Amor en bruto ©

💜10: Yo siempre estaré abierto

Mi cara es tan fascinante que no hay emoji en el teclado que explique mi expresión.

—Donan... —Ashton interrumpió al rubio con nervios, su expresión tampoco estaba en el teclado de emojis, parecía perturbado—. No creo que sea el momento para hablar de esto...

—¿Por qué no? —Donan preguntó con cierta inocencia, que en realidad parecía esfumarse. Él se veía como otra persona completamente diferente a hace unos segundos—. ¿Acaso la única persona que sabía lo nuestro eras tú y yo? No creí que fueras tan bajo al ocultarlo.

Ashton no protestó, ni siquiera pudo mantener en alto su cabeza, la tenía baja, parecía colmado de la vergüenza.

Yo no me movía de mi posición porque necesitaba que el Windows XP de mi cabeza funcionara correctamente.

Ese tal Donan y Ashton ¡¿tuvieron una relación?, ¿Ashton es bisexual acaso?

Espera. Nunca lo he visto con novia, esta es apenas la primera relación que conozco de él. ¿Acaso....?

¿Acaso el pulpo es Gay?

Me puse al lado de Ashton y por segunda vez en toda la conversación le dirijo la palabra al mono que al parecer es un poco sangrón.

—Ya, creo que es mejor que nos vayamos, no queremos que la sangría se nos pegue —sin más que decir tomó el brazo de Ashton en señal de que caminara, y lo hizo, siguió con la cabeza un poco baja.

—¿Acaso tú eres su nueva víctima, churco? —Donnan me preguntó por la espalda, yo seguí caminando, así que Donnan empezó a alzar un poco la voz—. ¡No tienes ni idea de quién es el imbécil que está a tu lado!

Me volteé para verlo a la cara, yo también levanté la voz.

—No, ¡tú no tienes idea de qué tan hijo de puta soy cuando se meten con mis amigos! Así que deja a Ashton en paz o me tendrás a mí en la mala.

Me volteé y seguí caminando con Ashton al lado.

—Ashton, dime qué al menos estás vivo.

Ashton no me respondía, tenía la vista fija en el suelo. Caminábamos hacia mi casa cuando salimos del centro comercial, no me ha hablado para absolutamente nada (ni siquiera para hablar o cambiar el tema, como usualmente lo hace). ¿Acaso se avergüenza de lo que Donnan expuso?, ¿o acaso le da vergüenza hablarme ahora que yo ya sé que tuvo una relación con un tipo bien sangrón?

—¡Muy bien!

Aceleré el paso y le bloqueé el paso a Ashton. Ahí fue cuando levantó la cabeza y me miró fijamente. Su mirada parecía perdida, el color azul de sus ojos de alguna manera se oscureció y no sé cómo explicar la expresión tan decaída que tiene pulpito en este momento. Estábamos frente a frente, sin quitarnos la vista el uno al otro, en medio de un andén dando la bienvenida a mi barrio y en medio de tanto frío.