Muerdeme | Hyunlix

11

Félix POV

No estaba seguro de lo que esperaba, pero ciertamente no era esto.

La pobre Lia probablemente estaba sufriendo un latigazo cervical por tener que mirar constantemente hacia mí y hacia Hyunjin constantemente. Era como si, en su opinión, yo ni siquiera estuviera allí.

Ahora, después de una semana de conocerlo, esta no era la primera vez que Hyunjin me ignoraba. Pero fue la primera vez sin razón.

Porque, la última vez que lo revisé, no había hecho nada para provocarlo a actuar así. Bueno, sí, ayer exploté contra él, pero después de eso, pensé que lo había compensado con esa llamada telefónica.

No era como si esperara que de repente fuésemos amigos, incluso dije eso. Pero tampoco esperaba que él me interrumpiera completamente. Me dejó pensando, ¿qué hice?

También me dejó pensando, ¿por qué me importa? Debería estar jodidamente aliviado de que Hyunjin eligiera al azar fingir que yo no existía. Después de todo, se suponía que debía odiarlo. Pero no, era todo lo que pensaba, desde el momento en que salí de Arte hasta el momento en que me fui a dormir esa noche. Y la noche siguiente, y la noche después de eso. Cuando la escuela llegó a su fin el viernes y todavía sentía que había una pared invisible que separaba a Hyunjin y a mí.

•••

Realmente no sé lo que tengo, ¿Tengo algo?.

¿Preocupado, tal vez? No, ¿por qué estaría preocupado? Hyunjin no era una preocupación mía. Confundido fue una mejor palabra.

Confundido en cuanto a lo que había hecho mal. Confundido sobre lo que motivaba a Hyunjin a ser tan distante. Confundido sobre por qué duele.

Mi corazón puede no tener ritmo, pero aun puede doler. Y, maldición estaba doliendo. Me hizo darme cuenta de que, de una manera extraña, anhelaba la atención de Hyunjin. Ya sea positivo o negativo, necesitaba ser reconocido.

Si tuviera que alejarme de él para que dejara de actuar como si yo no existiera, me daría algo. No me molesté en preguntar por qué deseaba la atención de Hyunjin. Estaba descubriendo que mientras más preguntas hacía, más respuestas vacías llegaban. Y todas estas preguntas me daban un gran dolor de cabeza.

Qué significa todo esto?

Ese tirón, ese magnetismo, esa atracción que había sentido por Hyunjin desde que nos besamos todavía estaba allí, brillando en el frente de mi mente cada vez que estaba cerca de él. Pero al menos al principio, había sido una mera atracción. Podía manejar la atracción, porque la atracción era bastante fácil de superar.

Mantenerme así fue una historia diferente. Se suponía que no me importaba, no quería que me importase, no me importaba. Pero lo hizo. Me importó y mucho. Me importaba que Hyunjin odiara una parte de sí mismo. Me importaba que de repente me ignorara. Demonios, incluso me importaba el maldito juego de fútbol que tenía hoy, porque podía hacer o deshacer sus posibilidades de subir oficialmente al equipo. Me preocupaba Hyunjin.

Hyunjin, mi enemigo. Hyunjin el hombre lobo.

Los vampiros y los hombres lobo eran enemigos naturales, y se suponía que debían permanecer así. Era tan anormalmente malo para mí preocuparme por Hyunjin. Fue contra cada fibra de mi ser. Me desgarró por dentro, una mitad de mí diciendo que debería odiarlo, y el otro diciendo que debería besuquear su jodido rostro.

Quizás si lo admitiera a mí mismo, si lo dijera en voz alta, todas mis preguntas serían respondidas. Pero no quería esa respuesta. No quería un momento de auto aceptación, donde me di cuenta de que estaba bien sentir lo que sentía y simplemente joderlo. Necesitaba todo para volver a cómo era antes, antes de hacer algo que lamentaría con el hombre lobo.