II. Errante.

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—Este es un cuento sobre una doncella, temerosa por el futuro que le depara, buscando a un príncipe que la salve y...

—¡Que inicio tan malo!

—¿Disculpa?– Rechistó el buitre. —¿Acaso te he pedido tu opinión?–

El ave de presa miró a su contraparte, una paloma común de ciudad con una capa y garras escritoras, sosteniendo su pluma entintada.

—¡Como escritores debemos redactar buenas historias, no basuras ordinarias!

—Mi "basura ordinaria", como tu lo llamas,– Tambaleó su cuello. —¡Será una gran historia, ya lo verás!–

La paloma palmeo su frente en decepción, releyendo el escrito de su compañero se daba cuenta de tantos errores gramaticales, de continuación y muchos huecos argumentames. La paloma volteo a la cuarta pared.

—Escúchame, Actæon, que tu redacción tiene potencial pero carece de originalidad.

—Iluminame entonces, dime mis errores para corregirlos.

El ave comenzó a tachar y reescribir la historia, el buitre a lado suyo deseándole la muerte por insinuar que es un mal escritor.
Pues, en la biblioteca central de los Wandsmen, todo conocimiento debe ser preservado; Incluso si se trataba del cuento más ridículo hasta la maldición más peligrosa.

Los Wandsmen, o mas colocialmente llamados los magos, son un grupo de creaturas antropomorficas que asemejan una apariencia aviar. Ellos son capaces de hacer viajes multiversales a diferentes dimensiones, cazando el conocimiento y la sabiduría.
El par de aves seguían discutiendo, su disputa podía ser oída por otros magos, libros volando por sí solos ante su discusión.

La biblioteca era una de las más grandes del multiverso, superando en tamaño y contenido a muchas otras. Su población constaba de un cien por ciento de Magos, entre ellos su mayoría eran reporteros o vendedores, con unos pocos árbitros.
El Mago Actæon de Cirene deseaba ser un editor en la próxima elección dentro de 23 años, había estado practicando junto a su compañero Dione de Séneca para lograrlo, aunque este no le tenga mucha fe.

Los Magos eran creaturas curiosas y tercas, siempre buscando más y más el saber, documentando y distribuyendo a todo el multiverso sus aventuras. La pareja se levanto de su lugar para caminar por los grandes y largos pasillos, llenos de estanterías desordenadas por el caos de la nueva administración. El buitre, más grande que Dione, charlateaba sobre qué los Magos han perdido su pasión por investigar dimensiones fantasiosas, excusándose con "De seguro algún ser mayor reinará ahí y no es seguro."
Dione agarraba uno que otro libro volador para leer los artículos más nuevos, detallando anomalías recién descubiertas o travesías a lugares novedosos.

—Mira, Actæon, recientemente descubrieron una dimensión en donde hay tres lunas llamada Corbenic.

—¿Era ese el lugar donde desaparecen tus armas al entrar?

—¡No estoy seguro, pero me alegra que hayas leído el artículo antes que yo!

El buitre recordó que ese artículo ya había sido publicado hace unos meses y que Dione sólo estaba generando una platica, algo típico de una paloma a diferencia de los buitres. Entre más caminaban, más cerca estaban de la central y el caos aumentaba. Ya no era por la administración, o porque una nueva investigación prometedor haya sido escrita. Ambos se escabullieron entre la multitud, miles y miles de entes se reunieron en la central para formar un escándalo.

Un Mago Errante había vuelto.

Ahora, si bien recordaba, los Magos Errantes eran un espécimen bastante peculiar debido a su rareza casi mitológica. Verán, los Magos tienen sus propias reglas y principios, y cuando un Mago rompe estas, se le considera un Errante, alguien que no debe de ser confiado.
Si bien estas reglas podían ser desde insultar a otros compañeros hasta matar a un ser extradimensional, este Mago Errante era diferente; Su vida había excedido a su huésped.
Todos los Magos antes de llegar a la central eran creaturas diferentes de todos los lugares en el multiverso, conforme más conocimiento adquirían, su apariencia cambiaba a la de el ave que más despreciaban en vida. Con esto no los convierte en inmortales por completo, ya que muchos de ellos son mortales, pero si viven bastantes años.

(Pausada) THANATOS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora