Capítulo 1

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Seattle, Washington State.

El viento soplaba con fuerza aquella mañana, era como si el tiempo estuviera sintiendo el dolor de aquella chica que sujetaba con fuerza una fotografía de un hombre que sonreía de forma amplía. Las lágrimas se hicieron presente a medida que estrujaba contra su pecho la imagen, aquello dolía demasiado, habían pasado cuatro años de la desaparición de Jeremiah Danvers, sin embargo, se sentía como si hubiera sido ayer la última vez que lo vio en aquella cena familiar.

¿Dónde estaba? y porque su vida había cambiado tan drásticamente, se sentía furiosa por tener todos los lujos gracias a la suerte de su madre al sacarse la lotería hace cinco años, desde ese momento su vida cambió por completo tuvieron que dejar la pequeña casa que tenían en National City para mudarse a una zona residencial en Seattle. Ella siempre había preferido las cosas sencillas antes de tener todos los lujos del mundo era feliz con su familia, pero desde que se volvieron millonarios todo cambió. Jeremiah y Eliza Crearon una pequeña empresa invirtiendo parte del dinero que su madre ganó triplicando la cantidad. Comenzaron con una pequeña empresa que vendía productos de limpieza, después se expandieron agregando plásticos y metales, gracias a esos objetos la empresa creció tanto que tuvieron dinero suficiente para crear más sucursales en las zonas del país. Parecía que todo iba bien, viajaban, disfrutaban los lugares más exclusivos, tenían la vida de ensueño y aunque, Kara no necesitaba nada de eso le gustaba ver a su familia unida. Lamentablemente todo tiene que terminar en algún momento, nada dura para siempre o eso es lo que pensaba Kara, la felicidad era momentánea.

El sollozo que intentaba escapar de sus labios fue callado con su propia mano, no quería que nadie la escuchara llorar y menos en aquella fecha que se cumplían exactamente dos años de la desaparición de su padre, si tan sólo no hubieran asistido a ese restaurante las cosas quizá serían diferentes.

FLASHBACK

2 años atrás, restaurante The capital Grille

— Me alegra tanto tener una hermosa familia, me siento bendecido al estar rodeado de tantas mujeres hermosas. — Estiró la mano para acariciar la de su esposa que lo veía con una amplia sonrisa, Jeremiah siempre había sido un hombre intachable, sus principios estaban marcados desde que era un niño por lo que trataba de hacer lo correcto siempre para que su familia jamás se avergonzara de él o sufriera una decepción. Sabía que su vida era diferente, ahora ya no tenía que limitarse a gastar el dinero en algún detalle para su esposa o sus hijas, tampoco significaba que debía despilfarrarlo porque les había costado mucho estar en esa posición y debían apreciar las cosas sin volverse exigentes porque el dinero no hace más ni menos a las personas así que trataba de que su familia siempre tuviera un corazón noble y los pies en la tierra.

—Amor ¿En qué tanto piensas? — la voz de Eliza sacó de sus pensamientos al hombre provocando que le dedicará una amplia sonrisa, sacudió la cabeza negando para dejar un dulce beso en el dorso de su mano. —En lo feliz y afortunado que soy, las amo mucho. —

Kara y Alex contemplaban la escena con una sonrisa maravillosa.

—Solo espero que no hagan tanto ruido como la última vez, casi tengo que asistir al psicólogo para sacarme ese trauma de escuchar a nuestros padres demostrándose el amor que se tienen — Alex estalló en carcajadas al decir aquello provocando que Kara la mirará de forma seria, intento aparentar que no le había causado gracia, pero no pudo resistir, respiró hondo antes de reírse en sintonía con su hermana.

El mesero llegó a la mesa tomando el pedido cortando el momento donde molestaban a sus padres, siempre había sido así, la confianza que existía se veía en las interacciones que tenían, no solo eran sus padres también los mejores amigos que podrían tener.

Mentiras piadosas (Supercorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora