𝐓𝐫𝐚𝐢𝐜𝐢𝐨́𝐧 ; Mosbank

14

— ¡Papá! — Nunew corrió a los brazos del moreno y este lo alzó en brazos.

— ¿Cómo se ha portado mi pequeño campeón? — le hizo cosquillas.

— Muy bien, — respondió risueño ante las cosquillas — la profesora me ha puesto una estrellita en la frente — terminó de decir emocionado

— ¿Cómo es que habla se expresa tan bien? — le pregunto a Copter quien sonrió y negó con la cabeza.

— Tiene cinco años no dos Mos — puso la mesa y le sirvió al moreno — estábamos a punto de cenar únete a nosotros.

— Está bien, de todos modos he perdido mi puesto en el trabajo así que ya no tengo nada que hacer.

Copter se quedó quieto — ¿Ha sido mi culpa?

Él mayor negó — Es todo culpa mía, son las consecuencias de las decisiones que yo tomé, todo esto que esta pasando, la filiación, el divorcio y la perdida de la dirección sólo son responsabilidades mías. No hay otro culpable.

— ¿Van a divorciarse? — Mos observaba la sorpresa en su rostro al preguntarle — Yo no, no era mi intención, nunca quise que esto pasara pero es que, tu, tu me obligaste — le dijo sentándose a su lado y colocando a Nunew en su silla.

— Tarde o temprano se enteraría — ignoró la última parte que el joven decía — un hijo no es algo que puedas ocultar toda tu vida y Nunew tiene derechos.

— Gracias, de verdad que si por mi fuera no hubiera hecho esto, pero necesitaba el dinero, mis padres me dieron la espalda y con un hijo no era fácil conseguir un trabajo decente.

— No te preocupes, al final me alegra, Nunew es... mi hijo, aún es raro decirlo, pero eso me hace feliz.

Terminaron de comer y Mos salió junto al niño al jardín del condominio para jugar un poco.

Otros niños estaban ahí y se pusieron a jugar con él y su hijo, le había enseñado a Nunew a patear la pelota para anotar goles y le prometió inscribirlo a un club.

— Mi papá es genial — Nunew estaba emocionado cuando entro a su casa — nos ha vencido a todos y ha metido treinta goles.

— ¡Treinta goles! — exclamó Copter fingiendo sorpresa — ¡Eso es demasiado!

— verdad que sí — le dió la razón el niño, Copter le sonrió y le revolvió sus pequeños mechones negros.

— vete a lavar las manos y después te vas a la cama.

Nunew asintió y corrió hacia el baño, pero regreso de nuevo y le dió un beso en la mejilla a Mos — Buenas noches papá te amo.

Luego corrió de nuevo hacia el baño.

— Él te adora, realmente le hacías mucha falta.

— Creo que también me hacía falta a mi — admitió sonriendo.

— Por cierto no hay mucho orgullo en ganarle a unos niños de preescolar, pero tranquilo no te evidenciaré frente a él.

Mos sonrió a carcajadas — supongo que te debo una.

— Lo haces.

— Bueno me iré por hoy, no sé si pueda venir mañana, pero te avisaré.

— Por supuesto, esperaré tu mensaje.

Mos tomó sus cosas y se despidió, estaba por marcharse, estaba cerca de la puerta pero un impulso sorpresivo lo hizo regresar y abrazar a Copter — gracias, por darme un hijo tan maravilloso.

Copter quien estaba sorprendido mostró un leve sonrojo que antes las palabras del mayor floreció asintiendo — gracias también. — correspondió el abrazo.