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— Realmente fue un fastidio lo que hiciste — habló con altivez el joven pilar.

— Era necesario Tokito, que usted no me entienda a mi ni mis acciones es algo distinto — contestó con suficiencia la de ojos verdes.

— Entonces resolvamos esto ya — habló Muichiro deteniéndose en seco y mirando a su compañera y a la niña que había salvado — ya que tú hablas chino, pregúntale lo que sucedió y así resolveremos ya este asunto.

Suzüe lo miró afirmativa y comenzó a hablar con la niña.

— ¿Dime, cómo pasó todo ésto? — preguntó compasiva — así podré ayudarte a encontrar a tu hermano.

— Ya va a anochecer — habló asustada la niña sin contestar a la pregunta — a esta hora apareció esa horrible mujer y esas criaturas.

— Tranquila sí — musitó compasiva intentando tranquilizar a la pequeña, vamos a un lugar seguro y ahí me cuentas todo, nada malo te pasará ¿Bueno?

— Está bien — habló la niña — vamos a mi casa, queda cerca de la colina de glicinias.

— Vamos — contesto para indicarle a Muichiro que debían avanzar.

Al llegar a la pequeña y tosca vivienda tomaron asiento en el piso mientras la niña preparaba té y contaba lo que sucedió.

— Mi hermano y yo llegamos aquí en busca de trabajo en los campos de arroz después de que mis padres murieran por el invierno mientras buscábamos un lugar donde vivir, luego empezamos a trabajar aquí, y conseguimos esta casa a cambio del trabajo, como yo no tenía con quién quedarme el me llevaba a los campos a ayudarlo. Pero hace dos noches volvíamos de allí y una horrible mujer de kimono blanco se llevó a mi hermano y a otro chico más. Yo hui hacia los campos de glicinia y no me busco más, pero no volví a ver a mi hermano.

— Y dime ¿dónde sucedió todo esto? — preguntó Suzüe mientras observaba en sus manos el té recién servido.

— Cerca de los arrozales de la montaña, puedo llevarlos.

Suzüe tradujo para Muichiro toda la conversación, a lo cual el contestó que era más seguro llegar hasta el punto y buscar al demonio con las referencias y no llevar a la niña y arriesgarla, mensaje que Suzüe le transmitió a la pequeña.

— No, no quiero quedarme sola, quiero buscar a mi hermano con ustedes — sollozo la pequeña mientras se arrodillaba entre lágrimas frente a Suzüe.

— ¿Qué dijo? — preguntó el de cabello largo.

— No quiere quedarse sola, está asustada, será mejor llevarla con nosotros — explicó apenada la joven pilar.

— ¿Haz perdido el juicio acaso? Es demasiado arriesgado — profirió molesto el pilar de la niebla — si va con nosotros tú te haces responsable de ella, yo no pienso cuidar a una niña — concluyó para dejar el té a medias sobre la mesa y levantarse del suelo para salir del lugar.

— No te preocupes, nada malo le pasará — respondió cortante la joven para imitar la acción de su compañero y salir del lugar.

Caminaron un largo tramo sin hablarse, hasta que la noche se volvió más densa, la niña al lado de Suzüe solo temblaba asustada mientras agarraba fuertemente de la mano a la pilar.

— Te dije que no era buena idea traerla aquí — rompió el silencio Tokito — pero no eres más que una caprichosa.

— No pienso discutir contigo — contestó la joven sin mirarle — lo importante ahora es encontrar al demonio.

Como si lo hubieran invocado con el pensamiento apareció allí con intenciones asesinas y en un abrir y cerrar de ojos, bajo las alargadas mangas de aquel impecable kimono blanco se extendieron largas enrredaderas florales con punteagudas hojas y flores con dirección hacia Muichiro el cual en menos de un parpadeo las corto con su nichirinto.

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⏰ Última actualización: Feb 24 ⏰

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°°CUANDO CESÉ LA TORMENTA°° - Muichiro x OcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora