― Soy Noelle.
Después de tener un reencuentro inesperado y lloriqueos por parte de los dos, la chica notó que Liebe estaba cansado, incluso parecía que se le dificultaba poder pararse. No sabía que tan tarde era, pero no podía dejarlo solo, de hecho, no quería. Se separó un poco del chico, observó a los lados, teniendo advertencia si es que alguien aparecía. Nada. Se retiró su abrigo y se lo colocó a su compañero al momento, aunque este ya estaba abrigado, pero su mente solo repetía la palabra: Protégelo. Quería ser más liberal con sus movimientos, pero no quería incomodarlo; sin embargo, sí que le costaba.
Se levantó despacio para que Liebe repitiera lo que hacía, lo cual funcionó y al final ella se giró para agacharse un poco, esperando que entendiera. Pasaron segundos y no sintió su cuerpo en su espalda. Lo miró de reojo y supo que todavía no había confianza, pero era la única solución, es decir, es lo que pensó si es que no quiere ser cargado como una princesa.
― Puedo irme solo. ― espetó él, apretando el abrigo de ella más hacia su cuerpo. La chica negó al instante ― Está bien, no te preocu-
Entonces Liebe pudo sentir la brusquedad en la que ella caminó hacia él. Levantó la mirada y miró como el humo salía de sus labios por causa del frío, pero también porque ella estaba respirando por la boca con agitación.
― No me rechaces, Liebe. ― la chica lo miró fijamente, entonces, colocó su mano en la gorra de este, acariciándolo, tratando de darle un pase, de que no sea incómodo aunque recién se conozcan ― No puedo dejar que estés solo en este estado, tampoco quiero separarme de ti. Te dejaré en tu casa. El recorrido será rápido. ― Liebe la miró con una ceja alzada, preguntándose como podía saber la duración hasta su morada. Ella estaba tratando de convencerlo con todo lo que tenía, porque tendría que hacerlo ahora o su instinto le ganaría ― Tengo carro.
― Acepto.
Él estaba odiando como se estaba comportando frente a ella.
Parecía tan... sumiso.
― Aquí está su té.
Noelle aceptó la taza, mirando la mujer de cabello gris.
Ahora mismo, la adulta estaba sentada frente a ella, agarrando sus manos entre ellas, golpeando el suelo con sus zapatos por la desesperación que le carcomía el alma. No podía creer que en un día, una vida pueda cambiar, no, vidas. Su pequeño, su sol, su hijo... encontró a su alfa. Licita, en serio, creía que no lo haría, es decir, no quería que sus pensamientos sean malentendidos, pero pretendía que Liebe, el menor, viviera con ellos para siempre. Bajó la mirada y calmó sus piernas. Seguía en etapa de negación. Levantó sus ojos y encontró la mirada con la chica, cosa que rompió al momento.
― Señor-
― ¡Esto!... Esto es difícil de procesar... No puedo pensar con claridad, solo pienso en que mi hijo se va ir de mi lado... ― mordió su labio inferior ― No permitas que-que... no lo apartes de mí, por favor, por favor, por favor. Todavía tengo que seguir criándolo, a mi bebé, a mi cachorro.
Noelle solo miraba las escaleras que daban al segundo piso, en la misma que ella subió cargando al chico para dejarlo en su cama ya que este se había quedado dormido en el transcurso del camino.
Quiere estar a su lado.
― ¿Eres buena, verdad? ¿Eres buena alfa, cierto?
Las preguntas de Licita llamaron la atención de Noelle, quien la miró de reojo.
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TSUNAGU つなぐ
Fanfiction📣 Fanfiction | BC | Liebelle. La vida es capaz de dar segundas oportunidades.