iii.

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—no olviden que tienen que presentar los últimos trabajos el viernes, no quiero retrasos porque no voy a aceptar ninguna excusa. —dijo la maestra Rose mientras alistaba sus cosas— hasta mañana.

Dicho esto se retiro cargando su maletín. Jiwoong soltó un largo suspiro aliviado de que hayan terminado ya las clases, hasta su trasero y espalda le dolían de estar todo el día sentado.

Levanto sus cosas y las guardo en orden, en su mente tenía repitiéndose que hoy tenía algo tipo de "cita" con Matthew, aunque el futuro solo sabe que sucederá entre esos dos esta noche.

Salió del salón con su mochila en la espalda, se iba a dirigir al otro edificio que se hallaba en frente suyo, Matthew al ser de otra carrera y esta ser medicina aún le quedaba mucho tiempo en la universidad. En cambio a Kim, estudiante de administración, lo único que le faltaba era hacer su tesis para culminar y graduarse.

Además quería que la relación que tenía con el canadiense dure más de lo que esta durando ahora, nunca tuvo una pareja que se metiera a su departamento o lo este besando y abrazando cada que lo ve, que le compre comida y siempre cuide de él. 

No había mejor persona que Matthew.
Y realmente se sentía agradecido de haber tenido la oportunidad de hablarle aquel jueves en invierno, hace tres años exactamente. La nieve había comenzado a caer y cuando estaba a punto de irse se había olvidado por completo la existencia de su teléfono, debía volver para llevárselo, su madre no quiere gastar más en sus descuidos.

Tuvo que volver a la sala de estudio para buscarlo. En ese momento un chico de cabello blanco y bajito caminaba junto a una chica riendo, tenía un suéter blanco y el pantalón del mismo color, parecía un copito de nieve. Ambos se habían quedado viéndose, el contrario se extrañó así que le pregunto si se le había perdido algo o buscaba a alguien, como siempre tan encantador. Kim negó rápidamente mientras ingresaba a la sala de estudio dejando al copito afuera.

De ese encuentro hubieron más casualidades, en la sala de estudio o cafetería. Creyó que era estudiante de administración o algún nuevo, no había visto un chico tan lindo desde su ultima relación – lo cuál paso hace dos años – y se sentía afortunado, le pregunto a Hanbin si lo conocía y lo único que sabía era que es estudiante de medicina. Se sorprendió mucho al a ver a otros estudiantes de otras carreras caminando como si nada en otros edificios.

Un día en la cafetería lo vio entrando solo sin aquella chica, cruzó todo el camino hasta llegar a la maquina dispensadora de café, mientras lo preparaba, Jiwoong tuvo la valentía de pararse y dejar sus cosas tal y como estaban para ir en busca de aquel chico que le encanto desde la primera mirada. Se le acercó sonriente mientras agarraba el vaso y llenar con café.

—¿también te gusta el café?

—sí, estoy acostumbrado a tomarlo cuando tengo mucho que estudiar y hoy mis clases son hasta tarde. —respondió el de piel blanca.

—¿no quieres ir a comer luego de tus clases? Es que bueno... te vi y me llamaste la atención.

El más bajito asintió mientras extendía su mano hacía el contrario. Sonrió dulcemente esperando que tomaran aquella. Kim no dudo en aceptar el saludo.

—soy Matthew Seok, estudiante de medicina. Y si me gustaría que vayamos a comer algo, nos vemos a las ocho en la puerta principal. —dicho esto solo tomó el café y salió del lugar. Se quedo observándolo sonriente.

Jiwoong no evitó saltar de felicidad en medio de la cafetería, al fin pudo dejar su timidez de lado, ahora debía lucir atractivo y muy fuerte, aunque no lo fuera en cierta parte.

Recuerda que esa noche corrió a los servicios higiénicos para poder arreglarse, le pregunto al que entraba si se veían bien y este no hizo más que asentir confundido. Feliz salió, ahora se encaminaba a la puerta principal, se quedo unos minutos ahí esperando al copito de nieve o bueno a Matthew. Pensó que no vendría pero al ver la hora recién eran las 7: 57 faltaban tres minutos. Y ahí lo vio, caminando y riendo tomado del brazo de la misma chica que ese día.

Dejo de verlo y miro nuevamente su teléfono, no quería parecer desesperado. Ambos se vieron y comenzaron su salida, Seok se despidió de su amiga.

Aún recuerda aquella salida como si fuera ayer, lo tenía anotado en su calendario como el día más hermoso.
A Jiwoong realmente le gustaría dar un paso más, que Matthew se quede con él, que vivan juntos. Que posiblemente puedan contraer matrimonio y vivir hasta ancianitos. Pero todo juntos.

—hola mi amor. —saludó el canadiense abrazándolo. —¿Vamos?
Al fin podrían revivir aquellos momentos juntos.

34 + 35 ━━ mattwoong Donde viven las historias. Descúbrelo ahora