– Thania Knightley –
Cinco palabras.
Esto fue una mala idea.
Un regalito, un regalito mis ovarios. Las ganas de huir por la ventana eran gigantes, como en las películas de acción cuando hay una explosión masiva tras él protagonista, incluso aunque mi vida se resuma en el dolor de espalda que me cargo.
No fue necesario ni cruzar la puerta para darme cuenta de que había caído en una trampa. La sonrisa demasiado grande de mi madre me dijo "huye" y las voces que pude escuchar dentro de la casa me daban por lo menos una idea cercana de lo que me esperaba. En cuanto pisé la alfombra del pasillo mi madre empezó a hablar de más, como acostumbraba.
—Thania, queríamos presentarte a Arthur Dempsey, es el hijo de uno de los amigos de tu padre — colocó una mano en mi espalda baja para guiarme, aunque conocía la casa a la perfección — Nos han hablado maravillas de él.
—¿Y eso me incumbe por...?
—Bueno ¿No sería genial que ustedes formen una linda amistad y tal vez algo más?
Dios, llevo años fuera del closet.
—Madre...
—Tú sabes que sería maravilloso para la familia — me cortó, hablando con un tono bajo — claro, tendrías que arreglar ese pelo y quitarse esa escandalosa perforación, la cual te hemos dicho no debería usar una persona como tú. Imagínate que le disgustes solo por eso, tú que eres tan linda, querida.
Intentó tocar mi mejilla y yo me alejé advirtiéndole con la mirada.
—Mamá, espacio personal.
Ella negó.
—Si no se llevaran tan mal, diría que eres igual a tu padre — me paró en medio del pasillo — tu hermano ya está casado y su esposa está esperando su primer hijo, tu debes seguir sus pasos y lo sabes. Sienta cabeza hija, esta vida que llevas no te llevará a ningún lado.
—Y ahora estás diciendo incoherencias.
Me tiró una de esas miradas de "soy tu mamá hazme caso"
—¿Qué hay mejor que un compañero de vida?
Una compañera, o un perro. Señora extremista.
Cuando no escuchó mi respuesta, tuvo que conformarse con mi expresión de "¿me lo dices enserio?"
Siguió avanzando, por fin llegando a la sala.
Junto al fuego en la chimenea, dándole la espalda a la entrada, estaba tomando un trago junto con un hombre, quien supongo era el recién mencionado niño de oro. El tipo fácil me sacaba una cabeza y media, llevaba un traje tan ostentoso que rozaba lo ridículo, rasgos bien perfilados, pelo castaño, ojos verdes apagados y una piel ligeramente morena. Cuando se dieron cuenta de nuestra presencia se paró erguido, un poco más y parecía un pájaro sacando pecho para cortejar, le estaban metiendo un palo por el culo.
—Buenas tardes, Sra. y Srta. Knightley — saludó con una inclinación de cabeza y me aguante la risa — es un placer ver el fruto de tan buen matrimonio como son tus padres.
Le sonreí de una manera tan forzada que creo que me dolieron las mejillas. Permítanme reírme porque de buen matrimonio solo tenían la foto de bodas. Ni una vez los escuché decirse "te amo".
—Señor Richard, permítame decirle que su hija es hermosa — sonrió amplio hacia mi padre, para volver a dirigir su atención a mi — conozco muy bien a tu hermano gracias a la empresa de tu familia, quiero creer que somo amigos, de hecho, él y tus padres me han hablado maravillas de ti — ahora su sonrisa era dirigida a mí — solo me han dado ganas de conocerte.
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Quédate conmigo (R)
RomanceThania ha pasado su vida tratando de encajar en su importante familia, gracias a eso no se ha dado el tiempo de ser feliz, verdaderamente feliz. Tal vez alguien con un sorprendente talento por las artes y paciencia para entenderla le dará lo que le...