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*Olivia*

Notaba su mirada siguiendome mientras caminaba para llegar a mi casa pero no tuve el valor para voltear a ver si seguía ahí parado o si se había ido, así que solo me dedique a llegar para poder cenar.

Me adentre en el pasillo de mi casa para poder
Ir a la parte del comedor donde mi prima y padre se encontraban esperando a que mi tía llegará con los platos con comida.

Me senté en una silla junto a mi prima y enfrente de mi padre que tenía varios documentos en la mesa los cuales empezó a guardar al ver que mi tía ya venía con la cena.

Rápidamente mi padre se paró de su lugar para ir a ayudarle a mi tía con los platos que cargaba La cual le agradeció por la pequeña ayuda y los dos se sentaron.

La cena, como todos los días era callada. No era por que no tuviéramos mucho de que hablar, si no que era por mi abuela solía decir que la cena o cualquier comida del día era sagrada y que era mejor disfrutar la comida que hablar y esto era ya una costumbre entre nosotros cuatro .

Cuando todos terminamos, mi tía me pidió que por favor llevará los platos recién sucios a la cocina para que así mi prima los pudiera lavar, y antes de que nos fuéramos nos dijo una última cosa-

-A Emma se le a ocurrido invitar a los vecinos a una cena - le miro a prima quien apenas se iba a parar de su aciento- y quiere que cuando vallamos a invitarlos le llevemos algun postre - esta ves se dirigió a mi padre quien también apenas estaba por irse - tengo pensado hacer un pay de manzana así que tengo que ir al súper a comprar los ingredientes - esta vez dijo levantándose de su lugar -volveré más tarde, Olivia - me miro - ¿quieres acompañarme? le pregunte a Emma y dijo que no, no quiero ir sola- me pregunto.

- claro que si tía - le conteste también parando me de mi aciento para juntar los platos - solo que espereme para ir a ponerme otro cambio de ropa y dejar los trastes en su lugar - estaba por irme a la cocina pero ella me detuvo.

- así déjalo, Emma se encargará - miro a mi prima a lo cual ella quizo quejarse pero se lo guardo y solo asintió.

-de acuerdo - y la seguí hasta la puerta del comedor antes de ella volviera a hablar.

– Albert – se dirigió a mi padre – tomaré las llaves de la camioneta – y ahora si nos fuimos.

(......)

Me encontraba en el pasillo de los cereales viendo cuales me podría llevar, me tomaba mucho tomar decisiones así de importantes así que me lo estaba tomando con calma, no tenía prisa ya que mi tía fue a por todos los ingredientes que ocuparía en el pay y en la cena.

Llevaba ya 10 minutos pensando cual de todos los cereales o galletas me llevaría y me había decidido por un paquete de galletas Oreo y un cereal de chocolate el cual era unos de mis favoritos.

Y ahora me encontraba buscando a mi tía por el pasillo de las verduras y no la veía por ningun lado. Camine por dos minutos más hasta encontrarla en el pasillo de las carnes y camine hacia ella hasta llegar al carrito de compras que tenía al lado y puse las cosas que había escogido momentos atrás.

Ella se percató de los nuevos productos en el carrito y me miro con cierta confusión.

– ¿que traes? – pregunto.

– solo son cereales – le dije – ¿que estas viendo? – le cambie de tema al ver que tenía dos empaques de diferentes carnes.

– estoy viendo que diferencia tienen–me contesto mirando las carnes– pero – dijo con un poco de confusión notoria en su cara – al parecer son casi iguales así que me llevaré esta – señalo la que tenía mayor precio y yo solo asenti sin decir nada.

AQUEL VERANO | Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora