Una historia Omegaverse, dónde dos lobos están destinados a salvar a las manadas pero no todo será fácil para ellos, además, ¿Podrá su amor ayudar a la profecía?
Una historia de mi completa autoría.
Contenido +21.
No acepto copias ni adaptaciones.
A...
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Habían vuelto a llegar a las manada de los Lobos Azules y cuando sus oficiales le avisaron a Jimin este se sorprendió de saber que Jungkook había vuelto. Él mismo se apresuró a su encuentro y le extrañó el verlo de nuevo esta vez con una loba diferente.
—¿Jungkook, que sucede? —la sonrisa del Alfa Jeon era grande llamando la atención de Jimin.
—Hyung, encontré a mi mate —Jimin se sorprendió para luego pasar sus ojos por la Omega.
—Un placer Alfa, soy Danrah —le devolvió el saludo antes de volver a Jungkook.
—¿Qué pasó?
—Pues llegamos a los Lobos del Norte y pues allí estaba, mi otra mitad, la conexión por mi parte fue instantáneo, jamás creí que la encontraría.
—¿Y la Omega Irene?
—Esta con Taehyung, resultó ser la mate de él —Jimin abrió sus ojos sorprendido— Pero ella no lo acepta, no quiero imaginar el dolor que debe sentir Taehyung.
Jimin suspiró.
—Debe doler tanto como el no tenerla a nuestro lado, sin nuestra mate no seremos un lobo completo y por supuesto tampoco tendremos descendencia, por eso es que aquí las tratamos muy bien, le reconocemos su valor —ambos sonríen— Pero vamos, tengamos la cena de bendición juntos.
Caminaron hasta el salón, todos la miraban sorprendidos ya que hace poco el Alfa Jeon había entrado con una Omega y ahora viene con otra.
Todos toman sus puestos en la mesa y Jimin le sonríe a Danrah.
—Así que Jungkook encontró a su mate al otro lado del mundo, voy a tener que visitar las manadas a ver si encuentro a mi mate, me he prohibido enamorarme de otra que no sea mi mate —sus ojos desaparecen en una sonrisa.
—Si me disculpa, Alfa Park, pero eso me parece hermoso de su parte, quién sea su mate será una loba muy afortunada.
—Gracias, sé que ustedes también son afortunados por encontrarse ahora, la diosa sabe porque hace las cosas, el destino los unió en este momento, mi único consejo es amense cómo nadie ha amado a otro lobo.
Danrah miró a Jungkook y este ya la estaba mirando a ella, el corazón de ella latió haciendo que sus mejillas se enrojecieran, y entonces en ese momento ella pensó que tal vez...
Solo tal vez...
Ella podría llegar a amarlo de verdad, será el lobo que tanto ella había pedido, un ser que le enseñara el amor que tanto le faltó desde que su madre se había ido, las lágrimas bajaron por sus mejillas alarmando un poco a Jungkook.
—¿Amor que sucede? —él corrió a su lado, ella solo lo miraba mientras sus lágrimas aún corrían por las mejillas.
Entonces ella se levantó y salió corriendo a la habitación que le habían dado a los dos, Jungkook corrió detrás de ella.
—¡Quiero estar sola! —entonces él se detuvo en seco, le había dolido que su Omega lo rechazara de esa manera.
Y con todo el pesar del mundo volvió a dónde estaba Jimin.
—Rechazó mi ayuda —Jimin le sonrió a Jungkook.
—Oh pequeño, ella solo quiero un momento a solas, tranquilo no es un rechazo, vas a encontrarte con esas escenas a menudo, a veces las mujeres sobretodo en época de apareamiento quieren momento a solas, está vez creo que le afectó lo que le dije, no sé exactamente qué pero le afectó.
—Ahora hablaré con ella —Jungkook se calló pero Jimin sabía que algo pasaba.
—¿Que hay en tu mente? Cuéntale todo a tu Hyung —el pequeño sonríe recordando esos momentos cuando aún eran cachorros.
—Tengo miedo que ella no me ame como la amo yo.
—Apenas se conocen, es cierto que el lazo en tí se ha formado más rápido que en el de ella, pero aún así te falta por amarla cuando la conozcas de verdad verás que aún te quedaba muchas cosas por amar de ella y dale tiempo a que su lazo se forme, aparte déjale conocer ese Jungkook que muy pocos conocen, ella es tu mate así que no deberías ocultarle nada.
—Eso haré.
Ambos Alfas terminaron de hablar y Jungkook decidió pedirle a las Omegas de la cocina que si le podían hacer algo para llevarle a Danrah ya que no había cenado, después de terminar él subió con la bandeja en mano. Tocó algo bajo para no asustarla.
—Cariño, soy yo Jungkook, te traje algo para que comas antes de dormir —había un silencio— Voy a entrar.
Lentamente él fue abriendo la puerta, la luz estaba apagada, sus ojos de lobo se adaptaron a la oscuridad, algo que tienen los licántropos es que pueden ver en la oscuridad, eso les permite cazar incluso de noche.
Sus ojos buscaron por la Omega hasta que la vieron allí en el balcón viendo el paisaje, Jungkook entró lentamente dejando la bandeja en la cama para luego acercarse a ella, se agachó a un lado de la silla donde ella estaba. No quería asustarla o forzarla a hablar por eso solo le tomó la mano besándola delicadamente, haciéndole saber a su mate que él estaba aquí para cuando ella lo necesitara.
Aquél gesto por parte del Alfa conmovió mucho a la Omega, la cuál ahora sonreía.
—Gracias —al escucharla hablar Jungkook miró hacia arriba para verla a los ojos.
Sus ojitos tenían rastro de que había estado llorando, él estiró su mano para limpiar una lágrima.
—¿Puedes decirme si te sientes mal? ¿Hice algo mal? —ella negó con la cabeza.
—Aun no me acostumbro a todo esto, desde mi madre no ha habido otro licántropo que me haya tratado como tú me estás tratando.
—¿No te gusta como te trato?
—Me encanta como me tratas, eso es lo que me causa dolor, es lo que he querido siempre —el Alfa sonrió aliviado de que no había hecho algo que le molestara.
—Entonces te voy a consentir hasta empalagarte, te endulzaré la vida. Pero ahora quiero que comas —las manos de él tomaron el cuerpo de ella como si fuera una muñeca y la llevaron hasta la cama— Come o yo te daré de comer. Iré a ducharme cuando salga quiero esa bandeja limpia.
Entonces con una sonrisa Jungkook entró en el baño.
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