Una Segunda Vez Part. 12

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El castillo comenzaba a recuperar un poco el color de los años en que los padres de Malleus gobernaban, pues todos estaban encantados con su vida y su servicio. Los reyes siempre habían sido justos y amables con su gente, eso incluía a Malleus, pero después de descubrir que su poder era aún mucho mayor que el de sus padres el miedo de ser atacados se había vuelto una pesadilla, alejándose poco a poco del príncipe.
Ese día, el rey no estaba, ni la futura prometida ni unos soldados ni la doncella y pixie que acompañaban a la humana, sin embargo la sombra de un murciélago vigilaba en cada esquina para reportar cualquier desorden que surgiera. A pesar de eso, el ambiente era ligero desde que los sirvientes habían adquirido a un nuevo líder.
El soldado de cabello verde se encontraba dando su ronda como de costumbre. Todas las mañanas su rutina consistía en…
Escuchar el despertador, comenzar por lavarse los dientes y luego hacer un poco de ejercicio para despertar por completo. Después de ello desayunar y tomar una ducha, luego de eso un recorrido por los pasillos y jardines del castillo asegurándose de que todo estaba en orden.
Esa era su rutina, bueno ahora tenía ligeras variaciones cómo entrenar con una humana que venía de otra dimensión. Su nombre era Horo, molesta, enérgica y al mismo tiempo muy fuerte. Desde entonces, al medio día la veía para entrenar, él con su magia y ella con sus extrañas habilidades que tenía sobrehumanas.
Era extraño. Siempre había visto a los humanos como seres frágiles a pesar de que en su sangre corría parte de ellos. Su padre era un humano y gran parte de su vida convivió con las hadas antes del suceso de la prometida del joven Malleus. Por suerte su padre tuvo una vida tranquila en el reino de las hadas hasta su último día y seguramente estaría orgulloso de que su hijo llegara tan lejos cómo para ser un vasallo principal del rey.
Tal vez parte de su sangre le hacía sentir algo de admiración a esa humana por ser fuerte y ser de las pocas mujeres que vería manejar un arma el doble de pesada y grande que ella misma.

Sebek: ¡Eso es todo por hoy! ¡No olviden mantener vigilados a los sirvientes!

??: ¡Entendido!

Los soldados de sangre pura no tenían más remedio que obedecerlo y es que tampoco podrían retarlo puesto que los derrotaría rápidamente. Aquel niño mestizo que corría por los pasillos y que era cuidado por el gran Vanrouge y el rey se había vuelto demasiado fuerte para su edad, ahora era mucho más gracias a las dificultades y manías que la humana le representaba en cada entrenamiento.

Horo: ¡¿Puedo tener uno?!

Lilia: Eres adorable mi niña, pero mis murciélagos son parte de mí. Tal vez cuando haga un viaje largo pueda convencer a uno salvaje para que sea tu mensajero y compañero.

Y allí estaba la pelinegra con su ropa extraña y el hacha en sus hombros, perdiendo su tiempo.
¿Cómo es que esa humana podía ser tan fuerte cómo él? Era más joven y sobre todo no era un hada. ¿Qué clase de mundo habría orillado a una adolescente a llegar tan lejos?

Horo: ¡Lechuga! ¡Ven! ¡Lilia me dejó ir al pueblo! ¡Quiero ver al resto de hadas!

Sebek: ¡Humana! ¡Deja de darme tareas incoherentes!

Lilia: Vamos. Debes tomarte un poco de tiempo libre, Sebek.

Con mucho trabajo se vio fuera del castillo. Vigilando a una humana que no parecía tomarse el papel en serio. Tenían que estar atentos ante cualquier ataque, pero…¿Por qué parecía importarle menos? La señora era demasiado flexible con ella aunque claro que Malleus tampoco era estricto con él.

Horo: ¡Qué bonito! ¡Me imaginé un pueblo con caminos y así! ¡Pero se ve mejor que eso! ¡Es un paraíso mágico! ¡Y pensar que en mi mundo no existen las hadas! ¡No puedo creer que esté viviendo ésto!

Sebek: ¡Humana! ¡Guarda la compostura!

Horo se alejó para ver a unas hadas hacer florecer con su magia un árbol de manzanas y de inmediato había flores blancas y algunos frutos.

Path to Wonderland (Fics de TW con PTN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora