Criar a mi prometido con dinero

Capítulo 24

Lilia se quedó brevemente sin palabras ante las palabras del guardia.

Era absurdo y ella se preguntaba cómo responder, pero Tession, que estaba a su lado, saltó con aprensión.

"¡No! ¿Qué quiere decir con esto? ¡¡Sabías quién era!!”

"... Siempre que se haya recibido el informe, debemos verificarlo".

Cuando Tession se defendió, el capitán de la guardia respondió y, sin embargo, no dejó pasar su mirada mezclada con sospecha.

Miró de arriba abajo a Karhan y preguntó.

"Si no hay nada sospechoso, no tienes que estar tan enojado, ¿verdad?"

A excepción del capitán, los guardias ya estaban poniendo sus manos en la vaina.

En cualquier caso, debían desenvainar sus espadas. Como si fuera un héroe lidiando con un villano, el capitán levantó la barbilla y dijo con orgullo.

“Muéstrame tu tarjeta de identificación”.

Lilia se mordió el labio, la actitud de los guardias tenía sentido hasta cierto punto. Era su trabajo verificar si se recibió un informe falso.

Y como una vez hubo una redada masiva de pandillas para limpiar a los grupos violentos, el Imperio esperaba erradicar por completo la organización del mundo oscuro.

Comprensiblemente, dado que hablaban como si Karhan ya hubiera sido tildado de criminal, hizo que su actitud estallara.

Esto fue lo mismo con el reportero.

Sin ninguna razón en particular, parecía haber entendido mal con solo mirar la apariencia de Karhan.

Lilia miró a Karhan.

Todos estaban enojados y no podían controlar sus expresiones faciales, pero Karhan estaba tranquilo.

Fue desgarrador verlo parecer más familiarizado con esta situación que con pedir un reembolso.

"¡¡Este es mi jefe, y esta es mi tarjeta de identificación!!"

Tession sacó su tarjeta de identificación de sus brazos y la extendió bruscamente.

El capitán lo miró.

Herben, la familia de Tession, era un condado muy conocido en la capital.

El capitán tenía una mirada inesperada en su rostro, pero pronto volvió a su apariencia firme.

“Esto no funcionará. Muéstrame tu tarjeta de identificación.

El capitán se mantuvo firme en su posición.

Y añadió palabras inútiles.

"Debo controlar a aquellos con ojos feos por la seguridad del Imperio".

Lilia, que permaneció en silencio, se adelantó.

“Entiendo tu posición, pero no me siento bien siendo tratado como un criminal”.

Entonces el capitán miró a Lilia con una mirada apremiante. El capitán de la guardia dijo entonces que juzgaba que ella era una dama de una familia noble acomodada.

“Estoy de servicio, así que por favor no se acerquen. ¿Quieres que encuentre fallas en la noble dama?"

Dijo, mientras chasqueaba la lengua.

Era una advertencia fingiendo como si estuviera preocupado.

Lilia, ofendida, sonrió torcidamente.

“El capitán de la guardia también debe tener cuidado. Es posible que te reduzcan el sueldo de la noche a la mañana”.