HEARTBEAT | KOOKV

quattro: jjk

QUATTRO: jjk

Leí y re leí la carta que acompañaba a la bebé. Ya ni siquiera sentía cansancio, parecía haberse esfumado. Taehyung me miraba expectante, atento a mi reacción, incluso dejando que Bigotes estuviera encima de él. Podía ver su indecisión en la mirada, pero a la vez con una pizca de emoción. En estos momentos, odiaba ser el mayor, odiaba ser la voz de la razón.

"Primero que todo, lo que hizo esta señora es demandable, ¿sabes?" le digo, observando sus ojos de súplica. "Es algo cruel y desalmado, maltrato infantil, de hecho."

"Sí, lo sé." Responde, "Pero la bebé no tiene la culpa y..."

"Y nosotros tampoco, no somos nada de esa bebé, Taehyung." Le respondo, enseriando mi mirada. Yo tenía que ser la voz de la cordura entre los dos. "Apenas tenemos tiempo para nosotros, ¿cómo podríamos con una bebé?" suspiro. "Hoy, de hecho, te fuiste temprano del trabajo por eso, porque no podías ni contigo mismo."

"Sí, lo sé, pero podríamos hacerlo funcionar. P-podríamos pagar una guardería, el otro semestre organizaría mejor mi horario y..."

"Taehyung, lo más sensato es darla a servicios sociales, ellos encontrarán una familia adecuada que se encargue de ella." Le digo, masajeándome el puente de la nariz. "Quizá si ambos no tuviéramos tanto trabajo y deudas podríamos considerarlo, pero..."

"Ella tiene un aire a ti." Suelta, "Tiene tu sonrisa. Y sé que no es tu hija porque no me serías infiel, menos con una mujer. Pero se parece a ti. Llevamos c-cinco años juntos, casi seis, yo sé que me quedaré contigo toda mi vida si lo quieres, me gustaría que formáramos una familia y..."

"Yo también me quiero quedar contigo toda la vida, Tae." Me levanto y me acerco a él, arrodillándome ante él, tomando sus manos. Bigotes empezó a maullar. "Podemos adoptar después, o podemos tener un bebé por vientre rentado. Un hijo tuyo y uno mío." Le digo. "Hay muchas opciones que podemos buscar. Pero ahora no es el momento." Insisto. Su mirada se llena de dolor y eso me afecta más de lo que me gustaría. Taehyung siempre ha sido muy abierto sobre sus sentimientos, sus ojos reflejan todo lo que su corazón siente, quizá por eso me terminé enamorando de él, porque en su mirada siempre sabría la verdad.

"Sé que tienes razón, p-pero..." se muerde el labio, tratando de no dejar caer las lágrimas que se asoman por sus ojos. Suspiro pesadamente antes de estrecharlo entre mis brazos, con el gato en medio de nosotros. Bigotes se apegó a mí.

"Podemos cuidarla esta noche e ir mañana a servicios sociales, ¿mmh? Juntos. Puedo avisar desde ya que iré tarde." Ofrezco, queriendo que el dolor de su mirada se fuera. Siempre me consideré alguien que no necesitaba de los sentimientos, siempre supe que mi vida estaba en la educación, incluso ahora soy investigador además de profesor y empleado, pero Taehyung es mi debilidad, mi talón de Aquiles.

"Está bien, yo puedo llevarla mañana antes de clases." Me responde, aún abrazado a mí. Yo le acaricio la espalda esperando que eso ayude.

"Como gustes, Taetae." Nos quedamos abrazados un momento más hasta que un lloriqueo infantil nos obligó a separarnos.

"Iré a calmarla." Se levanta rápidamente, tirando a Bigotes al suelo, quien se queja con un maullido, y se va hacia la habitación. Yo tardo unos minutos en levantarme y volver a mi escritorio para trabajar.

Luego de un par de horas, el apartamento está en sumo silencio, por lo que cuando me acerco a la habitación, la imagen de Taehyung dormido con una bebé apegada a su pecho logra mover cosas en mi interior. Una sonrisa se instala en mi rostro, incapaz de ser evitada. Cuando salí del closet con mi familia sabía que me abandonarían, sin embargo, no me importó. Porque lo tuve a él.

"En un futuro." Me recuerdo, sin dejar de ver la escena. "En un futuro tendremos una familia." Me desvisto rápidamente, quedando únicamente en calzoncillos y me acuesto junto a Taehyung, abrazándolo por la cintura.

La mañana siguiente, me levanto primero como siempre. Mientras camino por la habitación para preparar mi vestimenta para el día, noto que la bebé me observa sin llorar, me ve atenta, como si yo fuera lo suficiente interesante para ella. Suspiro antes de ceder ante su ternura.

"¿Tienes hambre?" le pregunto, sabiendo que no me responderá, pero su mirada se ilumina. "Eh, tus ojos también son expresivos." Sonrío. La retiro del brazo protector de Taehyung con cuidado y me la llevo hacia la cocina, donde Taehyung dejó las cosas que le había comprado. Leyendo instrucciones de las bolsas de fórmula es como le preparo su biberón, ella ni siquiera hace queja alguna. Incluso, juega con mis dedos mientras le sostengo el biberón para que lo chupe.

"¿Sabes el susto que me dio no verla en la cama?" Me pregunta Taehyung haciendo presencia en la cocina. "Pensé que la tiré al suelo mientras dormía, hombre, me sentí terriblemente culpable hasta que ni siquiera la vi en el suelo. Hasta me atreví a buscarla debajo de la cama." Me dice, haciéndome carcajear, y la bebé deja de mirar mis dedos para verme a mí.

"Se levantó a la misma hora que yo, supuse que tendría hambre." Le explico, encogiéndome de hombros. "¿A qué horas tienes clase?"

"Sólo tengo una clase de nueve a once de la mañana." Responde.

"Está bien." Vuelvo a fijar mi vista en la bebé y sé que mi corazón ya cayó por ella, por esa linda sonrisita que tenía. ¿Por qué los bebés son tan lindos? ¿Quizá era mi cuerpo pidiéndome ser padre? Los treinta no llegan solos y por más que Taehyung trate de convencerme de que sigo joven, yo sé que no lo soy. Hay momentos en que los cinco años que no llevamos tienen un peso descomunal, hay momentos en que él se deja llevar por impulso y yo sé que hacerlo está mal, entonces debo ser portador de seriedad y cordura. Pero ahora, viendo esa bebé, sabiendo que todo lo que le dije a Taehyung anoche es cierto y tiene total sentido, me sentía errado, con ganas de quedárnosla.

"¿De verdad no podríamos quedárnosla?" La voz de Taehyung me trae de nuevo a la realidad, ganándose una mirada confusa de mi parte. "Sé que lo que dijiste anoche tiene sentido, pero... sería bueno si pudiéramos cuidar de ella, ya sabes..."

Me quedo en silencio unos minutos, tratando de asimilar todo lo que ocurre dentro de mi cabeza. La mejor decisión es la que tomé anoche, lo sé, sin embargo... los bebés suelen llegar en momentos inesperados, ¿no? Sé que la mayoría de hijos no fueron planeados. Yo fui uno de esos.

"Creo que..." vacilo un poco, sopesando el peso de mi decisión. "Creo que podemos quedárnosla, Tae." Suelto. Él no duda en acercarse a nosotros, envolviéndonos en un abrazo y besando repetidamente mi rostro.

"Te amo, te amo, te amo, te amo."

"Yo te amo muchísimo más, vida."