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(narra miya)

Ya había pasado una semana desde que todo ocurrió, aún no tenía respuesta clara sabía que lo que sentía por el no era solo amistad

Eso lo descubrí el día en que el decidió hablarme a la cara, desde entonces nos hemos vuelto cercanos de nuevo y hoy estaba mos viendo una película en el cine cercano a mi casa, nada fuera de lo común a excepción de un cosa causada por mi idiotez

Hace unos dias yo le había pedido a Takashi que "me enseñara a amar" ya que yo no tenía ni la menor idea de cómo se sentía ese sentimiento en específico, para ser honesto, siempre me alejaba de las personas ya que me aterraba la idea de sentir algo por alguien y por ello terminar arrastrándolo al horrible mundo de la fama tras las cámaras.

Takashi no tuvo problema con ello, es más, hasta podría decir que desde entonces a estado muy feliz; invitando me a citas, dándome besos en la mejilla y tomando mi mano, el se veía feliz y verlo de esa forma también me hacía feliz a mi, me gustaba demasiado la idea de tenerlo a él para mí sintiéndome protegido por sus cálidos brazos que, a pesar de no se muy fuertes, se esforzaban día a día para hacerme sentir bien conmigo mismo y de la misma forma me dejaba en claro que podía tomarme el tiempo necesario

Parte de mi tenía miedo, miedo de tardar mucho pensando para perderlo al final pero el siempre me decía lo mismo.
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- ya te lo dije, vamos a pasitos de bebé, poco a poco hasta que estés listo - habló el en respuesta mientras le contaba sobre el miedo que sentía por atrasar tanto las cosas

- pero, no te aburrirás de mi así? - le pregunté preocupado con la tristeza pegada en la cara, ya la película había terminado y nosotras no encontrábamos en un pequeño café local conversando sobre temas al azar hasta que por accidente llegamos a este doloroso tema del que me aterraba hablar pero, me había prometido ser honesto con lo que sentía... Así que lo iba a ser

- no, mira miya, yo te amo y por eso mientras tenga la oportunidad de estar contigo voy a estar feliz, quizá eso sí pueda pasar pero para superar lo que siento por ti se necesitaran mil años o hasta más - me respondió con seguridad sin titubear ni poco, eso me generó una leve sonrisa que se volvió un fuerte sonrojo cuando el tomó mi mano acariciando el dorso de esta con suavidad - como es que puede ser tan cursi y poético? Cómo es que siempre sabe que decir? - me preguntaba eso muy seguido ya que siempre que hablábamos el sabía que decir para alegrarme

- cómo estás tan seguro? - era vergonzoso, mis inseguridad salían cada día más frente  la luz de sus ojos, como podría seguir amándome de esa forma? Honestamente, no tenía ni idea pero si había una forma quería saberla, quería saber que el se quedaría sin importar que

- miya, eh estado enamorado de ti desde que somos niños y nunca te pude superar incluso despues de que nos peleamos seguía pensando en ti, como sería posible que por solo conocerte mejor me dejaras de gustar? - las palabras de el eran muy honestas, tanto, que me ponía nervioso, de verdad yo merecía a alguien como el? Que soy yo frente a el? No tenía ni la menor idea pero estaba feliz de saber eso, a pesar de lo desconocido que era todo podía confiar en él para lo que sea sin importar que, lo adoro demasiado; el sonrojo se subió a mis mejillas extendiéndose hasta mis orejas pensando en lo dulce, hábil, talentoso, atractivo e increíble que era Takashi

- Takashi... - murmuré asombrado por todo lo que me había dicho hace tan solo unos segundos, Takashi me miro fijamente al escuchar su nombre salir de mis labios, mi sonrojo aumento junto con mi vergüenza, suspiré suavemente para tranquilizarme

- mm? - Takashi hizo un lindo gesto para invitarme a terminar mi frase y eso hize, suspiré por segunda vez para finalmente hablar

- me puedes besar? - pregunté avergonzado en tono casi inaudible sorprendiendo a Takashi quien se sonrojó con mucha intensidad mientras me miraba fijamente, sus ojos estaban abiertos como platos por la sorpresa, tras un corto momento incómodo Takashi se levantó se su silla para acercarse a mi, se arrodilló para quedar hasta mi altura plantando un tierno beso en mi mejilla, con la yema de mis dedos toque la zona que los suaves labios de Takashi besaron, me sentía muy avergonzado pero cuando el iba a sentarse de nuevo en su silla yo lo retuve tomándolo de la muñeca

- p- pero en la b-boca... - titubee avergonzado por lo que recientemente había dicho mientras miraba hacia otra dirección al azar huyendo de la mirada sorprendida del chico castaño que tanto amo, el y yo solíamos darnos muchos besos en las mejillas desde que le pedí que me enseñara amar pero nunca nos dimos uno en la boca bajo la excusa de que todavía no estaba seguro pero ahora mismo la repuesta era demasiado clara, yo lo amaba a el, no se por que me tomé tanto para pensarlo, quizá ni siquiera era que lo pensaba sino que no me sentía listo pero ya era momento de hacer algo, después de todo mis labios querían con urgencia sentir los de Takashi.

(Narra Takashi)

- si tú quieres - estaba muy sorprendido jamás creí que miya me pediría algo así pero si ya estaba seguro de lo que sentía entonces cumpliría su pedido, debo de admitir que desde hace tiempo mis labios querían besar con urgencia los del dulce chico frente a mis ojos pero no lo había hecho ya que me preocupaba que eso lo presionará o lo hiciera sentir mal y, definitivamente, el contenerme tanto tiempo había valido la pena

Ahora aquel mismo chico que aparecía en todas mis fantasías estaba esperando sentir mis labios presionar los suyos, sonreí un poco antes de acercarme a sus suaves labios rosados

El al ver esto cerró los ojos con fuerza y apretó los labios con vergüenza permitiendo me ver con ternura su hermosa cara que tenía los rasgos de un niño al igual que la mía, la adolescencia era una locura

Algo que valía la pena más que todo habían sido las vergonzosas horas en las que practicaba besar con mi mano, si, todo eso había valido la pena

- relaja tus labios un poco - hablé tranquilamente para producir calma al chico frente a mi el cual obedeció a lo que recientemente le había dicho, el relajó sus labios dejándome ver su natural forma, con tentación, sostuve su mandíbula con mis dedos utilizando la yema de mi dedo pulgar para acariciar con delicadeza el labio inferior de miya, fui tan delicado al hacerlo que por un momento sentí que estaba tocando la reliquia más valiosa del mundo entero, entonces decidí lanzarme; aún con la mano en esa posición levanté un poco el mentón del chico el cual en ningún momento había abierto los ojos para finalmente unir nuestros labios en un tierno, pero corto, beso que la gente llamaba "piquito"

A pesar de lo corto que fue, se sintió como si el mundo se hubiera detenido dejando al tiempo atrás bajo un ritmo más lento del usual

Al separarnos, miya finalmente abrió los ojos muy nervioso tratando de huir de mi mirada pero no podía ya que mi mano seguía sosteniendo cuidadosamente su mentón.

Aún sentía la chispa del beso recorrer mis labios recordándome la sensación de lo esponjosos y suaves que eran los labios de miya, me estaba volviendo loco por la hipnotizante sensación que me habían dado esos labios ajenos , mire a miya con ternura recibiendo en respuesta si mirada fija en la mía

Que lindo es el amor

admirador secreto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora