Capítulo 5

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- Es solo un amigo - alcance a decir mientras terminaba de almorzar

Ra- Eso decía cuando me gustaba una muchacha - pude ver cómo me guiña el ojo derecho de esos ojos azules

- Nunca lo evisto de otra forma, solo como hermano, mi mejor amigo -

M- De la amistad puede llegar el amor- Genial, ahora mi madre me molestaba

G- ¿Te gusta? - gire a ver a Gabriel y solo negué con la cabeza

- No tengo edad para eso, tengo que enfocarme en mis estudios y si quiero llegar a mi meta -

Ra- Eso me gusta, que tengan un punto fijo en lo que quieren - Gira a ver a Rosa - Tal vez le aprendes eso a a Izza - Me burle de ella.

El almuerzo terminó rápido, cuando sentí, estábamos en un centro comercial.

- Esto no parece un pueblo- dije mientras miraba todo lo que había

Ra- Lo es solo por nombre - dijo mientras caminaba a una muebleria solo lo seguí y todos estábamos ahí - ¿Qué te parece esta mesa? - una mesa mediana que de altura me llegaba a la cintura de color rojo carmesí, no me gustaba entonces negué

G - ¿ y este mueble de noche? - me acerque aver, era azul con unas gavetas, ese si me gustaba, solo asentí - precio - dijo en voz alta, llegó una muchacha

Ra- No se preocupen por ello, por hoy pueden darse ese lujo sin ver precios - solo me reí

A - Me encanta este escritorio - Escuche decir, me acerque Angel para ver el escritorio. Era blanco con toques celestes y una silla que se miraba suave, "perfecto para la tareas pensé"

G- Estamos viendo cosas para Izzabel, no para ti - solo me reí, ni en un millón de años elegiría algo así

- Lo quiero -

M- ¿segura? No es tu estilo

- Es lindo y ya se que quiero hacer en el - solo me reí y vi como la muchacha llamaba a un par de personas, seguro era para llevarlo a las casa

Ra- Bueno, y ¿la mesa?

Solo seguí viendo y encontré una mesa grande, muy grande de madera y patas de metal, podía trabajar de pie en ella, me llegaba en al pecho y solo sonreí, era de color cafe oscuro, - puedo poner una máquina de coser en ella - murmure, me habían enseñado a coser pero nunca lo puse en práctica - también puedo poner mis cuadros- vi como se me acercaba un señor

S - Hola - asentí con la cabeza - esta mesa tiene una peculiaridad - me dijo agachandonce seguí su ejemplo me señaló las patas de la mesa que tenían un tornillo que El aflojaba, hice lo mismo con la otra pata, vi cómo bajaba, el se levantó y jalo una silla para que me sentara y me senté, la mesa me llegaba un poco al pecho puse mis manos y era cómodo para escribir sentada, vi cómo había una parte alta de la mesa y la otra baja, podía trabajar de pie y sentaba en la misma mesa me pare y puse mis manos en la mesa para dejar caer mi peso y ni se movió, busque a mi madre con la vista y solo me reí

M - la queremos - dijo mientras el señor asentía llamaba a dos señores que se la llevaban estaba feliz, la silla también me había gustado. Combinada con la mesa y se miraba rústica

Ra- También 6 de esas sillas - solo me reí, dejaría que me compraran esas cosas pero me limitaría después.

Gabriel llegó corriendo - Mira esta lámpara- me dijo enseñándome la, era una que parecía sacada de la edad media, pero en vez de una vela o gasolina en medio tenía un foco me gustaba y asentí, el me entendió y se la dio a la muchacha que andaba detrás de él. Gabriel salió corriendo, la muchacha dejó la lámpara en manos de otra empleada y salió detrás de él, solo me daba gracia la escena.

De la ciudad a un pueblo ¿que puede pasar?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora