⸺capítulo ¹⁴

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Al llegar a la empresa, Lia subió corriendo las escaleras como niña pequeña y al entrar a la sala de prácticas comenzó a gritar que Scarlett tenía una admiradora secreta a lo que todas las presentes se le quedaron mirando sorprendidas.

― ¡Lia! ―grito en modo de regaño la pelinegra.

―Mira que no cualquiera te da rosas solo porque sí, ¿o me lo negaras? ―las mejillas de la chica se coloraron de nuevo a lo que llevo a Lia seguir haciéndole burla.

De alguna u otra manera debía ocultar muy bien sus sentimientos, pero tampoco iba a negar que se sentía un poco celosa por tal regalo por parte de una chica que no sabe quién es.

Suficiente tenía con Wooyoung.

―Scar tiene pareja, Scar tiene pareja, Scar tiene pareja~. ―comenzó a canturrear Chaeryeong también molestándola.

―Chae yo ya tengo novio, además, esto fue solo un obsequio repentino por parte de alguna de las chicas. ―ella misma admitió que eso se escuchaba raro.

― ¿Qué chicas? ―pregunto curiosa Yuna metiéndose a la conversación.

―Everglow ―contesto ella.

― ¿Las conoces? ―asintió la pelinegra a la pregunta también de Yuna

Abrió su botella de agua y las coloco dentro para que no se secaran, las acomodo a lado de su mochila mientras se dejaba caer en el piso para ver el regalo que Yiren le había dado.

Desde que se conocen, ningún 14 de febrero hacia faltan los regalos por parte de la otra. Desde cartas y dulces hasta collares de amistad o sino dijes decorativos para sus pulseras y llaveros. Siempre decían que el tamaño o lo costoso que fuese no importaba, que ellas siempre estaban felices de poder conservar el más grande regalo de todos los tiempos: la amistad.

Miro primero la bolsa, tenía diseño de patitos así que Scarlett supuso rápidamente quien había elegido la bolsa de regalo. Soltó una risilla de solo imaginarlo y abrió la bolsa para sacar su contenido. Un contenido que hizo hacerla gritar de la emoción logrando asustar a los presentes quienes estaban atentos mirando que le habían dado a la chica.

―No puede ser, no puede ser, no puede ser, ¡Yiren! ―saltaba emocionada en su mismo lugar mientras miraba las cosas que su amiga la pelirroja le había dado.

Era un conjunto de un collar en forma de copo de nieve y un anillo a juego con éste con adornos de pedrería falsa incolora que al exponerlas al sol brillaban en un azulado tenue.

Ella pego un grito emocionada de ver ambos regalos en uno, tomo el collar para colocarlo en su cadena que siempre colgaba consigo y el anillo lo deslizó por el dedo anular de su mano izquierda

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Ella pego un grito emocionada de ver ambos regalos en uno, tomo el collar para colocarlo en su cadena que siempre colgaba consigo y el anillo lo deslizó por el dedo anular de su mano izquierda.

―Ya se dejo ver la princesa del hielo. ―susurro Yeji a Ryujin quien la tenía a lado.

― ¡Me encanta! ―grito de nuevo la pelinegra―. Mi amiga sí que me conoce a la perfección.

Ese mismo día, en la noche, una larga llamada entre Yiren y Scarlett se hizo presente. Scarlett le agradecía por los regalos que le había dado, pero, sobre todo, tenía mucho interés de quien le había dado aquel ramo de flores a lo que Yiren siempre se negaba a contestarle.

La llamada no paso de las dos de la madrugada porque a esa hora una gran tormenta se vino así que debían cortar la llamada para que no pasaran cosas mayores por eso de los relámpagos y truenos.

Solo que aquí había un mísero detalle: a ella le daba todavía miedo las tormentas con fuertes relámpagos y truenos, no porque fuese miedosa, era más bien un trauma que desarrollo cuando era niña. De ahí, en cada noche de tormenta, acostumbraba a irse a dormir con su hermano mayor. Intento conciliar el sueño abrazándose a sí misma, pero no duro demasiado porque un estruendoso trueno se hizo presente logrando despertar no solo a Scarlett sino a Chaeryeong también quien se volteó en su cama y se tapó hasta la cabeza también abrazando un oso de peluche.

Tenía opciones, pero Chaeryeong quedaba descartada. Su segunda opción era Lia, pero el único problema era que su habitación tenía seguro puesto y como no tenerlo si ella obtuvo la suerte de tener una habitación para sí sola y no quería que nadie de las demás le molestara en su horario de sueño. Tuvo una tercera opción que era la habitación principal perteneciente a Ryujin y Yeji.

Camino hasta la primera habitación del pasillo, abrió la puerta con cuidado y se encamino hasta la cama de la líder, se sentía como niña pequeña haciendo esto, pero con toques ligeros trato de despertarla para pedirle el favor, cosa que no funciono porque Yeji estaba sumida en un sueño profundo del cual ni siquiera despertó cuando otro estruendoso trueno hizo acto de presencia.

Pensó demasiado, pero esta vez camino hasta Ryujin dando pequeños toques en la espalda de la chica. Si ella no se despertaba estaba descartado ir de habitación en habitación para pedirle a alguien que durmiera con ella. Si no tuviese el trauma definitivamente no estaría en aquella posición.

―Ryujin. ―primer intento de despertarla fallido―. Ryujin.

― ¿Qué quieres? ―pregunto con voz grave por lo dormida que estaba.

― ¿Puedo dormir contigo? No es que tenga miedo, solo, bueno, pasan cosas. ―pregunto explicándole provocando que Ryujin no entendiese.

La chica se lo pensó mucho, pero al final accedió, se removió en la cama para hacerle un espacio a Scarlett y así pudiera dormir a pesar de la lluvia.

―Prometo no molestar y tampoco roncar. ―le dijo a lo que la otra solo rió.

―Solo no te muevas cuando truene o relampaguee, ¿ente-... ―su pregunta se interrumpió cuando la combinación entre trueno y relámpago se presentó haciendo que Scarlett soltará un grito ahogado y medio pateara a Ryujin en su intento por darle la espalda―. Se hizo lo que se pudo aquí.

Y así ambas se quedaron profundamente dormidas.

ʀᴇᴄʜᴀᴢᴀᴅᴀ | ɪᴛᴢʏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora