Capitulo 2

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—¡Hermanita, hermanita!

Sin poder evitarlo voltee el rostro hacia donde venía la tierna voz de mi hermano. Una gran sonrisa comenzó a formarse en mis labios, sin más me agache y estire mis brazos hacia él, quien no tardo en tirarse en ellos. Lo rodee y lo apreté un poco a mi pecho para después levantarme y comenzar a cargarlo. Escuche como una pequeña risita se escapaba de su boquita, alzo su cabeza para verme y sus ojitos esmeraldas comenzaron a brillar hermosamente al igual que su sonrisa.

De la nada como si apenas recordara algo de improviso, se movió un poco en mis brazos y estiro el suyo hacia su pequeño bolso azul oscuro. Lo coloco en medio de los dos y tomo el cierre para abrirlo y meter su mano adentro rebuscando entre sus cosas como si buscara algo en específico. Mientras lo hacía yo simplemente lo mire sintiéndome algo curiosa. No paso mucho tiempo para que finalmente encontrara lo que quería y lo tomara entre sus chiquitas manos, su sonrisa se agrando más si era posible, y me miro con un tierno rubor en sus mejillas, sus ojos comenzaron a brillar con expectación. Estiro el papel que tenía hacia mí y bajo por un segundo la mirada un poco tímido. "¡Qué lindo mi hermanito!" pensé llena de ternura mientras tomaba lo que me entregaba con la mano que antes puse en su pequeña espalda. Con habilidad abrí la hoja que estaba doblada a la mitad y analice su interior.

Era un examen de matemáticas exactamente, donde había ejercicios de suma, resta, división y multiplicación. Mis ojos recorrieron todos los problemas y sentía como mi pecho se llenaba de extremo orgullo. Todos... estaban correctos, y en la parte de arriba de la hoja en su extremo una "A" relucía en todo su esplendor, lo cual significaba un "Excelente" o "Aprobado". Lleve mi mirada a mi hermanito Erick, quien se encontraba jugueteando con sus tiernos deditos y con sus mejillas sonrojadas, de seguro por la pena. Sin poder aguantarme más, lo abrace fuerte y comencé a dar pequeños saltos con él, haciendo que el rubor de mi pequeño aumentara aún más logrando cubrir toda su carita.

—¡H-Hermana!

—¡MI HERMANO ES EL MEJOR! —grito a los cuatro vientos sin importarme las miradas de las demás personas.

La cara de Erick se puso más roja si es posible, hasta comenzó a salir un pequeño humo de sus orejitas y cabeza. Pero eso solo me pareció más lindo, tanto que no me pude contener más. Di vueltas y giros con el aun en mis brazos, lo cual lo mareo un poco, y luego me detuve para cambiar mi agarre poniendo mis manos a los lados de su cuerpo con firmeza y cariño a la vez. Sus piecitos quedaron libres en el aire al igual que sus brazos al separarse un poco de mí, lo alce hacia arriba logrando que llegara un poco más alto de mi cabeza y sus extremidades quedaran volando. El me miro sorprendido mientras su cabello se movía cada vez que lo alzaba hacia arriba y daba dos vueltas en esa misma posición, no lo lance al aire como quería ya que sabía su miedo a las alturas, por lo que solo hice esto porque sé que no le asustara tanto y más si siente que yo lo sostengo. Mi mirada se encontró con la de él, sus ojos brillaban y de seguro los míos igual. Le mostré una enorme sonrisa.

—Estoy orgullosa de ti Erick —dije con emoción en la voz. La carita de él se ruborizo un poco otra vez pero me devolvió la sonrisa de manera alegre.

Baje mis brazos y reacomode mis manos, rodeándolo como al principio, levante mi mano derecha que estaba en su espalda y acaricie su cabello con ternura y amor.

—¡Eres el mejor niño del mundo, mi Erick es increíble! —grito alegre y veo como varios padres nos miraban con una leve sonrisa.

Lo más seguro por la linda escena de hermanos que hacíamos o porque les parecíamos lindos. Erick me miro tan feliz como apenado pero abrió su pequeña boquita para soltar unas palabras que me llenaron el corazón.

¡¿Reencarne En Fruits Basket?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora