Capitulo 2: Fairy Tail.

714 99 81
                                    

No soy dueño de Fairy Tail o Fate, crédito a sus respectivos dueños.

--------------------------------

La mañana llego para una peliazul que se encontraba algo confundida con sus recuerdos ¿Por qué estaba Juvia acostada junto a una peliblanca que la abrazaba con mucha confianza mientras dormía? No lo sabía, o mejor dicho si lo sabia bastante bien. La noche anterior estuvo en casa de Archer-sama luego de su regreso que según entendía era de unos 5 años de ausencia. Esta mujer se encargo de cuidar su hogar durante ese tiempo, en agradecimiento Archer-sama acepto pagar por este favor, ahora al parecer hoy ambos se unirán al gremio por petición de la albina que parece esforzarse en hundir el rostro de Juvia en su pecho.

"Lisanna... de verdad te extrañe" Dijo entre sus propios sueños ganando la atención de la peliazul. La chica realmente parecía feliz aun con las pequeñas lagrimas que salen de sus ojos. Juvia tenia una idea, ella misma estuvo cuando la conversación de la noche anterior se puso algo incomoda al mencionar a la hermana fallecida de Mirajane-san. Fue entonces cuando no decidió oponerse a su abrazo, simplemente no seria una mala persona alejando a la peliblanca de lo que parece un buen sueño o al menos uno que posiblemente no deseara despertarse, aun cuando quizás se sentía algo incomoda en la posición tan penosa en que se encontraba.

Así pasaron los minutos hasta que Mirajane-San abrió los ojos. Para Juvia realmente fue un poco inesperado terminar de esa forma con otra mujer, al menos estando ella sola... en su mente muchas veces termino imaginado cosas de más o fantasías donde Archer-Sama la tomaba, no solo a ella, también a sus rivales del amor en situaciones que ella misma se avergüenza de pensar, sobre todo al saber que su héroe personal jamás haría algo como eso.

"Buenos di..." Mirajane dijo al despertar y recordar que la noche anterior convenció a la peliazul de dormir con ella gracias a la falta de espacio en la pequeña casa de Shiro. Ahora notaba que la chica que se negó a compartir cama con ella se encontraba entre su pecho solo pudo poner una sonrisa algo juguetona. "Ara, ¿Dormiste cómoda, Juvia-chan?" Le dijo a la peliazul que solo tembló un poco antes de separarse con algo de vergüenza.

"Juvia solo no quiso molestarla en su sueño. Se sorprendió mucho cuando Mirajane-san entro en su futón dormida para abrazarla... parecía tener un buen sueño" Dijo algo apenada moviendo sus brazos en un intento de negar lo ocurrido. Por otro lado, Mirajane se quedó quieta pensando para luego recordar el sueño que había tenido, posiblemente entendiendo lo que la peliazul quería decir. Fue entonces cuando una pequeña sonrisa apareció en su rostro siendo algo bastante sincero de su parte.

Juvia la miro algo confundida antes de que esta le respondiera. "Gracias entonces, Juvia-chan" Le dijo antes de levantarse para caminar hacia la puerta de la habitación "¿Qué tal si nos damos un baño antes de ir por Shiro-kun?" Saco su mejor sonrisa cuando la chica pareció recordar a la persona con la que llego al pueblo. 'Tú siempre atraes a las personas que siempre terminan apreciándote... Shiro-kun' Fue su pensamiento en ese momento cuando la chica ya se estaba preparando para hacer su día junto a ese chico... ese chico al que la misma peliblanca también quería ver con emoción.

'Quizás es porque pese a todo este tiempo nunca deje de confiar en tus palabras de que volverías que quiero que confíes plenamente en mi...'

...

Los escalones están frente a mi mientras justo detrás se encuentran dos hombres armados. Mientras los subo no puedo evitar pensar en muchas cosas que pase a lo largo de mi vida...

El caminar por el fuego siendo un niño, manteniéndome en pie solo por mi voluntad mientras me niego a morir aun... recuerdo que camine viendo a personas pedir ayuda, ignorando suplicas o simplemente intentando no pensar en ellos... solo era un niño, no es que pudiera hacer mucho mas que caminar en un intento desesperado de entender que es lo que debía hacer ¿Existía una razón para mantenerme en pie? Posiblemente ninguna ¿Lograría salir vivo de ahí? Lo dudaba. Pero aun así debía seguir hasta donde mi cuerpo me lo permitiera. Al final solo terminé cayendo al suelo para por fin morir... ahí pude verlo, una mano sostuvo la mía, alguien me salvo, un hombre con una sonrisa de autentica felicidad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 19, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Una Espada Entre HadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora