Capítulo 12.

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— Me divierte toda la situación, Izana. Pero no entiendo porque lo haces —rió Hanma mientras le daba una calada a su cigarrillo y se acomodaba en las barranquillas de la azotea.

— No te importa —habló seco.

— Oye, oye, te estoy trayendo información, podrías contarme aunque sea un poco de lo que planeas. No me digas ¿ella te  gusta? —indagó divertido.

— No, no es mi tipo.

La respuestas de Izana eran atajantes, pero  eso no le impedía a Hanma formularse más cuestiones para saber que era lo que hacía el moreno exactamente.

Es más, Hanma se puso a pensar; no sabía que Izana tenía un tipo de mujer idealizada, es decir, nunca lo había visto con ninguna chica, se la pasaba haciéndo una competencia imaginaria con Mikey.

Oh, ya entendía.

— ¿Tanto detestas a tu hermano? —el líder no respondió, pero su silencio fue respuesta suficiente para que Hanma lanzara sus últimas palabras antes de marcharse. — Todo un berrinche.

Izana no odiaba a Mikey, era estúpido odiar a su hermano menor, pero envidiarlo, eso era aun más estúpido, aun así, era inevitable.

Mikey lo tuvo todo siempre, y su vida iba en línea recta ¿por qué las personas como Mikey no sufren? era lo único que se preguntaba, sufrir es inevitable también. Necesitaba descomprimir aquel resentimiento que le tenía desde hacía ya mucho tiempo.


[

...]


— ¡Baji, maldito, no agarres las cosas sin permiso! —gritó Draken, mientras veía como el mencionado se comía lo que había sido su cena hasta hace un momento.

Draken dudó si dejar de arreglar los repuestos de su motocicleta para darle una paliza, pero luego lo reconsideró y se dio cuenta de que ya casi se había acabado el yakisoba, así que lo dejó.

— Fui a tomar agua y me hacía ojitos —intentó defenderse– además, Mikey va a comprarte otra cosa, ¿no, Mikey?

— Aja —respondió dándole vueltas al palito de paleta dentro de su boca.

— ¿Y a este que le pasa? —Baji volteó hacía Draken.

— Está así desde hace unos días así, parece un bobo.

Draken obviamente sabía que le pasaba, pero después de rendirse ante el orgullo de Mikey, porque este no aceptaba sus sentimientos, dejo de insistir para que se diera cuenta solo; no era muy difícil deducir que le sucedía, lástima que Baji no contaba con la misma capacidad de deducción.

— Creo que ella me gusta —mencionó dándole paso a un respiro de Ken. — Es decir, es como si ella hubiera dado vuelta todo.

— ¿En serio? No lo puedo creer, te gusta la chica de la cual no dejas de hablar ni cuando vas a cagar, la miras como si fuera la octava maravilla del mundo y te pones como bobo  con solo oler su insoportable labial —mencionó obvio Draken— ¿Me sorprendo?

— Es que ella es... tan linda, tiene anécdotas interesantes y me regala dorayakis.

No era realmente  lo que quería expresar, pero se reduciría a esas palabras mientras estuviera en frente a sus amigos.

𝗡𝗼𝘃𝗶𝗮 𝗳𝗮𝗹𝘀𝗮 [𝗠𝗮𝗻𝗷𝗶𝗿𝗼 𝗦𝗮𝗻𝗼, "𝗠𝗶𝗸𝗲𝘆"]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora