━━╎ 𝐇𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 𝐩𝐫𝐨𝐩𝐢𝐚 ¡ ࣪˖ ✶
A veces la vida universitaria puede ser realmente un dolor de cabeza; entregas, exámenes y la sofocante idea de no lograr pertenecer.
"Bienvenido a la Facultad de Artes, Felix. Donde los colores dejan de br...
Quizás debería remontarme hace 4 años cuando Lee Felix finalmente termino los estudios secundarios, no era alguien muy sobresaliente en sus notas.
Para ser sinceros, jamás le intereso el estudio como tal, sus primeros años en aquel instituto habían sido sumamente tranquilos.
Se destacaba por ser un chico muy relajado, gozaba de poder compartir con su mejor amigo el mismo salón, por lo cual se la pasaban perdiendo el tiempo entre risas y bromas. Han Jisung había logrado conquistar el corazón del joven de 1.70 m, encajaban a la perfección con sus personalidades.
Han se dedicaba a robarle carcajadas al pelinegro mientras que Felix con su mera existencia le proporcionaba una felicidad enorme al castaño, era una persona realmente dulce y considerada. Muchas veces cuando el mas cachetón olvidaba sus deberes, Felix se encontraba a sus espaldas para rescatarlo de ser humillado delante de toda la clase. Si Han olvidaba su almuerzo, rápidamente el contrario le otorgaba lo que había cocinado la noche anterior con sus propias manos así no pasara hambre.
Su corazón era su arma mas fuerte como también su peor pesadilla. No podía evitar ser sensorial ante lo que lo rodeaba, le costaba luchar contra aquello que le dolía, aquello que lograba dañarlo en lo mas profundo.
Las sonrisas engañan, y la de Lee era tan radiante que era prácticamente imposible no caer en su trampa.
En 2019 corría ya el ultimo año donde el dúo dinámico estaría con un pie dentro del instituto. Si bien no eran los chicos mas populares de toda la escuela, eran conocidos por ser la dosis de carisma necesaria para que todos y cada uno de los alumnos les cayera bien. Eran inseparables, cual "culo y calzón" como solían llamarlos.
Si somos sinceros, ambos se llevaban las miradas de mas de una persona no solo por ser simpáticos y buena onda, si no por ser muy bien parecidos. Aunque para Felix no era ese el caso. En su mente simplemente era un alumno mas, un chico con el cual podías dialogar y nada mas, para nada trascendental.
El reloj marcaba las 12 del mediodía y frente sus ojos se encontraba el formulario para la universidad a la que iban a aplicar.
— Nunca pensé llegar tan lejos. — Exclamo el castaño junto con una leve risa que luego fue tapada por el mango de un lápiz mordisqueado por su ansiedad.
— Nadie lo pensó, Han, nadie. — Moviendo su cabeza de un lado a otro, chasqueo su lengua con un tono burlón antes de largar una carcajada. Molestarlo era uno de sus principales atracciones y si pudiera, elegiría una carrera donde se dedicara a hacerlo para perfeccionar sus dotes en "Fastidiar a Han hasta que infle los cachetes".
— Muy chistosito andas, a penas pasaste los últimos exámenes así que no te creas la gran cosa pecoso de mierda. — Como había predicho, Jisung inflo sus mofletes como una ardilla provocando que automáticamente Felix sonriera satisfecho por lograr su cometido. El mas alto de los dos extendió su mano y acaricio el cabello del de hebras mas claras, restándole importancia al insulto que había recibido.
— No te enojes pequeña ardilla, si logramos pasar los exámenes es porque lo hicimos juntos. ¿Ya decidiste que vas a estudiar?.
— Gracias por siempre hacer mis deberes y pasarme las respuestas. — Junto ambas manos y agacho su cabeza en muestra de agradecimiento mientras el otro reía sacudiendo su diestra tratando de evitar los halagos. Si bien apreciaba cuando su amigo reconocía sus esfuerzos, le costaba demasiado aceptarlos ya que para el no era gran cosa. — Vamos a ir a la Universidad de Bellas Artes ¿No es así?.
— Lo elegiste porque yo quería ir allí, ¿Estas seguro que quieres meterte en una carrera de cinco años donde debes respirar químicos como si fuera aire puro?. Vamos Han, ambos sabemos que lo que te apasiona es la danza.
— No pienso ir a una carrera donde estaré totalmente solo. Además, huelo tu olor a zorrino todos los santos días de mi vida, soy totalmente inmune a un poco de aguarrás.
Automáticamente Felix repartió un par de puños suaves contra el brazo de aquel que reía por lo bajo antes de que un puchero se apoderara de sus carnosos. Jisung lo abrazo de lado por encima de los hombros y deposito un beso en su mejilla con suma delicadeza para que el pelinegro sonriera.
— Solo quiero lo mejor para ti, estamos hablando de tu futuro Hannie, no puedes tomar una decisión así a la ligera...
— Se que te preocupa Fefi, lo pensare con mas detenimiento así estés tranquilo ¿Si?
Asintió y le devolvió el abrazo a su amigo. Sabia que la universidad iba a ser un reto enorme si es que Han decidía no acompañarlo, Felix podía ser una persona muy simpática pero solo en compañía del cachetón, por el mismo le costaba horrores dar el primer paso y si iba solo, probablemente se tendría que conformar con ser compañero de los retratos que pintara. El miedo de estar en soledad con su propia existencia inundo su pecho provocándole un vuelco sofocante, pero decidió obviarlo, aun tenían tiempo para saber como el destino los iba a recibir.
Pero el tiempo corrió mas rápido de lo que podía imaginarse.
Sus manos se encontraron a un lado de su cuerpo mientras inclinaba este lo mas que podía frente el director del instituto antes de recibir su diploma. El uniforme le quedaba ceñido siguiendo su delgada pero bien formada figura, era un joven por donde lo vieras totalmente hermoso. Su cabello negro en forma de "libro" dejaba caer un par de mechones sobre su rostro blanquecino lleno de pecas dándole un aire descontracturado pero elegante a la vez.
El fin de año había llegado, ya no era mas un alumno de secundaria y en sus manos se encontraba la razón de sus pesadillas. Había sido aceptado en la Universidad de Bellas Artes de Seúl, pero aquella aventura hacia la adultez la tendría que transitar totalmente solo pues aquel fiel compañero tomo su consejo de seguir sus sueños y opto por ser un experto en las danzas.
Si bien el departamento de danza se encontraba en el mismo campus que el de artes, cada clase la debía pasar en completa soledad y era muy probable que sus horarios no coincidieran. Estaba perdido.
Solo le quedaba rezar y esperar que Dios lo amparara.
- Maldita sea... ¿Ahora que demonios voy a hacer?
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