𝑳𝒊𝒇𝒆 𝑶𝒏 𝑬𝒂𝒓𝒕𝒉 (𝑻𝒓𝒂𝒅𝒖𝒄𝒊𝒅𝒐) ✓

Día 7: Celos

No estaba espiando y no estaba celoso.

Bardock era un hombre que necesitaba un nuevo par de jeans. Viajó a la Ciudad Mora, donde había muchas tiendas que podía visitar para comprar los jeans que deseaba. Fue una coincidencia que Ciudad Mora sea el mismo lugar donde su pareja tenía sus clases de cocina. También fue una coincidencia que hubiera una tienda de ropa al lado del edificio donde su pareja tenía sus clases de cocina. Fue otra coincidencia que llegara a la tienda de ropa al mismo tiempo que comenzaba la lección privada de su pareja. Clases de cocina donde Gine está sola con otro hombre.

Clases de cocina, Bardock resopló. Si ese viejo tonto de Son Gohan supiera cocinar, Gine no estaría tomando estas clases.

«Ese viejo vive en este planeta toda su vida y no puede cocinar una comida decente».

Viviendo con Son Gohan, Bardock, Gine y el bebé Kakarotto sobrevivieron con los granos duros de Son Gohan que él llamó pan. Carne gruesa y dura que asó a la parrilla sobre el fuego. Hojas verdes y blandas y raíces extrañas que Gohan arrancó del suelo. Una vez, Gine acompañó a Son Gohan a un mercado. Allí, encontró un libro ilustrado de recetas de la Tierra. Gine le pidió a Gohan que le enseñara a preparar los platos, pero el anciano solo sabía cocinar la comida que recolectaba de la tierra.

Durante sus primeros días en la Tierra, Bardock y Son Gohan trabajaron juntos para construir un hogar. Con el dinero que adquirió vendiendo madera, pescado y carne de dinosaurio, Bardock proporcionó las comodidades necesarias en un hogar en la Tierra. Compró una estufa y un refrigerador. Gohan entendió el propósito de un refrigerador, pero no sabía cómo usar una estufa debido a su estilo de vida ermitaño. La autora del libro de la Tierra que leyó Gine tenía un negocio de catering y ofrecía clases en Ciudad Mora. Dos veces por semana, iba a la ciudad de Mora para recibir lecciones de cocina del Sr. Kentaro Takagi o Kentaro, como lo llama Gine. Gine regresaba a casa después de cada clase increíblemente feliz. Gine habló de Kentaro; que simpático era; cuán comprensivo era; que gran maestro era.

Como Gine no sabía nada sobre cómo cocinar la comida de la Tierra, estaba detrás de todos en la comprensión de los conceptos básicos. Era una genio cortando carne, pero no entendía qué eran las cucharillas y las tazas medidoras. Se avergonzó el primer día de clases cuando Kentaro les pidió a sus alumnos que separaran dos huevos. Gine colocó dos huevos en el extremo opuesto de su mesa.

Mientras los estudiantes se burlaban de Gine y se reían a carcajadas cuando, después de explicar cómo separar los huevos, ella aplastó los huevos de cáscara delgada en sus manos, Kentaro decidió ofrecerle a Gine lecciones privadas una hora después de la clase hasta que estuviera al día con todos. Necesitaba lecciones después de cada clase del curso de doce semanas. Mencionar a Kentaro el día de sus clases no atrajo la atención de Bardock, pero cuando Gine mencionó a Kentaro los días que no tenía clases, se preguntó si le gustará el plato que preparó para la tarea de la clase, se preguntó si aprobaría la comida que preparó para él, Kakarotto y Gohan, Bardock empezó a sospechar.

¿Por qué este hombre estaba tanto en la mente de Gine? ¿Por qué le importaba si a Kentaro le gustarían las comidas que preparaba? Él, Bardock, es a quien Gine debería querer impresionar. Bardock no estaba celoso. Eso era ridículo, pero si había un hombre cuyo nombre salía tanto de los labios de Gine, un hombre a quien ella esperaba que le gustara su cocina, ¡debería ser de él!

No estaba espiando y no estaba celoso.

Era un hombre que miraba desde una ventana a otro hombre parado cerca de su pareja mientras la ayudaba a mezclar carne molida y polvos llamados condimentos y los colocaba en un plato de vidrio. Mientras se cocinaba en el horno, Kentaro ayudó a Gine a mezclar polvos secos y líquidos en una mezcla cremosa y verterla en un molde redondo. Bardock los vio hablar, limpiar y sacar los platos terminados del horno. Esos se veían bien. ¿Gine le traerá eso a casa?