Un amor inesperado

Capítulo sesenta y ocho

Nat y Emily estaban conversando cuando tocaron la puerta de la habitación 

—¿Estás esperando a alguien más Emily?— le pregunto nat a la chica 

— No... iré a ver quien es— Emily se levantó y fue a abrir la puerta para encontrarse con la sorpresa de que la persona que estaba tocando la puerta era Tony 

— Que estás haciendo aquí - 

— Em... por favor hablemos... —

—Como supiste que estaba aquí...- 

— Emily... me importas, te amo y no iba a dejar que estuviéramos peleados sin hablar las cosas... por favor amor, dame una oportunidad para explicarte mi parte-

— Yo me voy para que ustedes hablen, por cierto Emy, yo no tuve nada que ver con que Tony estuviera aquí, adiós— Nat se fue dejando a Tony y a Emily parados junto a la puerta 

— Por favor Em... hablemos...— la chica lo hizo pasar para luego cerrar la puerta 

— Que es lo que quieres decirme- 

— Ese día nosotros hablamos por teléfono... Cuando colgamos la llamada, alguien toco mi puerta... Fui a abrir y me encontré con Christine, lo último que recuerdo es que ella me roció algo en los ojos y ya solo recuerdo que desperté a la mañana siguiente en la cama y ella estaba allí sin ropa... yo sé que todo esto es difícil de creer, pero yo no me acosté con ella... Esa mujer está loca

— Sé que esa mujer está loca... Pero ponte en mi lugar Tony, esa mujer me da inseguridad... Y cuando te estoy esperando con una cena me llega una foto donde estabas con ella en la cama

— pero en la foto se ve que yo no estaba consiente...

— quiero creerte Tony... Pero no es fácil... 

— Lo se Em... y si necesitas estar sola para pensar las cosas lo entiendo, pero necesitaba decirte mi versión de las cosas... Te dejo para que puedas descansar, si necesitas algo solo llámame, te amo— Tony iba saliendo de la habitación cuando Emily hablo 

— No es fácil para mí... y te agradezco que me estés dando mi espacio- 

— No hay de qué... mañana pasaré por Harley y lo llevaré a comer, para que tú estés tranquila 

— No le digas nada de esto... él no tiene por qué saberlo...-