Dios tenga piedad de mi alma.
Miro mis manos.
Tienen mechones de cabello producto de mi arranque de desesperación.
¿Dormiré hoy?
Hace tiempo que la angustia gobierno mi sueño, pienso: ¿Qué dolencia sufriré mañana?
Cada día un nuevo dolor.
¿Qué pasará cuando sea mayor?
He escuchado tantas historias de personas que mueren de enfermedades terribles y me consume me consume.
He ido a muchos doctores y ninguno me de una solución. A veces intento resignarme, pero es eso.
Intentos y no logros.