HEARTBEAT | KOOKV

otto: jjk

OTTO: jjk

"¿Cómo así que la guardería no funciona hoy?" le pregunto a la profesora con el ceño fruncido, sostengo el celular con más fuerza de la necesaria. Sunhee dormitaba en mi hombro mientras yo continuaba la llamada.

"Sí, señor Jeon, se dejó una nota en el cuaderno de la niña." Me responde, con un deje de cansancio en su voz, como si yo fuera uno de los tantos padres que la llaman por lo mismo.

"Ya veo." Suspiré, "Gracias, ¿mañana en el horario habitual, entonces?"

"Sí, señor Jeon. Que tenga buen día." Ella me cuelga y yo me limito a observar a mi hija.

"¿Qué hacemos, Sunnie?" le pregunto, sabiendo que ella no podía responder siquiera. "¿Me prometes que te portarás bien si te llevo al trabajo conmigo?"

"¡Shii!" me responde entre sueños.

"Está bien." Resuelvo, guardando mi teléfono para sujetarla mejor y empezar a caminar hacia la avenida para pedir un taxi.

Creo que quizá tuve que haber tomado una foto de todos mis compañeros docentes al momento en que entré a la facultad de economía, muchos de ellos me observaban estupefactos al verme llegar con una niña de un año y medio que me decía papá.

"Colega, no sabía que eres padre." Se atreve a decir uno de ellos, aún saliendo del asombro.

"No consideré necesario revelar eso." Me encogí de hombros, me gusta ser reservado, no me gusta que la gente se entrometa en mi vida porque yo no me entrometo en la de ellos. "He anunciado al decano que por cuestiones personales, mi hija me acompañara durante mi jornada laboral." Aviso, para evitarme problemas después. Había contactado al decano mientras me movía hacia la universidad. La eficiencia es otra de las cosas que tanto me caracterizan.

"Ya veo. ¿No tienes una clase en media hora, Jeon?"

Sunhee es bastante calmada, al menos en su mayoría. Por eso le entregué mi celular para que vea sus caricaturas mientras yo preparo y realizo la clase. Dejé que ocupara mi escritorio, mientras yo dejaba los exámenes de mis estudiantes en este mismo.

Poco a poco los estudiantes empezaron a llegar, podía notar la mirada curiosa de ellos sobre mi pequeña, que yacía perdida en todos esos mamarrachos infantiles. Mantuve una expresión seria y formal, manteniendo la regla de cerrar la puerta a la hora que inicia formalmente la clase.

"Buenos días a todos ustedes, estudiantes." Saludo como de costumbre, observando a todos, "He calificado todos los exámenes, sus notas están aquí." Señalé el montón de exámenes, "Me siento bastante decepcionado de muchos de ustedes, sé que están en pregrado y creen que la carrera, la parte teórica, es un chiste, que no tiene relevancia." Suspiro, enojándome otra vez, "Pero no es así, muchas veces van a tener que leer sus apuntes de la universidad cuando estén trabajando para recordar definiciones, formulas, consejos. Estudien, dediquen tiempo a esto o abandonen y cedan el puesto a personas que de verdad desean estudiar."

Quizá estaba siendo un poco duro con ellos, quienes apenas son estudiantes de primer año, pero no podía evitarlo, las notas de los exámenes son desastrosas, me preguntaba por qué entraron a la carrera si ni siquiera iban a esforzarse.

"Les daré la oportunidad de presentar un ensayo como redención a la nota." Añado, observando las caras de los jóvenes, en algunos hay alivio y en otros, aburrimiento. "Espero que esta vez puedan dedicarle verdadero esfuerzo a esto y..."

"Papá." La tierna voz de Sunhee resuena por toda el aula, las miradas que antes estaban puestas atentamente en mí ahora están en mi hija.

"¿Sí, hija?" le pregunto con un suspiro, volteándome a observarla. Pude escuchar cuchicheos.