bastante fuerza.

Luego se puso la misma ropa y salio, renqueaba por su anterior herida.

M- Vamonos. —dijo hasercandose a
Óbito—

Óbito solo asintió y cargo a Miko estilo princesa y salieron del hospital como si nada, Óbito se subió al auto con Miko y Pain con Konan, aun así Konan seguía preocupada.

Luego de llegar a la casa Konan detuvo el Óbito antes de irse a su habitación.

K- Te quería decir que los dos chicos despertarán en unos 40 minutos, pero eso lo pense hace unos 20 minutos ahora solo quedan 20 para que despierten, ya que descubrí que la droga que les hicieron respirar, solo dura 2 horas, solo era eso. —dijo llendose sin más—

Óbito no respondió solo lo penso un poco y subió las escaleras, fue a su habitación y dejó en un asiento a Miko, mientras esté solo se sentaba al frente de esta.

M- Ahora que lo pienso... nunca te quitaste ese pinché estrés tuyo. —dijo mirándolo con una cara neutral—

Ó- Sí, lo se, pero quiero saber si el rubio acepta que me quite este estrés, no puedo esperarme más tiempo. —dijo mirando al rubio con un poco de deseo—

M- Despacio, si el quiere tienes que esperar un poco para que acepte, además tu lo compraste, así que por obligación tiene que aceptar. —dijo intentando levantarse algo que no logro— Mm... talvez te quites el estrés en la tarde así que mejor espera. —finalizo mientras se sentaba de nuevo—

Ó- Bien, me avisas cuando despierten, por el momento iré al baño. —dijo levantándose—

M- No, ve a mi baño, no quiero escucharte suspirar. —dijo directa ocasionando que Óbito se sonrojara—

Ó- ¿Como sabes que haré eso? —dijo aún sonrojado—

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