Martes 4 de Marzo

176 7 0
                                    

Eran las 9 de la mañana y llegaba tarde al gimnasio donde había quedado con Etihw para que me enseñara a defenderme de los espectros. Quedamos a las 8.30 y llegaba tarde; me había dormido.

Me había pasado toda la noche buscando información sobre la diosa Hela hasta dar con el parecido conmigo. Según una página de Internet, Hela al ser encerrada, se dividió en dos, una mitad mortal y la otra mitad, putrefacta, en honor a la descomposición tras la muerte de los hombres. Yo era su parte humana y al unirme con ella mi cuerpo se partiría por la mitad además de que dicha mitad se pudriría. No quería que mi cuerpo se pudriera pero si no quería volver a ser atacada por los espectros tenía que seguir con el Sr. Black y Etihw. La otra mitad de la noche había tenido pesadillas con el suicidio de mi padre y los espectros.

Fui directamente al gimnasio como me había indicado Etihw. Aquel hospital era de su padre y había construido varias plantas con distintas temáticas.

Entré a una sala gigantesca llena de baúles y espadas. Etihw estaba en el centro esperándome con los brazos cruzados.

-Llegas tarde.

-Lo siento, anoche dormí mal, y no me he podido despertar a tiempo.

-¿Has tenido pesadillas?

-Sí

-¿Con qué?

-He soñado que mi padre se cortaba las venas; con un río de sangre donde me ahogaba y con una manzana roja que un ángel oscuro sostenía en la mano con un bocado dado.

-Debes olvidarte de esos miedos,sino, nunca podrás llegar a controlar a los espectros y se aprovecharán de tus miedos para matarte.

-Es el mismo sueño de siempre...-interrumpí-.

-¿Has tenido ese sueño más veces? -preguntó sorprendido-.

-Sí... desde que tengo recuerdos, ese sueño me ha estado persiguiendo todas las noches...No entendía qué significaba y tampoco ahora lo entiendo -mentí-.

La verdad es que ya tenía más o menos una idea de qué significaba ese sueño... Tras el suicidio de mi padre, toda esta locura se había desatado. Ese era el comienzo. El río de sangre sería la entrada al submundo... y el ángel oscuro con la manzana..., mi muerte.

-Puede ser que sea un sueño premonitorio, pero no entiendo qué significa el río de sangre ni el ángel oscuro.

-¿Y para qué queréis hacer volver a la diosa Hela? -dije cambiando de tema-.

-Verás, los antepasados de mi familia juraron algún día salvad la de su encierro a cambio de que ella curara a los enfermos y nos entregara a todos el don de la inmortalidad. Para ello convirtió a mis antepasados en ángeles y eligió solo a doce para guiar a su parte humana hasta ella. Pero ahora hay que entrenarse, tienes que estar preparada.

De dos baúles situados a mi alrededor emergieron dos sombras oscuras que consiguieron que se me helara la sangre en la venas. El aire se volvió pesado y la luz comenzó a huir de la oscuridad. Empecé a retroceder sobre mis pies y tropecé con algo. Caí al suelo y volví a sentirme indefensa.Aquellas criaturas daban vueltas a mi alrededor dando terroríficos gritos.

En lo más profundo de mi alma,oí la voz de Etihw, gritándome que me levantara y luchara contra mis miedos. Y eso hice. Me levanté y comencé a dar pasos de ciego hacia el vacío. Las sombras retrocedieron unos pasos y empecé a pronunciar palabras en otra lengua que desconocía. Mis ojos empezaron a brillar y de mis manos emergía luz. Miré hacia el cielo y elevé mis manos, iluminando toda la sala. Los espectros daban vueltas como locos tapándose los oídos y soltando siniestros alaridos.

 Caí de rodillas al suelo por el cansancio y vi a Etihw acercarse rápidamente hacia mí. Me desmayé mientras oía a Etihw felicitarme por lo que había hecho.

LA HIJA DE LA MUERTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora