Cinco yo [Haruchiyo Akashi/Sanzu]

IV²

Locura, aún no termina.

Los capítulos anteriores fueron modificados hace tiempo, no es necesario releerlos, hazlo si quieres.

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Sanzu Haruchiyo supo que no solo era Ran Haitani quien estaba sumamente enamorado de él cuando abrió los ojos y sintió a los demás miembros de la Kanto Manji.

Vió los sonrojos mal disimulados de Rindou, el brillo en los vacíos ojos ónix de Manjiro, el olvido de un primer amor por parte de Kokonoi y, literalmente el amor de Kakucho, en verdad que lo sintió.

Pero había olvidado como amar hace muchos años, apenas podía con Ran Haitani y sus sonrisas, besos de buenos días, "te amo" murmurados, palabras melosas y sus miradas. Aquellas miradas que no podría ni quería ignorar.

Ran lo miraba de manera peculiar, como si fuera especial.

¿Así miraban todos cuando estaban enamorados? Esa era su única duda.

El Haitani le abrumaba, tan dulce como solo él podía serlo y tan ardiente como sol de verano, lograba sacarle de sus casillas y llegó a disminuir el número de personas con las que se acostaba. Ran era raro, no lo celaba ni se acostaba con alguien más y le hacía sentir como una persona horrible cuando seguía acostándose con otros.

Era una mierda, y no sabía porqué el Haitani aún estaba con él. O era un idiota o.... en verdad lo amaba.

El amor era algo extraño para él, no era un experto ya que sus relaciones pasadas fueron tóxicas, tampoco tuvo un buen ejemplo de sus padres, quienes se odiaban más de lo que se amaban. Los únicos que fueron un ejemplo para él sobre el tema fueron Wakasa y Shiniciro, pero no podía preguntarles al respecto, uno de ellos no estaba en el país y el otro estaba muerto.

Así que, llegó a pensar que el amor no tenía sentido, pero Ran, el maldito Ran -hacer sentir cómodo a Haru y amarlo mucho- Haitani tenia que venir y cambiar su punto de vista, cambiar lo que siente.

Su corazón y mente eran un desastre que desgraciadamente ya no tenía arreglo, su cuerpo estaba yendo por el mismo camino. Nunca en su vida había sido alguien torpe, Inocente, miedoso y rebelde talvez, pero nunca torpe. Y descubrió que cuando Ran estaba cerca se volvía terriblemente torpe, sacándole una risa al Haitani mayor que le hacía ponerse rojo.

Algunos dirán que Haru es malvado, malicioso, pero cuando estaba con Ran, era un pan dulce, blando, suave, amoroso y dulce.

Y solo Ran Haitani podía volverle así.

Entonces pese a ver y, de alguna manera sentir el amor de algunos de los miembros de la Kanto, hizo la vista gorda ante ello, ¿por qué? Porque no importaba cuántos lo amarán, Ran era el único al que quería darle una oportunidad. Otros no han hecho más que lastimarlo y herirlo.

Se concentro en Ran y nadie más, así debía de ser.

Y lastimo algunos corazones.

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; Rindou Haitani

Sonrojos mal disimulados, amor mal disimulado.