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Seungmin abrió los ojos con lentitud mientras intentaba apagar la molesta alarma que sonaba en su mesita de noche. Había sido una madrugada larga y llena de trabajo; fuera de la habitación escuchó a Taylor Swift cantando por los altavoces.

Felix y su bendita manía de despertar y ser feliz.

El reloj ya marcaba las siete y veinte de la mañana, por lo que se levantó y caminó con pereza hasta la puerta de la habitación, miró al suelo cuando la aspiradora automática pasó frente a su puerta. El olor a arroz y huevos hervidos llegó a su nariz, así que caminó el corto pasillo hasta la cocina y se encontró a Felix vistiendo unos jeans negros y una camiseta oversize de color blanco.

—Buenos días, Minnie.– el castaño le saludó sin voltear a mirarlo. —El desayuno está casi listo, más vale que te metas a bañar ya, porque si no llegaremos tarde.

—Sí, Lix.– dijo antes de dar media vuelta y volver sobre sus pasos.

Sacó de su maleta unos jeans de mezclilla, una camiseta ancha de color blanco y cogió su toalla.
El baño fue rápido, se había dado una ducha antes de dormir, por lo que solamente quitó los rastros de sudor que pudieron haberse generado y pasó la depiladora por las zonas que creyó necesarias. La voz de Felix seguía escuchándose, por lo que sonrió.

Había conocido a Felix durante el primer año de la universidad, justo el primer día. El, en ese entonces, pelirrojo se presentó ante él luego de que el profesor de "comunicación digital" (materia que todas las carreras en la universidad estaban obligados a llevar) les pidió realizar duplas para el desarrollo de la materia durante ese semestre. Fue el primer día, la primera hora; y Seungmin se sorprendió cuando aún siendo las siete de la mañana, Felix regalaba sonrisas a todos en el aula.

Y Seungmin esa mañana, y las que le siguieron, sólo quería seguir durmiendo un poco más.

Actualmente, tenía dos meses viviendo en el departamento con Felix; había conseguido un buen trabajo que le dejaba mucho dinero como para poder apoyar para una renta, para los materiales de la universidad, gastos de alimentación y también le sobraba un poco para darle a su abuela.

Hoy era el día, hoy confesaría al castaño de dónde es que sacaba dinero; tenía que hacerlo, puesto que de jueves a domingo siempre llegaría a las cuatro o cinco de la mañana. Además que necesitaba ayuda para poder acomodar los billetes que le entregaban en aquel lugar.

—Entonces, ¿qué es lo que tienes que decirme?– Felix lo miró, llevó la pequeña taza de té a sus labios para darle un sorbo, hizo una mueca antes de dejar la tacita lejos de su alcance. —Esto es... Horrible. No tomes el tuyo.– El castaño se levantó y fue directo al refrigerador para sacar una jarra de jugo.

Seungmin se quedó en silencio para esperar a que el castaño regresara a la mesita donde estaban tomando el desayuno. 

—Habla, que me pones nervioso—, Felix murmuró apenas se sentó en la silla frente al otro.

—Cuando te pedí venir a vivir contigo, ¿recuerdas que te hablé de que había conseguido un buen trabajo para los fines de semana?— Felix asintió. —Trabajo en un bar...

—¿En serio? ¿Cómo se llama?

Double Fantasy, yo estoy en un área VIP dónde sólo entra gente de dinero y eso...— Felix ladeó la cabeza.

—Pero, ¿Double Fantasy no es este pub en Itaewon? Ese dónde fuimos por mi cumpleaños el año pasado...

—Sí, ese mismo... Ahí fue donde conocí a Dove, ¿recuerdas la chica que se me acercó cuando yo volvía del baño?— Felix asintió mientras se acomodaba en su silla, parecía muy interesado en descubrir todo. —Bueno, ella se me acercó para halagarme y decirme que me quería reclutar para su negocio.

Unholy ; ChanMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora