Cap 3. Un trato para mi nueva vida

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Le sonreí lo más amable que pude y me estire para darle la mano, su piel era muy suave, como se "notaba que no trabajaba" solo me reí por mi pensamiento, volvimos a sentarnos más relajados solo miraba cómo le susurraba algo a Angel pero la verdad no me interesaba vi cómo una muchacha se me acerca da y me sentí algo tensa

- Hola, soy Esmeralda, su nueva sirvienta - me sorprendí - ¿desea que me lleve su mochila y la caja a su cuarto? - negué con la cabeza

- No se preocupe, solo es que me digan donde está mi cuarto y yo puedo llevar mis cosas, no necesito a nadie - le intente ser amable aunque enserio no era así, no sabía que me estaba pasando nunca había sido así

- Bueno - dijo Rafael - Si ella no te necesita te podemos despedir - dijo con una sonrisa, sabía que me lo decía a mí para ver si cambia de opinión,  la verdad no me importaba pero cuando la vi, podía ver su cara de preocupación, no sabía que problemas tenia y agregarle algo más no me parecía, sabía muy bien que intentaba jugar conmigo para que aceptará la ayuda y lo estaba logrando

- Creo que me puedes ayudar con mi ropa - dije en una sonrisa nerviosa, le estire la mochila y vi que Rafael sonrío con victoria, "me ganaste esta pero la próxima no" pensé, vi cómo quería agarrar mi caja, le hice un movimiento que no y ella entendió, estaba parada al lado mío

- Entonces no será necesario, Vallamos a dormir todos - dijo Rafael, solo me levante de golpe

- Feliz noche - dije en general y vi como Esmeralda caminaba y la seguía; subimos unas gradas y abrió una habitación que era totalmente blanca que lastimada mis ojos, una cama grande como para un batallón con sábanas rojas y negras

- Que horror de color el de las paredes, ¿dormirás conmigo para que la cama sea tan grande? - Pregunte viendo a Esmeralda, ella se puso roja por el comentario, ahora que la miraba bien era alta, piel algo blanca, más clara que la mía y su pelo colocho caía por sus hombros, negaba con la cabeza

- Tengo mi propio cuarto - dijo aún algo roja, solo me reí por su reacción - sígueme - la seguí -Este es tu armario - dijo abriendo una puerta, era demasiado grande, no tenía tanta ropa, se fue a otra puerta y la abrió - Este es la baño - lo vi era lindo y grande, habían toallas y shampo, lo necesario, un retrete y una gran tina que podía apostar que 5 personas cabían ahí, solo me recordé de mi grupo y me puse triste, cerré la puerta y salí, a la para había un gran Espejo donde me podía ver completamente, cuando me fije en una esquina había una nota y una manta, me acerque y leí,

- Tu mamá me dijo que te gustaba pintar entonces compre estas pinturas para que hagas lo que quieras con tu cuarto - quite la manta y efectivamente habían botes de pintura, me reí ya que solo dos personas sabían de ello, mi madre y Fernando. No quería que nadie más supiera de eso ya que Erick pensaba que solo era un talento sin futuro, me reí al recordarme de el; me levante despacio y mire a Esmeralda

- Mañana voy a empezar a pintar este lugar, por favor ven temprano con ropa que puedas manchar, quiero que lo mires cómo un favor y no como que te lo ordenó - ella me sonrío y asintió

- Entonces feliz noche señorita - me dijo para salir de ahí, me reí nadie me decía así,  me acosté sobre la cama tan cómoda y me dormi.

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Me levante por el ruido de mi estómago enserio tenía hambre entonces intentando no hacer ruido baje a las cocina, estando ahí escuche un ruido, me iba a ir pero una voz me hizo parar

- Si tienes hambre deberías comer algo - solo le vi la espalda pensé que era Gabriel pero cuando me vio me di cuenta que era Angel, sus ojos azules lo delataban

- Perdon - dije sin pensar - no quería hacer un escándalo en la cena, se que no les interesa mi vida pero enserio estaba muy frustrada - dije mientras me hacercaba al refrigerador para ver que había de comer, encontré un yogurt, lo agarre e iba a buscar una cuchara cuando vi que me ofrecían una

De la ciudad a un pueblo ¿que puede pasar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora