—¡Abuela!— Seungmin gritó apenas cruzó las puertas del restaurante de su abuela. El lugar estaba solo, pues apenas eran las seis de la mañana del sábado.
—¡Hijo, que alegría! ¿Cómo estás, cielo?— la mujer dijo acercándose para dejar un beso en la frente de su único nieto.
—Estoy bien, un poco cansado por la universidad pero muy feliz de verte.— Seungmin abrazó a la mujer mayor, manteniéndose unidos por unos minutos. —¿Necesitas ayuda en algo?— la mujer lo pensó durante unos segundos y luego negó.
—No, no. Mejor siéntate, necesitas comer algo. Mira lo delgado que estás.— Seungmin rió ante el comentario de la anciana y asintió, le gustaba dejarse querer por su abuela. —Ven, siéntate acá y cuéntame cómo te está yendo en la universidad y el trabajo.
Durante dos horas estuvo platicando con su abuela, contándole sobre la universidad, su amigo Felix y profesores. También le habló del trabajo en una cafetería; no le gustaba mentirle a su abuela, pero su trabajo era algo que ella no podía enterarse, por lo menos no ahora.
Cuando se dieron las doce de mediodía, Seungmin se despidió de la mujer y sus dos trabajadoras (también adultas mayores) y salió para encontrarse a Felix en su auto.
—¿Me mandó comida?— fue lo primero que dijo cuando Kim estuvo en el asiento del copiloto.
—Claro, dijo que podemos venir a desayunar mañana. Preparará tu comida favorita.
Felix asintió a la invitación luego siguieron platicando mientras se dirigían al edificio donde trabajaba el cuñado del Felix.
—¿Qué le vas a entregar?— Seungmin preguntó curioso cuando ya se encontraban frente al edificio / plaza.
—Mi madre quiere que le entregue unas cosas de la boda con Seri.
—¿Cómo vas con eso? ¿Estás molesto?— había algo de historia detrás, pero era algo que Felix intentaba esconder bien, aunque no servía de mucho porque sus ojos parecían dos luceros brillantes cuando Changbin se paraba frente a él.
—Estoy triste porque nunca pude confesarle mis sentimientos, fue horrible que Seri se lo haya dicho de una forma tan... despectiva.— Seungmin asintió y ambos salieron del auto cargando una pequeña caja con trozos de pastel.
Los chicos se quedaron recargados en la puerta de copiloto del auto y esperaron a que Changbin llegara.
Las puertas giratorias dejaron ver a cuatro personas, de las cuales, Seungmin reconoció a tres de ellos. Su rostro comenzó a ponerse rojo cuando los tres hombres y una mujer se acercaron a ellos entre una plática que parecía ser interesante.
Hasta que un chico, más joven que ellos, apareció.
—¡Mina Noona!— gritó con emoción.
—¡In-ah!— la tal Mina respondió con la misma alegría, entonces la chica y uno de los hombres se detuvieron ante la intervención del joven.
—Felix... es él.— Susurró Seungmin, Felix lo miró con el ceño fruncido y luego su mirada fue a los hombres que seguían hablando y a una distancia grande.
—No entiendo...— susurró de vuelta.
—El hombre que quiere pagarme por tener sexo con él, es el señor Bang.— dijo un poco alterado.
—¡¿Qué?!— gritó llamando la atención de los dos mayores, quienes se detuvieron a cinco pasos de distancia. —Sube al auto.— le ordenó, ambos se quitaron de la puerta y Kim subió al asiento de copiloto.
Pero eso no quitó que cierto empresario le diera una escaneada de cuerpo completo, por su vestimenta casual notó que incluso ante la holgura de sus prendas había un cuerpo delgado debajo.
