¿Destinados? (Liu x Nina)

09

Debía admitirlo su hermano era bueno para recolectar información y por lo que veía podrían volver mañana en la tarde, era de madrugada y estaban avanzando rápido así que no estarían tan demorados.

Su odio era aceptable en ese monto y kas ganas de querer que su cabeza terminara bajo tierra o sintieran una parte del dolor que sentiría ella era el objetivo que tenía. Su propio hijo/a la pequeña gota que les traería la perfecta felicidad de una pareja había sido apagada como la llama de una vela en un solo desaire de rencor estrujado de la propia necesidad de la palbra y el descaro de su felicidad por su hazaña era lo que le podía fastidiar con más razones de querer hacerlo sentir una parte de ese dolor ¿tan difícil es pedirlo? No, eso es claro pero asegurarse de que lo sintieran como le estaba apretando su propio corazón eso es lo que deseaba.

- ¿listo o no? - preguntó a su hermano con una sonrisa divertida - por que estamos apunto de verlos - su sonrisa se intensificó mezclándose con su cicatriz, el castaño solo asintió con una mirada severa clavada en el con eso se metieron en los callejones que los an visto entrar.

Lo consiguieron, después de tanto lo consiguieron nadie se salvaba de una apuñalada en los puntos más vitales de las personas en especial si era en la parte del vientre ya lo había hecho varias veces así que no cabía duda. Todavía estaban sobrantes de sonrisas triunfadores desde que se fueron de ahí el de chaqueta blanca todavía tenia sangre esparcida pero su dicha era más así que eso valía menos, por fin podía asegurarse de dejaré las cosas claras a su hermana después de tanto tiempo ¿talvez le tomaría tiempo recuperar su reputación de buena persona? Pero eran detalles, pero que significan la mejor etapa de sus vidas.

O al menos así lo ven ellos...

Tuvieron que cerrar los ojos al ser embaucados por una copa de humo y tierra que le podía dañar la vista junto con una sonrisa arrogante y de superioridad antes su propia sorpresa de quienes eran los reconocieron al instante ¿cómo no? Si uno causante de sus problemas y el otro evitó su venganza, cuando sus ojos se terminaron de aclarar al escenario se levantaron de un salto y Siguieron viéndolos con resentimiento que era mutuo entre los presentes hasta que fue roto por el oji azul.

- ¿quieren saber que hacemos aquí? - preguntó fastidiado y sarcástico
- no me interesa siendo honesto pero ahora necesito saberlo - dijo furioso el de chaqueta roja
Solo se acerco hasta estar lo suficientemente cerca de Scolinex - por que ustedes tienen que saberlo - dijo furioso para golpearlo y atraparlo desprevenido, su amigo lo iba a ayudar pero fue detenido por Jeff que hizo lo mismo
- ¡si es por esa idiota se lo merecía! ¡no entiende el dolor de perder a su propia familia sin poder hacer nada! - estaban gritando en coordinación pero ambos recibieron un golpe.

Los empujaron contra las paredes y en repetidas ocasiones los golpeaban con la suficiente furia de querer matarlos pero no podían no todavía.

- ¿que no lo siente? - la furia era notable en la voz del castaño - ¡pronto la sentirá por culpa de ustedes imbéciles de mierda! - estaba gritando furioso hacia ellos pero estaba siendo detenido por su hermano antes de partirles la cabeza
- ¿a que se refieren? - dijo entre cortado el de ojos verdes claros por los golpes recibiendo también una mirada de confusión por parte de su amigo
- ustedes dos idiotas acaban de hacer algo que hasta para un asesino es caer bajo - les volvió a decir con rencor dejándolos más confundidos - ¡Hicieron perder la vida q un ser que ni siquiera había venido a este mundo! - les pateo el estómago- ¡Por una maldita venganza que ni tenía sentido! - termino por gritarles.

Estaban intentando aclarar lo que le decían hasta que Scolinex se dio de cuenta la cara de frustración de Liu y hay sabía a qué se referían pero si lo confirmaban no sabría como sentirse - ella...- escupió sangre antes de seguir - ella...¿E-Estaba embarazada? - le dio miedo incluso pensarlo por que si eso era caer bajo
-...si...- fue la respuesta del padre que estaba que los quería volver a golpear hasta matarlos.
Para ambos fue como un balde de agua fría que demoraba en terminar por dejarles con una inmensa opresión en el pecho ante la noticia que les acababan de dar
- ¿tu la habías apuñalado verdad? - le pregunto su compañero el solo asintio y fue donde vio su propio error.