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La lluvia no paraba y el viento se hacía más fuerte, las ráfagas eran monstruosas, al menos yo consideraba que mi casa era un buen refugio para estos días, ya que decidí construirlo con bloques y concreto y algo de lo que es habitual de las casas de aquí antes de pasarme a vivir aquí, aún recuerdo la primera vez que me pase a vivir aquí, no conocía a nadie y conseguir trabajo era algo difícil afortunadamente tenía ayuda de mis parientes que igual vivían aquí pero no siempre iban a apoyarme por eso decidí salir adelante por si sola claro, iba a tener apoyo de ciertas personas pero no siempre iba a contar con ellos.
     Mientras las horas pasaban más fuerte era el huracán me preocupaba al ver como varias cosas salían volando, observé y observé, mi corazón latía muy rápido del miedo y pánico que estaba sintiendo en estos momentos. Justo antes de cerrar la persiana mi vecino venía corriendo hacia mi puerta y con gritos desesperados pidiendo que la puerta se abriera, rápido me aleje de la ventana y abrí con prisa dejando pasar a David, empapado, su playera estaba pegada a su cuerpo su cabello mojado cubría cierta parte de su frente haciéndolo ver atractivo, su abdomen se remarcaba y sentía ese mismo sentimiento que tuve en el súper mercado.

—Mil disculpas vecina por venir a su casa pero necesitaba refugio, en mi casa se fue la luz y no tengo como hacer mi trabajo —tanto estaba centrada en cómo se veía así que no me di cuenta de que traía su mochila embolsada con un rostro angelical me observo con una risa nerviosa yo le respondí con una sonrisa igual de nerviosa...

—Claro David, tranquilo, anda el baño está de ese lado y puedes dormir en la habitación de huéspedes, yo estaré en mi habitación por si necesitas algo —Me dio las gracias y entro al baño, me fui a mi cuarto con el corazón en la garganta y mis pensamientos impuros, tratando de no dejar salir a la Alison que se quería tragar en ese momento a su vecino, mire a ver mi puerta pensando que hacer, si, sería lo mejor calmar mi calentura y distraer mi mente en otras cosas.
El grito de David de pronto se escuchó por todos lados, me levanté de golpe y corrí hacia el baño al abrirlo lo vi ahí... ¡Desnudó!, no sabía que hacer así que tome mi toalla y me envolví los ojos para no verlo.

—¡Alison! —dijo alterado— ¿Que haces? ¡Quítate eso de la cara ayúdame!

—No, no quiero ver tus miserias —mentira, lo deseaba pero no quería hacer algo que posiblemente me arrepienta—

—Ok, ayúdame nada más por favor —dijo tomándome de las piernas para pararse, como pude toque parte de su cuerpo evitando tocar sus partes íntimas, lo cargué y lo metí al cuarto de huéspedes— Gracias, disculpa no quería hacerte pasar por esto... Digo, es tu casa yo me vine de colado...

—No te preocupes, solo... Vístete yo... Iré a ver qué hacer para almorzar —salí de su cuarto y detrás de mí cerré su puerta, no podía creer que pasara por esto, quería que me tragara la tierra...

...

Después de esos días de huracanes, me encontraba en la oficina, haciendo papeleo tras papeleo, mientras todos hablaban sobre cómo pasaron su fin de semana yo me imaginaba lo qué pasó esos días encerrada con mi vecino, no podía parar de pensarlo, ¿que hubiera pasado si hubiera hecho caso a mis instintos? ¿Me hubiera cogido a mi vecino? Mi atracción hacia él crecía y crecía.
Saliendo de la oficina, me dispuse a esperar un taxi, mientras observaba los autos pasar nuevamente mi mente jugó con mis pensamientos imaginándome cosas que nunca pasaron, David me estaba volviendo loca psicológicamente, estaba claro que ese chico se adueñó de mí, de mi mente y mi corazón... Debo de confesarlo me estaba enamorando de mi vecino y era algo que no podía evitarlo. Al subirme al taxi le di la dirección que quería ir, hoy... Era el día en que la despedida de soltera de Shell se haría, Al llegar al centro comercial, me encontraba en "Zara" buscando ropa para hoy, siendo que nunca he ido a una despedida de soltera, la mayoría de mis amigas estaban solteras, al igual que Shell mucho antes de conocer a su ahora prometido.
     Mientras pagaba me llamo la atención los movimientos de una persona a travez del espejo del mostrador, terminando de pagar lo vi, David estaba ahí con la misma chica de la última noche que lo vi, él se veía feliz, muy sonriente con ella comprando ropa, pase de largo, Sentía otra vez el dolor en mi pecho, me sentía muy mal, pero ese sentimiento se olvidaba con algo de comida, mientras esperaba mi orden recibí un mensaje, un mensaje inesperado por WhatsApp...

Mi VecinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora