Existen leyendas que se ganan su reputación a base de trabajo duro.
Existen personas, hijos de leyendas, que siguen el camino de sus progenitores.
Y luego estoy yo, el iniciante que cometió el error de meterse con el Agente 043, el agente por el que...
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043
Me quedo quieta, mirando los cuerpos calcinados de los antiguos agentes. El olor a carne quemada es bastante fuerte, pero soy capaz de soportarlo. Dejo el cuarto cerrado y subo a mi oficina.
En un primer momento lo que quería era estar oculta a la vista de todo el mundo, como una fábrica abandonada o similar, pero eso solo lograría generar preguntas sobre pagos de hipoteca, escrituras de la tierra y demás. Si a eso le sumamos las cosas que hacemos, la cantidad de cuerpos que traemos en algún momento iban a levantar algún tipo de sospecha, lo que acarrearía a una investigación, así que dejé que nos fuéramos perdiendo, quedando olvidados. No estoy muy segura de si es correcto decir que mi mayor error fue empezar a usar los recursos de la sociedad actual, pero está claro que no fue la mejor manera de manejar las cosas.
Durante siglos me he sentado a ver cómo la humanidad se destruía, se fortalecía y buscaba nuevas maneras para destruirse. Los consideré efímeros demasiado pronto y solo cuando he estado muy cerca de perderlo todo, me he dado cuenta de que cuarenta años, setenta, soportando a un mismo mortal es peor que una piedra en el zapato. Prescindir de ellos, de su dinero, y eliminar todo contacto con nosotros no va a ser lo más fácil. Me puse en la nómina de muchos jefes de estado, gobernadores y demás, ahora tengo que buscar la manera de salir sin levantar muchas sospechas ni incitar una búsqueda. Lo último que necesito en este momento es que un gobierno envíe a sus matones militares porque piensan que puedo dejar salir uno que otro secreto o que les permitiré adueñarse de la tecnología que llevo años desarrollando, lo cual no es el caso.
Aquí abajo puedo tener todo lo que necesito, lo único que tengo que decidir es la manera en la que voy a controlar a los agentes.
Necesito investigar si la locación ha quedado comprometida. No voy a darme el lujo de empezar en otro lugar, así que la única opción es deshacerme de todos los que pueden estar cerca de averiguar demasiado.
No creo que quede ningún topo, pero por desgracia la única forma en que puedo estar segura de ello es si destruyo todo.
Tomo asiento en mi escritorio, mirando las pantallas que me muestran lo que queda de la agencia. Si han conseguido burlar mis cámaras, desarrollar herramientas sin que yo lo supiera y beneficiarse de lo que he conseguido para dárselo al resto de la humanidad... entonces no sé lo que estoy buscando.
Casi puedo sentir como si colocaran un botón rojo gigante frente a mí, uno que me permita desaparecer de la faz de la tierra todo lo que hay aquí. Lo único que me detiene de hacerlo es que no puedo creer que haya pasado más de cuatrocientos años intentando escapar de esto para terminar así: sin respuestas, sin lo que quiero.
Suelto una maldición en dirección al techo, al maldito destino y a los planetas cuando decidieron alinearse. No es como que ahora esté más cerca de lo que estuve antes, pero sí hay una manera de seguir avanzando.
Paso una mano por mi rostro cuando me doy cuenta de la estupidez en la que estoy pensando. Solo considerarlo merece que me ponga una bala en la cabeza, pero no se trata solo de una idea, puede ser la única solución.
Empiezo a revisar los archivos en la computadora, comprobando que los rastreadores han quedado desactivados y que la muerte de los agentes está comprobada. Reviso cada uno de los archivos, clasifico a cada agente en base a los avances que tuvieron con respecto a los experimentos, sus destrezas, los que tenían mayores posibilidades de continuar vivos si no les hubieran metido una bala en el cerebro y cuando termino, me doy cuenta de que las cosas habían estado funcionando mucho mejor de lo que pensaba. Quizá por eso todo empezó a torcerse.
Me levanto y busco los archivos en los que estaba trabajando 901. Dejé de ponerle atención a los agentes, dejándolo en manos de 59, mientras me ocupaba de preparar todo para el próximo avistamiento.
Los resultados de los estudios no son muy alentadores, empezando por el hecho de que 901 no estaba tan cerca como me habría gustado. Quedan demasiadas cosas que estudiar, demasiados cabos sueltos, lo que significa que tendré que buscar a algún experto para que continúe con la investigación.
Respiro hondo, intentando calmarme. Todo lo que habría podido salir mal, lo hizo. Lo único que puedo hacer ahora es prepararme para pelear de nuevo. Falta el tiempo suficiente como para permitirme crear una fuerza desde cero, el tiempo suficiente como para desarrollar el artefacto correcto, lo único que necesito es a las personas adecuadas y asegurarme de mantenerlos vivos hasta entonces.
Si mirara todo esto desde afuera, estoy segura de que catalogaría todo esto, toda esta necesidad de buscar una solución, como una estupidez y una pérdida de tiempo, pero soy la demostración de que no es imposible y no me detendré hasta tener lo que quiero.
Durante los siguientes días lo único que soy capaz de hacer es concentrarme en conseguir la información que necesito, además de revisar la seguridad y asegurarme de no tener más puntos débiles.
Lo haré una última vez, y en esta ocasión, las cosas saldrán tal y como las planeé.
