La aldea que lo vió nacer guarda secretos, rumores que quiere confirmar.
Ha intentado averiguar sobre aquella época que la gente temía el toque queda, donde los jóvenes varones eran raptados, y familias eran masacradas.
Tuvo un hermano el cual desapareció por aquel tiempo cuando fue a ver la siembra, eso le habían contado sus papás.
Era un niño cuando pasó, a penas lo recuerda con vestido con una camisa blanca manga larga, a veces le pregunta a su mamá de cómo se sintió, ella le responde que no esté hablando de esas cosas, que está prohibido. Y su papá… sólo le golpecitos en la cabeza, pasaba de largo su pregunta.
Se topó con un hombre viejo que le contó un poco; el señor lo metieron ahí, era guardian y vigilaba estudiantes cuando su grupo tomaba una escuela, su líder era una mujer, pero sólo eso.
Nunca supieron qué le pasó.
Nada más la lápida, ni un cuerpo al cual llorar.
No sabe qué sentir, le da miedo meterse en algo que le pueda costar la vida, algo le dice: no es correcto ignorar, pero la cobardía le gana.
En algunas noches se levanta de la cama y se sienta en cualquier parte de la casa para pensar:
¿Cómo se sentiría si lo tuviera a su lado?
Ya no quiere estar solo.