Te robaste mi corazón (ChanBaek)

7. San Park

Pov. Chanyeol.

-¿Qué estabas pensando cuando trajiste a este chico al departamento?- Ladro molesto una vez nos aseguramos de que Baekhyun estaba profundamente dormido, pobrecillo seguramente había sido un día muy largo para él, era un milagro que no le hubiera dado fiebre.

-No me lo preguntes, tampoco lo pensé mucho.- Dije con fastidio llevando el tarro hasta mis labios para darle otro largo trago, si, hoy era una de esas veces en las que me sentaba en aquel mullido sofá de departamento para beber mientras reflexionaba mis acciones.

-¡Claro! San Park al rescate.- Puse los ojos en blanco al escuchar nuevamente aquel apodo, aquí íbamos otra vez con lo mismo, lo vi darle otra calada a su cigarro antes de que volviera a tomar la palabra.- ¿Sabes cuál es tu jodido problema Chanyeol?

-Ya lo sé, no me lo tienes que repetir otra vez.- Respondí aun con mi mismo tono.

-Claro que te lo voy a repetir porque un día te vas a meter en grandes problemas por esto, eres demasiado bueno.

-A ti no te mataría serlo.- le reproche.- te recuerdo nada más que si no fuera por ser demasiado "bueno" jamás te hubiera dejado vivir conmigo en primer lugar, es más ya te hubiera echado del departamento hace mucho.

El solo me miro con los ojos entrecerrados mientras apagaba su cigarro y cerraba la ventana. Tao no tenía mucho que había empezado a vivir conmigo, precisamente porque peleo con sus padres y decidió salirse de su casa, como no tenía familia aquí en Corea al final recurrió a mí para que le diera un techo donde dormir temporalmente y estuvo de suerte porque en aquel entonces mi roomate se había ido, de eso ya habían pasado 6 meses y él aún seguía aquí, estaba más que cómodo con la idea de tener su espacio, aunque fue duro para él cambiar su lujoso estilo de vida y volverse independiente de la noche a la mañana.

-Sé que esto es duro para ti Tao, pero se un poco más comprensivo, Baekhyun ha tenido una vida muy dura y necesita ayuda.- La verdad es que conforme lo empecé a tratar no tarde en darme cuenta lo perdido que Baekhyun andaba en este mundo.

-Está bien puede quedarse, pero solo por una temporada.- dijo de mala gana desviando su mirada de mí, una sonrisa burlona se formó en mi rostro, al final termino por doblar el brazo porque sabía que este tema no iba a estar a discusión.

-¿Qué tal fue tu cita hoy?- pregunte curioso cruzando mis brazos sobre la barra, frunció el ceño inmediatamente cuando hice aquella pregunta y apoyo su mentón en su mano desviando su mirada hacia el otro lado tratando de lucir desinteresado.

-Regular, él no fue.- Hice una mueca de disgusto, sentía pena por él, porque Tao podría parecer un monstruo sin corazón, pero si los tenia y le pesaba que Yi Fan lo rechazara de tal forma.

-Hablare con él.- le dije muy seguro, alguien tenía que confortarlo.

-No harás, ni dirás nada, prometiste no meterte en esto y eso harás.- Sus ojos me miraban feroces, pero después se suavizo y cambio el tema nuevamente.- Aun no me respondes porque lo has traído aquí en vez de devolverlo a su casa.

Suspire pesadamente al ver que seguiría insistiendo con aquello, voltee a ver la puerta de mi habitación y lo medite un poco antes de responder con franqueza.

-Por lastima.- No había otra respuesta.

Tao no había visto lo que yo vi en Baekhyun, ante mis ojos era un pequeño niño desdichado que estaba pidiendo a gritos que lo ayudaran a salir de aquel poso oscuro donde estaba, mientas que para Tao era tan solo una pequeña alimaña que se había colado a nuestro departamento.

Presente...

-Chanyeol.- Me llamo la dulce voz de Baekhyun.

-Dime.- Lo invite a continuar mientras dejaba los cubiertos a un lado, expectante de lo que tuviera que decirme.

-¿Por qué en aquel entonces me acogiste?- Una sonrisa burlona se dibujó en mis labios y pensé que decirle.

-Bueno, tengo dos teorías para ello.- El me miro expectante, al escuchar aquello.

-¿Dos?- Pregunto confundido.

-Sí, dos.- le respondí seriamente mientras volvía a lo mío y terminaba de cortar la carne.- La primera es que te confundí con un perro callejero y te lleve a casa, porque sabes cómo me gusta recoger animales de la calle.

-Me estas llamando perro.- Dijo molesto mientras su mirada se ensombrecía, y nuevamente aquella sonrisa burlona se formó en mi rostro.

-Y la segunda fue por que curiosamente un día vi a alguien que necesitaba que le diera una mano.

El no dijo nada, es más hasta note que su semblante cambio, se notaba algo pensativo, sabía lo que pensaba, para mí era un libro abierto, su pasado no había sido fácil y nunca supo cómo pedir ayuda, hasta le fue difícil adaptarse a mí, porque hasta aquel momento él había hecho todo por su propia cuenta, o bueno casi todo.