Mi pequeño dulce (Murasakibara x Lectora) (HIATUS)

Capítulo 2 ( Mi pequeño dulce)

Aquel día después de clases fui al gimnasio. Este estaba dividido en dos partes. La primera era claramente una dedicación al baloncesto, y la segunda aparentaba una pista de carreras como esas que hay en los centros deportivos, o en las olimpiadas. La verdad es que era bastante grande. Nunca me había dejado de sorprender su tamaño a pesar de ya llevar unos meses aquí....Es cómo...ese chico tan molesto....

Cuando entré ( la verdad sólo me quedé en la puerta) había mucha gente jugando y practicando, pero bueno, no era ninguna novedad, en dos semanas había un importante partido.

Yo estaba realmente atontada mirando como jugaban aquellos chicos (entre ellos Himuro), casi me daban ganas de ir y jugar, era nostálgico. De repente, alguien que se situaba detrás mío me dio unas palmaditas en el hombro izquierdo, era el pelivioleta.

-Necesito que...hablemos-Dijo cuando ya me giré para verlo- Después de mi entrenamiento...

-¿Entrenamiento? Estás en el club de baloncesto? ¡¡Lo sabía!!- dije sonriendo- Y algo más, hablaré contigo sólo si me dices tu nombre.

-Que molesta-susurró-Murasakibara Atushi. Eres muy extraña.

-Suponía que dirías eso- Aunque este tipo sea un borde, tiene su lado débil, me pregunto si debería aprovecharme...., bueno, mejor no. Acabaré aplastada.

Entonces entré, y seguidamente él también entró. Pocos minutos más tarde, la entrenadora salió de una habitación que había al fondo del edificio, y al darse cuenta de que yo estaba allí, se acercó.

-Que bien que hayas venido, ______-chan, ven por aquí por favor.- Dijo cogiéndome del brazo, pero dos segundos después exactamente, se giró-Murasakibara, haz que los miembros se coloquen en fila.

-Quee? No, me da pereza....- Negó el chico con la cabeza.

-Acaso no me has escuchado? Que los avises! O sino....- La entrenadora sacó una espada de madera de la manga, me parecía increíble que cupiera en ese estrecho lugar, ya que su chaqueta estaba hecha de licra. Pero también era extraño que llevase una espada en primer lugar, claro. Yo no lo había notado.

-Vale, vale, ya voy!- Y Murasakibara fue a avisarlos a todos. Himuro se dio cuenta de mi presencia y me saludó con la mano; le devolví el saludo también.

****

-Bien, chicos, como todos sabréis nuestra mánager, Tsubaki-san ( por decir algún nombre xD) se fracturó el brazo y ahora no podrá atendernos bien. Por lo que he decidido buscar una suplente- Entonces me hizo con la mano el gesto de "ven ven" y avancé dos pasos, para encontrarme en posición paralela a la entrenadora-Ella es ________ _________ .Portaros bien con ella. Ahora tengo unos asuntos importantes que atender y no puedo quedarme, así que os dejo solos.

-Entrenadora! No quisiera ser cotilla pero es sobre el partido contra el Seirin?- dijo un miembro del club al cual no había visto nunca.

-Puede....en fín, me voy ya. Adiós.- y se fue por esa habitación por la que antes había salido para atenderme. Como no tenía ni idea de lo que hacer, le pregunté al miembro que le había hecho una pregunta a la entrenadora Masako. Se lo hubiese comentado a Himuro, pero no tenía ni idea de donde estaba...

-Perdona, que debo hacer yo ahora?- dije

-Pues....podrías traernos agua, por favor?- me respondió alegremente

-Ah! Sí, claro...por cierto, te llamas...?

-Kensuke Fukui, encantado mánager!

La fuente más cercana estaba bastante lejos, en el patio donde vi por primera vez jugar a Murasakibara baloncesto. Y yo tenía que llevar, no sólo las botellas de agua de los titulares, sino de todos los "habitantes" del gimnasio, que eran unas diez u once botellas de litro. Al llegar empecé a dejarlas en el suelo para ir llenando una por una, de momento iba bien hasta que tuve que cogerlas todas de nuevo para dárselas a los jugadores. Sí, se me cayeron al suelo, yo junto con estas. Y como no, vinieron mis príncipes andantes para ayudarme a llevar las dichosas botellas. Que eran obviamente Himuro y Murasakibara. O....el gigante y el ciego? Vale, no. Estoy cabreada porque se me han caído las malditas botellas.

-Te encuentras bien?- me preguntó Himuro preocupado.

-Sí, eso creo...-mis ojos cambiaron de dirección, ya no miraban a Himuro.

