Nos encontrábamos en una pijamada en casa de Ama y Fili
- ¿Cuanto tiempo más vamos a esconder lo nuestro? - Le pregunté a Ari mientras acariciaba su brazo.
- no lo sé, ¿Unos días más? - Me respondió haciendo que soltara un suspiro de frustración.
- no quiero seguir escondiendo más todo esto - Comente - Quiero que todo el mundo sepa que te amo - Ari me miró mostrando una pequeña sonrisa.
- Sabes que si lo decimos vamos a herir a muchas personas - Me recordó
Sabía que enamorarme de la ex-novia de uno de mis mejor amigos, tarde o tempranos podría ser un problema.
Sabía que decirle a Juan podría romperle el corazón, pero vamos, ellos ya no están juntos y yo la amo demasiado.
Decirle a todos nuestros amigos que estábamos saliendo desde hace algunos meses podia hacer que me odiarán.
- ¿Podemos dejar de pensar en eso? - Pidio - Te prometo que pronto todos lo van a saber y seremos felices tú y yo, solo necesito un poco de tiempo -
Solo la abracé por la cintura y terminamos de ver la película que ella eligió.
Nunca pensé que amar a una persona podría traerme muchas consecuencias.
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A la mañana siguiente alguien tocó a mí puerta, me levante y pregunte quien era.
- Rivers, soy ama dice Filis que bajes, ya está el desayuno... ¿Oye, no viste a Ari? - Pregunto
- No, me acabo de despertar, no la he visto - Grite
- Bien, si la ves dile que ya vamos a desayunar - Dijo y se fue.
Regrese a mi cama y comencé a mover a Ari.
- Oye, vamos levántate, es hora de bajar a desayunar - hablé dejándole un beso en la frente - Ama ya pregunta por ti y no quiero que nos cache de nuevo.
Ella comenzó a despertar
- ¿No que quieres que sepan todos? - dijo al levantarse
- Si, pero no quiero que se traumen, de nuevo como Ama - Bese suavemente sus labios y la vi alejarse lentamente a su cuarto.
Poco después terminé de arreglarme y baje con todos a desayunar.
Ari a pesar de ser ex de Juan también era su amiga, y eso me ponía celosa, aunque nunca lo quería aceptar.
- Deja de mirarla, vas a inundar mi casa - Escuche a Ama a lado mío.
- ¿Qué? ¿Yo mirándola? Hasta crees, para nada - Dije intentando disimular.
- Si, aja, y no estabas babeando por ella como perro por un hueso - Me dijo con una sonrisa burlona - ¡Ay! Por favor rivers, ya te conozco hasta los limones, ¿Crees que no voy a conocer la cara de enamorada que pones por mi hermana? -
- Calla, no me recuerdes eso, aún me da vergüenza verte a lo ojos - Dije
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Por la noche decidimos salir de antro, Ari se encontraba hablando muy a gusto con Juan, solo podía verla reír y pasarla bien con el.
