💜 › day four 👾 ִֶָ

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organization swap | body worship | ★ "i'll do it for you" ★

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Hace exactamente dos días, Sigma recibió una noticia que le puso los vellos de punta. Bueno, más que una noticia, fue una revelación, una que no creía que fuera realmente posible. No puede decir que no está feliz ahora, sin embargo...

Sigma ha tenido dos personas que, cuando era pequeño, las tenía firmemente categorizadas como mejores amigos. Crecieron juntos, en el mismo vecindario y en los mismos centros educativos. Durante su adolescencia, hubo muchos momentos que lo hacen toser incómodo y ruborizarse hasta parecer un tomate maduro, pero, al final del día, se puede decir que son sólo amigos y antiguos compañeros de cuarto.

Y eso último dejó de ser así porque sus trabajos comenzaron a ser extremadamente diferentes. Dazai Osamu se convirtió rápidamente en un investigador reconocido y privado de la policía, llegando a crear su propio escuadrón especial. Por otro lado, estaba Nakahara Chuuya, quien al principio sólo era un veterano normal, pero que, con el tiempo, se hizo un camino del mismo modo dentro del escuadrón especial que lideraba Dazai. Ambos son diferentes, como el blanco y el negro, como el agua y el aceite, pero aun así, se las ingeniaron para seguir juntos.

Sigma nunca quiso ser parte de la policía. El estrés que conlleva ese tipo de profesiones son las que evita con destreza, por lo que cuando ellos intentaron decirle que con su título podría hacer algunos cursos e ingresar, se negó tranquilamente. Cierto es, también, que su determinación para estar en la policía seguramente no serviría de mucho. Así que terminó de forma segura su maestría y ahora es profesor de historia en una escuela primaria, con un sueldo humildemente apretado y, para rematar, una gata embarazada. No tiene mucho para resaltar en su día a día, y es por eso que no puede entender por qué, en medio de su cotidianidad que roza lo mundano, esos dos decidieron romper el hielo silencioso que se había construido entre ellos desde ese entonces.

No hay una verdadera razón en la cual pensar.

El día en que ellos aparecieron, fue uno mayormente normal. Los alumnos de Sigma tienen entre diez y trece años, por lo que no tiene que ser muy extrovertido con ellos ni demasiado estricto. Siguen sus instrucciones obedientemente y muy pocas veces se ha encontrado con algún rechazo. Con un día húmedo, de nubes que amenazan con llorar por días, gente apretujándose en los vagones del tren público y muchos corriendo a la parada de autobuses, Sigma pensó que terminaría de la misma forma.

Lai es su pequeña gata. Es tan adorable y blanca como un onigiri, su pelaje es suave y esponjoso en los lugares correctos, además de tener una mirada firme y que roza el desdén que para Sigma es demasiado hermosa. Lai casi nunca sale de casa, pero el día que Sigma tuvo que correr por quedarse dormido, sin querer dejó la puerta entreabierta, así que la curiosidad por el mundo exterior llamó lo suficiente a Lai, donde encontró un destino que Sigma no esperaba.

Ese día, estaba de cuclillas frente a Lai, observándola comer su porción de comida, cuando sonó el timbre. Fue raro. Sigma sabía que sus vecinos no estaban interesados en socializar, por lo que sólo podía ser una fuerza mayor lo que haría que llamaran a su puerta. Y, por otro lado, el guardia del conjunto no notificó ninguna visita para él.

No esperaba verlos. Tenía alrededor de cuatro años apenas sabiendo de sus existencias, mensajes esporádicos y llamadas que sólo eran para ponerse al día ocasionalmente, pero nunca...

La sorpresa fue tanta, que Sigma había olvidado que llevaba sólo su pijama.

—Te dije que era muy tarde.

sigskk 🤎💜🧡 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora