Prólogo

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-Así que ya es oficial, eres el futuro Rey.

-Eso parece.-confirmó el joven príncipe, que observaba atento algo que se movía entre los árboles cubiertos de nieve-.Y tú elegiste ser poeta.

-No es como si tuviera otra opción, las letras son lo único que se me dan bien.-suspiró-.Aunque no cuando se trata de que suenen armoniosas juntas.

-¿Vamos a fracasar, verdad?

-Sí.-afirmó con total seguridad-.Pero al menos lo haremos juntos. Como aquella vez que nos tocó cuidar la granja de la escuela y terminamos cayendo en un estanque intentando atrapar a un pato que se nos escapó.-ambos se rieron al recordar la anécdota.

-¿Pero eso qué tenía que ver con nuestra situación actual?-preguntó aún riendo.

-Era para recordar que llevamos fracasando juntos desde tiempos inmemorables y aún así llegamos hasta aquí.-volvieron a reír ante la alentadora respuesta. Un viento gélido les avisaba que la noche estaba próxima, el blanco paisaje se tornaba cada vez más azulado-.Me convertiré en Nilam.

-¿Lo dices en serio?-cuestionó sorprendido.

-Quizás odie escribir, pero el arte en todas sus expresiones es de las pocas cosas que valen la pena conservar.-explicó-.Además, eso significa que formare parte de la Corte Real, así que nunca te faltarán los malos consejos.

-De alguna forma consigues que la fatalidad suene bien.

Los dos sabían lo que significaban sus destinos asignados; un Rey se debe entregar en cuerpo y alma a su nación, los Nilam se entregan a la recopilación del arte en todas sus formas. Ambos caminos implican renunciar a una vida fuera de los muros del Palacio salvo para cuestiones diplomáticas o una Guerra.

-¿Ves eso?-por fin el príncipe consiguió descubrir qué era lo que se movía entre las ramas de un pino.-Es un búho blanco, ¿sabes lo que significa?

-¿Que alguien va a morir?

-El maestro Von me explicó lo que significa el búho blanco en la tradición de Krem, simbolizan la culminación de un ciclo y la transformación a un nuevo comienzo.

-Por eso el emblema de tu familia es un búho blanco. Si algo representa a la Familia Real es que desde la primera muerte de Krem, siempre lo han transformado en algo diferente al anterior.

-Si morimos, ¿crees que nos convertiremos en algo diferente?

-¿Importa qué seamos? Me da igual en qué me convierta después de morir.-la poetisa miraba con seriedad al búho, casi como si quisiera reprocharle algo-.Siempre que vuelva a encontrarme contigo, valdrá la pena repetir este suplicio.-ella estaba tan concentrada en el búho que no se dio cuenta del tono melancólico de sus palabras.-Oh, lo siento, no quise que sonara deprimente... Pero ha sido bonito, ¿no?

-Sí, ha sido bonito.-afirmó, dándole unas palmaditas en la cabeza.

Ambos jóvenes se levantaron del tronco caído en el que estaban sentados, empezaron a caminar en dirección al Palacio que incluso en la lejanía se mostraba eminente.

Dejaban atrás los restos de una masacre. El Día Blanco. La nieve teñida de un rojo oscuro, los cuerpos atravesados y cortados que aún no habían sido llevados a fosas comunes, la traición y la derrota aún merodeaban como espectros dolientes el lugar en donde la muerte reinició el tiempo.

-¿Encontraste lo que buscabas?-preguntó Lana.

-Sí, lo encontré.-afirmó Alioth, enseñándole un broche de búho manchado con sangre.-Y no volveré a perderlo.

Corona, Pluma y Espada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora