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                                         Viernes

*Olivia*

Caminaba rápidamente por un pasillo que parecía no tener fin para llegar a tiempo a mi última clase del dia. Era el último día de clases para ir a vacaciones de verano
Todo el pasillo de la secundaria  que hace que todas los salones estén unidos, estaba mas que lleno y era casi imposible pasar por ahí.
Para mi poca suerte mi aula estaba entre los más lejanos y se necesitaba ir más que corriendo si quería llegar temprano.
Y este día iba mejor de lo que esperaba.

Por primera vez en we 2 años había llegado temprano.

Cuando llegue a mi salón rápido tome asiento y todos mis compañeros de clase empezaron a llegar, la mayoría me mandaban saludos con la mano y otros simplemente me ignoraban y se sentaban en los lugares que estaban vacíos.
Cuando llegó el profesor ya todos estaban en sus respectivos lugares listos para poner atención y esperar a que el profe empezara con la clase.

–buenas tardes clase– el profesor saludó cordialmente.

–buenas tardes profesor–a unísono todos respondimos.

–Hoy mas que nada, quiero felicitar a cada uno de ustedes que ha logrado llegar hasta este punto de la escuela, por favor dense un merecido aplauso– todo en alumnado acató la orden y con felicidad aplaudieron y gritaron – silencio chicos, con calma – el profe tranquilo hablo – hoy por ser el último día de clases les daré la oportunidad de irse una hora antes, ya que la clase dura cuatro horas y se que ya quieren irse a sus casas a disfrutar de sus merecidas vacaciones, solo revisaremos el último trabajo pendiente, Olivia, por favor puedes empezar a leer lo que investigaste sobre lo que pedi – me miro fijamente.

–Claro que si profesor– respondi.
 
Empecé a leer sobre el trabajo que me llevo media noche estudiar y escribir.

(.....)

Habían pasado ya tres horas desde que empezó la clase y como lo prometio el profesor, nos dio la cuarta hora libre, así que sin más empecé a caminar para irme a casa.

Cuando sali de la preparatoria el sonido de la música se hizo presente. Indicando que ya muchos de los alumnos estaba por irse con cada uno de sus grupos sociales.

Por mi lado, un carro negro se estacionó en frente de mi , y rápidamente se bajo un hombre el cual conocía a la perfección y hable.

–papá–rápidamente fui hasta el y lo envolviendo en un cálido abrazo el cual fue correspondido apenas y me acerque.

–¿como te fue en tu último día de clases hija?– me preguntó

–bien pa– sonriendo me aleje de el– escuche a la tía Sarah que nos ibamos a ir a un viaje a las afueras de la ciudad, dijo que iríamos a la vieja casa de la abuela,- hice una pequeña pausa para respirar - desde su muerte que no vamos y también que hace mucho que no salimos de Hamburgo creo que ya nos hace falta ir al lugar de donde nací – lo mire con ojos de tristeza y con un poco de felicidad

–se que la extrañas hija – me acarició ligeramente el cabello– pero ya es hora de que sigamos adelante pequeña–me miro y una vez más me dio un pequeño abrazo– anda a subir al carro para ir a que empaques tus cosas que en dos días nos vamos – asenti y subimos al carro.

El camino no era largo, casi quince minutos de la escuela tal vez era por que siempre le platicaba a mi papá como me iba en la escuela y yo le preguntaba cómo le iba en su trabajo, era lindo como nos contábamos mutuamente las cosas y nos poníamos a cantar canciones que pasaban en la radio.

AQUEL VERANO | Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora