CONFESIÓN

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Para Levi la limpieza era lo más importante antes que cualquier otra cosa en el mundo, eso aplicaba también para relacionarse con otras personas, aunque fuera llamado el soldado más fuerte de la humanidad sobraba decir era un ser humano como cualquier otro lleno de dudas, sentimientos y necesidades.

En distintas ocasiones desde que era adolescente, había podido pobremente relacionarse con las personas, sabía que no era el mejor del mundo demostrando sentimientos pero debido a la situación en la que vivía no era un lujo que pudiera darse. Realmente el género no importaba mucho, definitivamente había otras cosas que le importaban más que simplemente su apariencia, para él destacaba más unos ojos que pudieran decirte más que simples palabras, que oliera bien, que tuviera tema de conversación y buen humor, lo único físicamente que le atraía era que fuera de estatura más alta que él.

Ya había tenido cierta experiencia besando pues no se había querido quedar con las ganas, pero realmente no hubo alguien con quién quisiera ir más allá de eso, casi todos sus recuerdos eran un asco debido a su higiene. Después de que se unió a la legión se volvió muy popular pero definitivamente después de la muerte de Farlan e Isabel se había fijado el objetivo de ir más allá de las murallas, de acabar con los Titanes por lo que el amor o sus necesidades quedaron desplazadas a último lugar, aunque muchas chicas se le insinuaban e incluso algunos varones a solas le llegaron a proponer alguno que otro encuentro nunca aceptó, perdió el interés, creyó que se había vuelto asexual, no le desagradaba la idea de quedarse así, era mejor a sufrir, la vida era tan cruel, no sabía cuánto tiempo viviría o si esa persona a la que iba a querer podría morir como muchos de sus compañeros.

Muy a pesar de su desagrado en general por las personas y el contacto físico había cierta castaña que no le molestaba que hiciera y deshiciera lo que quisiera, la consideraba su mejor amiga, fue la primera que no lo vio a él ni a sus antiguos amigos como todos los demás, unos sucios delincuentes del subterráneo, fue amable con Isabel, se dirigió a ellos con una sonrisa y sobre todo compartió palabras que nadie había dicho antes, los trato como camaradas, el hecho que fuera tan amable y que lo viera con ese brillo en los ojos y su sinceridad, la primera vez no supo con exactitud si era hombre o mujer, tenía una figura muy esbelta pero su actitud tan despreocupante y confianzuda le hizo pensar que era hombre.

Muy a pesar de su desagrado en general por las personas y el contacto físico había cierta castaña que no le molestaba que hiciera y deshiciera lo que quisiera, la consideraba su mejor amiga, fue la primera que no lo vio a él ni a sus antiguos amig...

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Después del regreso de esa misión fatídica y que decidiera unirse a la legión Hange lo invitó a comer como prometió, realmente no estaba de ánimos, solo quería estar solo pero ella insistió tanto, pese a su actitud pedante y portarse nefasto con ella, no desistió por lo que no le quedó de otra que aceptar.

Acudieron a la taberna a la que solían ir todos los soldados después de una larga expedición y perder tantos compañeros, lo que casi todos querían era ahogarse en alcohol y olvidar todo lo que habían visto o buscar pasar un buen rato con alguien más, nadie se percató que estaban los 2 sentados comiendo con un par de bebidas, Hange se sentó a su lado y le dio una palmada en la espalda.

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⏰ Última actualización: May 06, 2023 ⏰

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