¡Vayan Pasando Señoras y Señores!

Capítulo 15: Sentimientos a flor de piel

Narra Sawamura:

Después de lo que para mí fue el peor día de mi vida, los dos regaños de mi otro yo y la extraña sensación de estar siendo vigilado decidí que era momento de despejar mi mente, cuando me sentí con ánimos de salir de debajo de las mantas, camine sin mirar a nadie y llegue, como era de esperarse al campo en donde entrenaba junto con Furuya, él estaba ahí, terminando la rutina que habíamos estado haciendo desde hace varios días, se sentó en el neumático y no desaproveche para llamarlo

- ¡Furuya! - le grite desde donde estaba, con todo el ánimo de una persona a la que le rompieron el corazón dos veces

-Sawamura- respondió el tratando de no mirarme directamente

-veo que te esfuerzas-y el silencio se apodero de nosotros en un instante, se veía incomodo, no sabía que más podía decirle para que no siquiera siendo tan incomodo- creí que te irías si no estaba me alegra haberte encontrado aquí-medio sonrió, aunque eso parecía más una mueca que una sonrisa

-me alegra que hayas venido ¿te encuentras bien? - di un pequeño brinco ante la pregunta- el otro tu dijo que no te sentías bien- asentí, tratando de pensar en cómo continuar

-me encuentro mejor -trate de no responder apresuradamente, luego di un respiro profundo- no te preocupes fue algo sin importancia-estaba tan nervioso que esperaba que pudiera creerme

-será mejor que regreses primero, ya que hoy no te sentías bien sería bueno que regresaras a descansar- sus palabras sonaron tranquilas, pero por alguna razón me sentí como un niño

-lo hare- le dije entre resoplidos- tú no te quedes demasiado tiempo, comienza a hacer más frio, no te enfermes- él me sonrío y me quede ahí mirándolo por un rato

-gracias por la preocupación, regresa ahora, yo todavía tengo que guardar esto- me dijo y yo de alguna manera no me moví, me quedé ahí jugueteando con el cierre de mi chamara

-te espero, no tardes mucho- baje la mirada no sé qué espíritu me poseyó para decir eso, es tan vergonzoso

-siendo así tratare de no tardar mucho- asentí y él recogió sus cosas y corrió a guardarlo en el almacén, mientras se iba me senté, estaba tan avergonzado por lo que había pasado hace un momento, ni siquiera con Chris-sempai había hecho algo tan vergonzoso como esto

- ¿te sientes mal? - la repentina pregunta me sobresalto que caí de espaldas, él se veía sorprendido- no era mi intención asustarte-

-no, yo estaba distraído, no es tu culpa- me tendió la mano, y aun disgustado conmigo mismo la tome y me ayuda a levantarme, caminamos en silencio hasta los dormitorios donde me convenció de ir a cenar primero mientras él iba a bañarse, pero en vez de ir al comedor me quede sentado a un lado le una máquina expendedora, no me parecía buena idea ir ahora, lo más probable es que estuvieran todos los chicos hablando acerca del partido y no creo que tenga ánimos de hablar de eso, estaba cansado me levante para obtener algo de la máquina expendedora, pero no me apetecía nada, al final termine por comprar una lata de café y me quede ahí de nuevo en la pequeña banca

- ¿qué pasa? - me sobresalte, no sé cuánto tiempo paso mientras me perdía en mis pensamientos- creí que estarías en el comedor, ¿Por qué estás aquí? - estaba tan sorprendido que repentinamente no tenía nada que decir, solo lo mire, de pie junto a mí con el cabello mojado, tal vez fue porque comencé a pasar más tiempo con él, que podía ver reflejada la preocupación en su rostro

-yo..., no me sentía con ánimos de estar en el comedor- baje la mirada y aprete más la lata que tenía en las manos – ellos deben de estar hablando de la victoria de hoy, no quiero incomodarlos con mi... como decirlo, estoy enfermo así que no quiero que se ¿p r e o c u p e n? - Furuya comenzó a reír, no era tan escandaloso como yo, más bien era una risa ligera