Segunda Carta.

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Megumi estaba hecho un lío.

Él se consideraba una persona con una inteligencia bastante destacable, pero esto le estaba carcomiendo la cabeza.

No más de una semana había recibido una carta en su locker de un tal anónimo donde esté declaraba sus sentimientos de una forma bastante... cobarde. Siempre tuvo la firme creencia de que a la hora de declarar los sentimientos que uno siente por alguien tenía que ser frente a frente, confrontar lo que el otro individuo tenía que decir y aceptar lo que vendría después, sin importar si fuera correspondido o rechazado.

Y a pesar de que no estaba en contra de las cartas de este índole, que esta persona haya literalmente dicho que estaba enamorado de él y ni siquiera haya revelado su identidad se le hacia una obvia muestra de miedo.

Aún así, sentía curiosidad.

Por lo que se redactó en la carta, era una persona que conocía, al parecer el suficiente tiempo para que está generará sentimientos de este estilo por él. Y al parecer eran amigos, igualmente desde un período prolongado. Así que la primera persona que llegó a su cerebro fue directamente Itadori. Tenía sustancia, eran amigos desde hace años desde que entraron en el secundario y tenían su historia, pero lo descartó al instante al analizar la extructura de la carta.

La letra no considian, para nada. Itadori no tenía la mejor letra del mundo, era tosca, afincaba con fuerza el grafico logrando asi un acabado sucio y oscuro, además de que mucho de sus caracteres eran difíciles de entender por lo rápido que escribía. Por otro lado, la carta estaba limpia, los trazos eran delgados y cada uno de los caracteres estaban bien estructurados.

Más allá de la letra y la ejecución, no podría ser Itadori porque, osea, era Itadori, el chico que se la pasa diciéndole al universo entero que su tipo de mujer ideal son las altas y con buen trasero como Jennifer Lawrence. Nunca se le pasó por la cabeza una sola vez en la que Itadori haya dado algún tipo de indicio de ser siquiera bisexual, además, estaba seguro, 100% seguro de que si Itadori estuviera interesado al menos un poco en los chicos, Kugisaki y él serían las primeras personas en saberlo. Pero no era así, así que no podía ser él.

Incluso cuando le enseñó la carta junto a Kugisaki en el almuerzo, este no mostró ninguna señal de bochorno, más bien sorprendiendose ante la carta.

─ ¡Oh! Tienes un admirador secreto, sabía que esa cara enojada tarde o temprano traería fama.

Kugisaki terminó riendo entre dientes ante las palabras de Itadori, a lo que él terminó guardando la carta mientras reviraba los ojos, un suspiro de irritación saliendo de su garganta.

Siguió pensando después de eso, analizando la carta varias veces para descubrir al remitente de la misma. Por momentos creyó que se trataba de Sukuna, el hermano mayor de Itadori, pero frunció el ceño ante la idea, si, estaba claro de que Sukuna le coqueteó en el pasado, pero hay que ser realistas, Sukuna ni siquiera estudiaba ahí, para su suerte.

Descartó a los demás hombres de su círculo social, a los que no estudiaban en el lugar y hasta los que si. Al final terminó con el cerebro quemado, sin haber llegado ningún punto util que no fuera que la persona que escribió la carta de seguro simplemente era una broma por parte de uno de los tantos estudiantes del lugar o un admirador que confundía la atracción con estar enamorado.

Esa idea lo hizo dejar de lado el asunto, de seguro de eso se trataba, simplemente un admirador que quiso expresar sus sentimientos en el anonimato, así que quiso dejar el tema de lado, guardando la carta en su closet y olvidarse de ella.

Hasta que una semana después, otro pedazo de papel cayó al piso al abrir la puerta metálica de su locker.

"Querido Fushiguro Megumi.

¿Pensaste que aquella iba a ser la última carta que iba a enviar? No, no, Fushiguro Megumi. Algo que me olvidé mencionar en la carta anterior es que quiero escribirte todas las cartas que creo que mereces, desde la nota más corta hasta el testamento más grande. Quiero que leas como te veo, cada detalle, cada mínima cosa que me encantan de ti y que tal vez tú lo veas insignificante.

Escribiré hasta que pueda ganar tu corazón y puedas sentir algo por mi, por un anónimo que no quiere salir a la luz.

Tampoco es que planee escribirte todos los días, después de todo, estás ocupado, estamos ocupados. Aún si quisiera llenarte el locker de cartas todos los días, cada una más melosa que la otra, no sería cómodo. Imagínate, pude finalmente escribirte esta carta antes de dormir por el poco tiempo que tuve está semana, entre las clases, los clubes y [tachado] no he tenido tiempo de poder volver a tomar el lápiz para redactarte lo que estás leyendo ahora.

Espero lo entiendas.

Entre otras cosas, escuché por ahí que estás buscando quien soy, tenía que verlo venir, aunque te comprendo, si alguien anónimo haya dejado una carta en mi locker declarandome su amor yo también estaría ansioso en saber quién es, pero también deberías entender mi posición. A pesar de querer presentarme ante ti y expresar mis sentimientos, me asusta ¿sabes?

No soy una persona que le dé miedo algo, sinseramente me considero una persona muy valiente, pero el hecho de que sepas esto haga que te vayas me pone...

Me da miedo, por más que me cueste admitirlo, así que por ahora solo seré eso, un anónimo. ¿Está bien? Está bien.

Ah, y antes de terminar la carta, solo queria decirte que la ropa que llevaste el miércoles era diferente a lo que llevabas normalmente, ¿tu hermana te ayudo a elegir el conjunto? Creo que sí, te veías muy lindo.

Aunque de todos modos siempre vistes lindo. Eres lindo.

- Anónimo."

Se apoyó de su casillero después de leer las palabras escritas en el papel, dejando escapar un suspiro.

Definitivamente, esta persona era tan cercana a él que hasta conocía a Tsumiki, pero estaba sin ideas, a lo que solo le quedaba observar.


Después corrijo está cosa. Ahorita estoy cansado. :P

Más Allá del Papel 「Itadori x Fushiguro」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora