En la casa de al lado siempre se escuchaban risas y gritos de alegría, una casa espaciosa pero acogedora. La unión de aquella familia era envidiable, pero más lo eran aquellas comidas en el patio con platos de todo tipo por la mesa.
No podía evitar sentir furia, tristeza y anhelo al mirar a la rebosante mesa.
Entré a mi casa con un pequeño rayo de esperanza de poder encontrarme con la misma escena, pero el golpe de realidad que recibí al entrar me derrumbó por completo, apesar de que ya habían pasado meses en la misma situación, cada día la realidad me golpeaba con más fuerza que el anterior; una mesa vacía.
Dicen que la esperanza es lo último que se pierde, así que con determinación me puse a abrir cada pequeño armario, cada pequeño cajón con tal de encontrar algo. Nada.
Su familia ya lo había perdido todo; a su madre, el trabajo de su padre, el coche, el dinero, y estaban a punto de perder su hogar, pero lo que dejó a esa familia devastada fue la pérdida de lo único que hasta entonces les quedaba, la esperanza.

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Navegando Entre Vidas
AcakMicrohistorias variadas que giran en torno a las diferentes perspectivas de la vida, diversas situaciones y formas de pensar que te harán trabajar con la empatia, una virtud tan fuerte y destructiva al mismo tiempo, tan importante, pero tan carente...