El sol comenzaba a descender en la hermosa ciudad de Londres, las luces de la calles comenzaban a encenderse por inercia, debido a la ausencia de iluminación . Una bonita puesta de sol, algo ya acostumbrado por lo habitantes de la zona, y algo un poco novedoso para algunos turistas que pasaban por ahí visitando los sitios que ofrecía la ciudad. Sin embargo, esto a Jack Conway parecía no importarle , el cual , miraba su reloj ; este mismo se encontraba en su mano izquierda , y lo llevaba observando hace algunos minutos con mucha insistencia, mientras zapateaba su pie derecho a modo de impaciencia. Sin duda, la impuntualidad era algo que no le hacía para nada de gracia, no le gustaba que la gente jugará con su tiempo, sobretodo cuando ya llevaba una hora esperando , aún así, decidió que está era una excepción, se trataba de su hijo, recordaba exactamente como este quería hacer las pases y recuperar todo el tiempo perdido . Al recordar eso, se detuvo, suspiro y miro un punto muerto en el cielo tratando de buscar algo de calma , no debía de estar así, ¡Era su hijo! , ¡Estaba aquí por el! . Se trataba nada más y nada menos que Gustabo, tal vez estaba exagerando las cosas, si, de seguro eso era.
Suspiro, y finalmente sonrió por primera vez en el día, tal vez estaba muy agobiado por el viaje en avión que tuvo , y , que digamos , un bebé llorando y un niño malcriado golpeando su asiento por no obtener lo que quería no era los más agradable del mundo, y la mamá parecía no importarle, sin duda, eso fué la estocada final.
Pero, si se ponía a pensar , nada se comparaba a la vida en Los Santos. Sin duda, lo primero que Conway noto al llegar a la ciudad Europea, era la increíble calma y organización que mantenían , eso lo hacía sentir algo fuera de lugar, se acostumbro tanto a estar todo el día metido en cualquier cosa , ya sea un código 3 o inclusive estar dando porrazos si así era necesario, a los ciudadanos de la zona , precisamente en garage central. Sin duda, y de cierta manera, era algo que añoraba, y al mismo tiempo no, un sentimiento ambiguo que a Conway le gustaba , podría decirse, que se había acostumbrado a la rutina, y , de la noche en la mañana ya ni siquiera se encontraba en los Santos, si no en Londres, ya no era más el Superintendente, no tenía autoridad ahí. Dejó esos pensamientos de lado, debido a que escucho una voz algo conocida, por lo cual, instintivamente lo hizo voltear hacia la derecha, que era donde provenía la voz , no lograba reconocer quién era, debido a que esté llevaba un gorro, además de que estaba de espaldas, y , por lo que pudo divisar , estaba hablando con alguien más, ¿Llamativo? , Si , supongo que esas eran las palabras adecuadas.
Suspiro, ya sabía de quién se trataba, y , seguramente le estaba gastando una broma.
_Ay Gustabin, ¿No has cambiado, verdad?_chasqueo la lengua mientras se acomodaba su ya tan acostumbradas gafas oscuras. Camino directamente hacia los dos chicos que parecían aún no notar su presencia hasta quedar detrás de ellos, logrando escuchar un poco de su conversación , aunque tampoco era la gran cosa.
_Siento haberte..._ Fué lo que escucho salir de los labios de Gustabo, debía decir que se veía algo diferente , un poco cambiado, incluso su voz era algo fina, aunque no es para menos, han pasado muchos años desde la última vez que se vieron, además, el siempre era alguien que le gustaba la ropa, tal vez no al nivel de Horacio, pero debía decir que mantenía su característico encanto , aunque claro, algo tenía que hederar de el. Decidió intervenir, al ver que Gustabo creía que al que tenía delante suyo, era el, seguramente era una pequeña jugarreta , nada fuera de lo común tratándose del rubio.
_¿De verdad me has confundido con este?_Dijo en su acostumbrado tono de voz grave , mirando a través de sus gafas oscuras, dando un aire imponente que asustaría a cualquier que lo viera de buenas a primeras, y , para el Italiano está no fue una excepción, lo volteo a ver y por poco no se desmaya en ese mismo lugar , sin embargo, recobró su compostura recordando a lo que venía en Londres, además, había pasado peores cosas como para caer por una pequeñez , ¡aunque vaya primera impresión! , de todos modos , pudo divisar lo bien parecido que era Conway, ya lo había visto en una imágen del expediente que estuvo investigando sobre el, sin embargo, de cerca claramente era otra cosa, podía mirar mejor las facciones de su cara, y Toni debía decir que de cierta manera le parecía 'curioso' , el sabía reconocer cuando alguien era atractivo, y quién no. Aunque claro, nadie superaba la belleza italiana, y eso hizo que sonriera de manera socarrona, lo cual hizo confundir por un momento a Conway.
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Un pequeño cambio [Tonway]
De Todo¿De verdad valía la pena dejarlo todo por el? . [Tonway] Es mi segunda historia, así que no se asusten si ven algún error jaj, denle una oportunidad, de verdad espero que disfruten la historia.