Decir exactamente como se sentía... sería algo difícil de explicar, pero... el sentimiento que realmente la llenaba y cubría, sin ninguna duda era: Alivio. Era un poco extraño... pero ese reencuentro con su anterior amiga, esa niña inocente que aún no conocía la maldad del mundo logro reconfortarla de una manera inexplicable, su mirada... esos cálidos e infantiles ojos cafés, le recordaron en cierta manera a su hermano menor, Erick. Ese hecho conmocionó un poco a Isabella una vez volvió a sus cabales... pero, también la tranquilizo, sentía como la parte de su alma, la que aún seguía siendo esa niña triste que perdió a sus padres de la peor manera, encontraba finalmente la paz, para luego desprenderse de ella. Era... como si ahora, podría dejar completamente el pasado donde debía estar, en el pasado. Ya no era más esa niña dolida y perdida, ya que sentía como esa pequeña que aún estaba atrapada en su corazón y espíritu se iba para descansar e irse con sus padres, había cumplido sin saberlo el ultimo pedido de su alma, el cual era reencontrarse y a la vez despedirse adecuadamente de la única amiga que había tenido... lo supo una vez volvió a la casa de sus progenitores... y un extraño susurro junto con una fría pero suave brisa le acariciaba la mejilla, diciendo.
"Gracias... One-chan..."
Fue una de las cosas más extrañas que había sentido, aunque ya no se asombraba, después de todo volver a la vida y reencarnar estaba en la lista de las cosas que creía más imposibles de que pasaran, pero le paso ¿Por qué? Jamás lo sabría, sin embargo no le importaba, planeaba vivir plenamente esta nueva oportunidad y esta vez morir de vejez. Ese era su plan.
En esos momentos estaba recostada en la cama de sus padres, acurrucada contra el colchón, se sentía... libre. Aunque la pérdida de esos adultos que la amaron con toda su alma se quedaría por siempre en su corazón, ahora sentía que podía avanzar sin mirar atrás, esa niña quien fue antes... se encontraba tranquila, y dejaría que siguiera así. Antes fue Isabella Torres... y aun cuando su nombre y apariencia habían cambiado por completo (mas su mundo), seguía siendo aquella joven mujer que murió a sus veinte años, su esencia ahora permanecía completamente. Comprendió, que cuando se rompió frente a Yui, en realidad era su lado de niña que aún estaba dentro de sí misma, sin embargo, sentía como ya había desaparecido una vez se desahogó. Era un hecho. Su lado de quien fue hace cinco años, ya no se encontraba más ahí. Pero Isabella lo vio mejor de esa manera, se sentía bien... mejor incluso.
Cerro sus ojos y una lagrima salió de su ojo, interiormente, se despidió de esa pequeña niña, deseándole la mayor tranquilidad y paz del mundo. Era hora de decir permanentemente el adiós, no solo a sus padres, sino también a su lado infantil...
Un adiós, cargado de una gran tranquilidad como algo de tristeza, pero sobre todo...
Lleno de paz.
(*****)
A la mañana siguiente se despertó con pesadez y cansancio, sus parpados se abrieron lentamente al sentir los suaves rayos del sol golpeándole el rostro. Soltó un bostezo y se puso derecha sobre la cama, con sus ojos aun entreabiertos volteo levemente la cara encontrándose con la tierna imagen de sus hermanos profundamente dormidos, una sonrisa surco sus labios y con una energía renovada se levantó y salió de las suaves mantas, miro el reloj que colgaba en la pared, eran las 7:30 de la mañana. Sus ojos brillaron determinados y rápidamente se dirigió al baño personal de sus padres, sus pasos sin que se diera cuenta despertaron al pequeño cachorro que aún seguía acostado, intento levantarse para seguirla pero seguía débil, así que decidió quedarse a esperarla mientras miraba fijamente el lugar donde entro la niña.
—¡Muy bien, debo prepararme, ya va siendo hora de partir, primero debo darme un baño al igual que a mis hermanos, cierto, no debo olvidar el desayuno! ¡Na lo comeremos en el camino! —se dijo a si misma Hikari quien avanzo a la bañera y puso a calentar el agua.
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¡¿Reencarne En Fruits Basket?!
Fanfiction"La vida... puede llegar a ser muy corta, como dolorosa... la vida no es de color rosa... ni del todo buena, siempre hay una oscuridad que la asecha, la vida tiene dos caras como una moneda, un día te sonríe y al otro te da la espalda." "Pero..." "...