-Te ayudamos a cargar todo esto?- Me dijo Himuro amablemente.

-Puedo...sola, me he caído por un descuido, el suelo está lleno de agua y resbala...- me excusé, y volví a mirarlo, también, Murasakibara llevaba un dulce en la boca, no me había fijado antes.

-El agua que has tirado tú _____-chin- dijo el pelivioleta.

-Ah, sí, tienes toda la razón, Murasakibara-kun.- dije un poco irónica y con un tono de voz más bajo.

-Vamos, te ayudaremos, no puedes hacer esto sola. No te niegues, no tienes que hacerte la fuerte delante de nosotros.- me sorprendió lo que dijo Himuro, ya que en parte, tenía razón. Y me daba rabia. Pero tenía que aceptarlo, está decidido: no me haré la fuerte delante de estos dos peculiares jugadores de baloncesto. Al final volvimos al gimnasio sanos y salvos, aunque tenía frío, cuando estaba llenando los envases de agua, me mojé enterita. Encima mi atuendo no era muy cálido que digamos ( a propósito, eran unos shorts de deporte azul marino y una camiseta de manga corta de color blanco.)

-Aquí teneis, *achus*- les dimos las botellas a cada uno de los jugadores. Yo, Himuro y Murasakibara. Este último nombrado me estaba mirando de reojo, pero no le dije nada. Ah, espera, que él quería hablar conmigo!

Tuve que hacer las tareas de todos los que habían allí,era increíble que la otra mánager pudiera soportar tanta carga, quizás...cuando se recupere pueda ayudarla aquí. O algo...¡Pero tenía que apoyarlos a todos! Aunque, básicamente sólo les ofrecí bebidas y toallas a los jugadores y poca cosa más...en fín. Se acercaba la hora de recoger, así que me despedí de Himuro y fuí fuera del gimnasio con Murasakibara, era un paisaje realmente hermoso, fuimos a un parque y el cielo del atardecer anaranjado...me traía recuerdos de cuando era niña. Nos sentamos en un banco para platicar.

-Murasakibara-kun...¿de que querías hablarme? *achus*- dije confusa y preocupada.

-Verás, yo...esta mañana, te ví comprando dulces...-me dijo vagamente y a la vez colocándose un dedo en los labios.

-¿Sólo me querías por unos dulces? Pensé que era importante! - dije enojada de golpe.

-_______-chin. Quiero ir a comprar dulces contigo.- me soprendió lo que dijo. Un momento, es lo que creo que es?...y me sorprendí

-C-cómo? Comprar dulces?- si es eso, mejor que venga alguien.- Ah, pues llamémos a Himuro.

-No. Me niego. Himuro es muy estricto en cuanto a los dulces que cojo. Vamos tu y yo. Si tienes alguna queja, te aplastaré.

-Pues entonces iremos los dos....-no quiero estar a solas con él, aunque si vamos a algún centro comercial o algo por el estilo no pasaría nada. Y tampoco quiero que me aplaste.- *achús*

-El sábado en el centro comercial. No llegues tarde- seguidamente se levantó del banco en el cual estábamos sentados y se fue, pero se giró una última vez. Se sacó su chaqueta ( era la del uniforme del equipo de basquetball) y me la lanzó a la cabeza.

-¿Qué quieres que haga con tu chaqueta?- dije quitándomela de encima.

Él me miró de arriba a abajo, y cuando terminó de inspeccionarme, me dijo:- Se acerca la noche, y con esas ropas mojadas y cortas podría pasarte cualquier cosa- dijo girando su cara -....aunque no creo que te pase nada...-susurró. Pero resulta que lo había escuchado perfectamente, que gracia.

Al final yo también me fui de allí, sin embargo por la dirección contraria a él. Por alguna extraña razón el tener la chaqueta del pelivioleta me hacía sentir segura, pero no me gustaba ni nada. Iba con él el sábado para comprar dulces. Aunque no me gustara en el fondo era una buena persona, o algo...

FÍN

EHHHHH, HOLA! XD

PERDÓN POR TARDAR TANTO! Y UNA COSITA MÁS...AGRADECERIA MUCHO QUE ME DIERAN IDEAS! DE VERDAD :3

LA ACTITUD DE MURASAKIBARA ME IMPIDE CENTRARME EN EL ROMANCE, Y CUANDO LO HAGO, LA ACTITUD FALLA MUCHO, ES TERRIBLE DE VERDAD, ME CUESTA CADA VEZ MÁS ESCRIBIR... ESPERO QUE NO OS MOLESTE MUCHO QUE CAMBIE UN POCO LA ACTITUD DEL PELIVIOLETA.

GRACIAS POR LOS VOTOS !!!! ^^