Tú... Prohibida tentación. [John Doe x Reader] |Religion AU|

Sueños.

Ya te habías acostumbrado más al extraño lugar al que te habías mudado. Mantenías comunicación constante con tus padres y el trabajo en la gasolinera iba bastante tranquilo, bueno, excepto por las continuas visitas de Doe.

Un día más en ese mismo lugar.
Comías una bolsa de frituras mientras te recostabas en el asiento subiendo los pies al mostrador.. Porsupuesto, para nada profesional pero no parecía importarte pues tu jefe o compañeros solo pasaban de largo.

Tus dedos se apoyaban en los "brazos" de esa silla un tanto incómoda, golpeteando con la yema creando un conjunto de ritmos algo apresurados que si se prestaba atención suficiente resultarían en una canción.
Las horas parecían más lentas de lo normal, tus ojos comenzaban a cerrarse lentamente hasta que tus párpados se aferraron a llevarte por un camino de sueños.

Nada fuera de lo normal, solo dormías cuando de pronto las imagenes comenzaron a proyectarse en tu mundo de descanso.. estabas ahí, el un campo de margaritas, algo parecido a los prados cerca de la iglesia, solo que era todo más brillante, el sol pegaba justo en tu cara, llevabas puesto un short y una camiseta blanca.. podías sentir el pasto en tus pies y olías el perfume de aquellas flores que te resultaba tan agradable.
Un clima sin dudas perfecto.

Todo era tan real que claro, no te percataste que estabas soñando por lo que empezaste a caminar como si nada más importase.

La paz y la quietud se fueron desvaneciendo lentamente, pues aquel día soleado comenzó a transformarse un poco creando así unas nubes grisaseas y una obscuridad tan peculiar que podría decirse era una manera rara de separar el ambiente.

— ¿Mm...?

Estabas confundido, pues aún podías sentir la calidez del sol que.. incluso parecía ir en aumento.
El cielo se hacía cada vez más obscuro pero la temperatura subía y subía hasta el punto en el que todo parecía quemarse.. la pureza de las flores blancas estaba siendo arrebatada y convertida en ceniza por una entidad que estaba más allá de tu comprensión, pues lo que parecía simplemente nubes a su vez parecía ser la llegada de alguien, mismo que no podías encontrar una forma o rostro definidos, pero lo que sí estabas seguro era del pánico que te hacía sentir.
Tu corazón latía fuertemente, el ambiente comenzaba a quemarte y sentías como algo te desgarraba desde dentro.

Mientras más veías a esa cosa más aumentaba el dolor, solo que.. era tan hipnótico que por más doloroso que aquello resultase.. simplemente seguías viendolo.

En tu cabeza comenzaron a sonar susurros, susurros y gritos desesperados, casi agonizantes y desgarradores que retumbaban por toda tu cabeza provocandote una sensación de que esta explotaría en cualquier segundo.

No podías más, cada vez era peor, unas risas se unieron a tu tortura al igual que una perturbadora tonada casi burlona y tétrica...

En un grito, terminaste despertando de aquella pesadilla.
Desconcertado comenzaste a ver a todas partes rápidamente mientras sentías el sudor frío caer por tu rostro.

Tu respiración comenzó a regularse de poco a poco, solo para percatarte de que.. tu cuerpo entero tenía heridas de quemadura y rasguños.
No podías ver todo, pero podías sentirlo; quizá no en la misma intensidad pero si lograron que un par de lágrimas cayeran por tus mejillas.

— ¿Qué demonios es ésto...?

Tus brazos descubiertos estaban siendo admirados con terror, pues habían marcas realmente muy horribles que volvieron a hacer que tu corazón se acelerara pero por suerte iban desvaneciéndose al igual que el dolor.

— Esa cosa...

Sí, parecía algo así como lo escuchado y apenas visto en aquella iglesia...

En tus brazos quedaron un par de marcas que parecían una especie de códigos.

Esa era la marca de aquel ente maligno.. el mismo que ya te había reclamado para ser su próximo "elegido".

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Estuvo potente la enfermedad eh, pero ya estoy de vuelta, listo para darles más entretenimiento con su propio sufrimiento.

-Jack fuera.