Dos

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—Alana— esa voz, esa voz no por favor.

No puedo ver nada solo consigo escuchar su voz en un suave silbido, como una brisa fría que rosa mi piel. Todo es oscuridad, pero puedo sentirlo, cada vez está más cerca.

Alaaana.

Las lágrimas ruedan por mis mejillas y siento que ya no puedo resistir más, el miedo me está ganando, él me está ganando, ya es muy tarde, no hay forma de escapar nadie puede escapar de....

—¡Deja de leer eso ya!—grita Emma junto a mi, casi me revienta el oído.

—Auch— digo sobando la parte afectada —, mis oídos comenzarán a sangrar como sigas gritando.

—Es que me da miedo, es horrible.

—No seas gallina — en realidad se ve asustada, pero se que está exagerando, siempre lo hace —, es solo un libro y uno muy bueno.

—Si claro muy normal, te encuentras las anotaciones terroríficas de alguien lo llamas libro y además te gusta.

—No son solo anotaciones es.... creo que es una historia o lago así —digo fascinada —, además el escritor es un genio ¡Me encanta!

—Keira ¿ te estás escuchando ?

Asiento con una sonrisa plasmada en la cara, realmente este libro me tiene encantada.

—¿Cómo sabes que es un él y no una ella? ¿te estás volviendo loca? —sin dudas Emma se está tomando esto muy en serio.

—Es una intuición y por favor basta.

Emma es mi compañera de piso, bueno más que eso es mi mejor amiga en la  que siempre podré confiar, sin embargo se está tomando esto muy enserio. Desde el fatídico día que me despidieron no e vuelto a salir de casa o almenos no muy lejos, el hecho de estar desempleada por el momento no me preocupa, en unos días comenzaré a buscar trabajo y mis días de descanso acabarán.

Por supuesto no me la e pasado aburrida, pues resulta que el diario que encontré en el parque me ha hecho pasar un buen tiempo, el escritor es un genio, sus relatos aunque un poco extraños son increíbles. Aunque no les encuentro mucho sentido, parecen ser el inicio de una magnífica idea para crear un libro. Pienso que el autor fue al parque para inspirarse o algo así y allí dejó sus anotaciones, un poco despistado, pero no le quito mérito, es muy bueno.

Por lo que e leído, la trama es sobre una joven llamada Alana, que es secuestrada y aterrada por su berdugo. Lo sé, lo sé, no es muy adecuado que me atraigan estos relatos, dado que están escritos en un diario y completamente desordenados. Pero algo me dice que es solo una buena historia, y que el escritor solo quiere llegar a expresar lo que siente Alana con mucha exactitud.

—KEIRA— pego un brinco del susto y desvio mi vista del diario.

—¿Cuál es la necesidad de gritarme cada que me hablas?

—Es que no me escuchas, básicamente creo que me estás ignorando.

—¿Tú crees?—me mantengo sería un momento y al instante suelto una carcajada, Emma se ve muy graciosa cuando se enoja- Tu cara.... eres un tomate.

Se me dificulta hablar, entre risas me quedo casi sin aire, nunca me cansaré de burlarme de mi amiga colorada, lástima que sea una amargada.

—¿Ya terminaste?— pregunta seria y demasiado calmada.

—Eso pare...—Mis palabras son detenidas por un cojín que colisiona contra mi cara bajo traición.—Eres vil.

Ambas comenzamos a reír y una intensa guerra de almohadas o más bien cojines comienza. Es increíble que seamos mayores de edad, no culparía a nadie por creer lo contrario.

Entre risas y cojines siendo lanzados por toda la sala, me doy cuenta de que talvez no estoy tan mal, osea, sí estoy mal no tengo trabajo, pero eso no es todo. Aveces solo necesitas una amiga que te ayude a aligerar la carga.

🖇️

El día a pasado como de costumbre desde que estoy en casa, mi vida es una rutina, no puedo soportarlo, la monotonía me aterra.

—Hey Emma voy a dar una vuelta.

Mi amiga asiente y no puedo evitar sonreír al recordar el absurdo encuentro que tuvimos hace unas horas, los cojines no son tan suaves cuando se usan con maldad.

Mi caminata comienza justo al salir de mi edificio, aun no se a donde ir, tampoco lo pienso, solo quiero distraerme y dejar que mis pies me guíen.

Las calles de Maldagart son muy hermosas, la ciudad es pequeña pero eso no le quita lo hermoso. Maldagart es poco concurrido, casi nunca hay nada emocionante, y es justamente eso lo que los habitantes aman de ella, su tranquilidad. La ciudad del Sol, como muchos la llaman, está repleta de árboles, parques y jardines, porsupuesto el resplandor del Sol no falta. El mismo nos acecha casi todo el año, menos en las épocas lluviosas, cuando el cielo se torna de gris y las nubes cubren toda la luz intensa que acostumbramos a tener.

El cansancio llega a mi, como es de esperarse, e caminado mucho y mi cuerpo no está acostumbrado a tanta actividad después de largas jornadas de vagancia. Me limito a observar mi alrededor, y una sonrisa surca mis labios al darme cuanta de que estoy nada más y nada menos que en el mismo parque que encontré los "Relatos para Alana".

No estaba segura de a donde quería ir, pero mis pies me guiaron hasta aquí, y la idea de conocer al autor de los relatos empieza a ocupar mis pensamientos.

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Relatos para AlanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora