2. Mi nueva vida.

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La luz invadía mi nuevo cuarto. Me desperecé y decidí ir a desayunar.
Al entrar a la cocina me encontré con Robert.

-Buenos días - saludé al entrar.

-Buenos días, ¿has dormido bien? - me preguntó mientras se llevaba su taza de café a la boca.

-Sí, me gusta mucho la habitación. - cogí una taza y la leche.

-Bueno, pues hoy nos vamos de compras, necesitas libros para el instituto, me llegó ayer la lista de los que necesitas, también compraremos la pintura para tu habitación y si necesitas algo más, pídelo.

Asentí y me tomé mi desayuno.

-Bueno, a prepararse. En media hora en el salón, no tardes. - se levantó de la mesa y se fue arrastrando las zapatillas.

Yo también subí a mi cuarto, me di una ducha rápida. Me recogí el pelo húmedo en una coleta alta y me vestí con una camiseta larga blanca con una sudadera negra encima, unos vaqueros y unos playeros negros.

Habían pasado 20 minutos.

Bajé al salón y encendí la tele, me puse a ver dibujos, me encantan los dibujos. Se que puede sonar infantil pero me parecen divertidos.

Cuando volví a mirar el reloj ya habían pasado 35 minutos.

Robert apareció por las escaleras.

-Llegas tarde... - le dije, el se rió y me guiño un ojo.

-Anda, vamos. - cogió unas llaves del mueble que había al lado de la puerta y salió.

Fuimos a un centro comercial enorme, tenían tiendas de todo tipo. Entramos en la mayoría de ellas.

Me compró todo lo que necesitaba para las clases, incluso un portátil para que pudiera hacer mis trabajos, pintura azul para mi cuarto y algo de ropa.

Mientras compraba le pregunté a que se dedicaba y me dijo que tenía su propia empresa de electrónica. El portátil era de la marca de su empresa.

Nos pasamos la tarde entera de compras y nos fuimos a cenar a un Burguer King.

-¿Y a qué te gustaría dedicarte? - me miró con curiosidad.

-Si te soy sincera, no tengo ni idea. - encogí los hombros y mordí mi hamburguesa.

Se que estaba intentando sacar un tema de conversación pero no se le ocurría uno decente.

-¿Cómo ocurrió lo de tú madre?

Se me quedó la comida en la garganta y trate de pasarla bebiendo un poco, pero aún así la sensación seguía allí.

-Era de noche y mi madre iba conduciendo para volver a casa cuando un hombre que iba en dirección contraria chocó de frente con el coche de mi madre. Él solo se rompió un brazo, mi madre murió al instante. Él hombre ya está en la cárcel.

Notaba como las ganas de llorar me apretaban la garganta. Tenía que parpadear más rápido para que las lágrimas no salieran de mis ojos.

Robert se masajeó a los lados de la cabeza, supongo que intentando asimilarlo.

-Yo... no sé que decir...

-No pasa nada, tranquilo -traté de calmarle un poco y al parecer funcionó.

-¿Y tú padre?

-Él no vivía con nosotras, se marchó de casa al poco de nacer yo. Según mi madre un día se fue por la puerta y nunca más volvió a saber algo de él.

-Creo que ya no voy a hacerte mas preguntas...

Yo le sonreí un poco sin mostrar los dientes y luego estuvimos hablando de mi nuevo instituto. Me comentó que no estaba muy lejos de nuestra casa. Empezaría las clases el lunes.

Volvimos a casa y nos fuimos a la cama, estábamos exhaustos de tantas compras.

•°•°•°•°•

Ya era domingo y me desperté con ganas de hacer algo.

Después de ordenar las cosas que habíamos comprado ayer. La ropa, los libros y la pintura, me quedé mirando una pared blanca y decidí que era hora de pintarla.

Bajé al salón y busqué periódicos antiguos.

Moví los mueves de mi cuarto y los cubrí con los periódicos, empapelé el suelo para no mancharlo y comenzar a pintar las paredes de azul.

Ya había pintado una pared cuando mi tío se ofreció a ayudarme. Acabamos rápido y abrimos las ventanas de la casa para que hubiera corriente y la pintura se secara antes.

Hoy Raquel fue la que me llamó a mi, estuvimos hablando de Luis, el chico que le gusta. Me dijo que le había enviado un mensaje y que iban a quedar. Estaba muy contenta por ella, siempre había algún chico que iba detrás de ella. Raquel es como mi opuesta en todos los sentidos, tiene el pelo negro por el hombro y rizado, los ojos azules, era alta y siempre iba sonriendo. Yo, sin embargo, era rubia oscura con el pelo largo, mis ojos eran verdes y era mas bien bajita. En comparación con Raquel, yo no le regalaba sonrisas a todo el mundo.

Al ser tan diferentes es como si nos complementásemos la una a la otra. Nos queremos como hermanas.

Por la noche la pintura se secó y volví a colocar los muebles en su sitio, pero dejé la ventana abierta por el fuerte olor que aún estaba en la habitación.

Fui a cenar y me encontré con mi tio.

-Mañana a las ocho y cuarto pasará el autobús del instituto para recogerte. Será mejor que no llegues tarde, porque no te esperará.

-Sin problema. - le contesté dedicándole una sonrisa.

-Ten, para tú almuerzo. - me pasó un billete.

-Gracias.

Al acabar de cenar me fui a mi cuarto a pensar en qué mañana sería mi primer día en un instituto nuevo.

No tengo muchas ganas de socializar, desde que ocurrió lo de mi madre solo he estado con Raquel. No me gusta hablar con gente nueva.

A ver que es lo que pasa mañana...

וווווווווווווווו×

Bueno, este es el segundo capitulo y la verdad es que tampoco es interesante, pero en el siguiente empezará a conocer gente.

El personaje principal, Carolina, bueno, Carol, guarda un pequeño secreto.

Y ya no digo más ;)

Muchos besos, Azari

Más allá de este universoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora